Monopolio de farmacias, una aproximación a los pros y contras
La adquisición de Mifarma por parte del grupo Intercorp, conformado por Inkafarma, ha convertido a este grupo empresarial en el líder dentro de las cadenas farmacéuticas. Para un sector, esta medida no significa nada más que una compra legítima, mientras que para otro se trata de una transacción que monopoliza la industria farmacéutica y que genera mucha preocupación. Al respecto hablamos con el economista y exministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo, quien se desempeña como Director Académico de Economía en la PUCP.
Texto:
Nancy VargasFotografía:
Roberto Rojas
Luego de que la semana pasada Mifarma e Inkafarma pasaran de ser competidoras a formar parte del mismo grupo empresarial, se ha comentado mucho sobre la maniobra por parte del grupo empresarial Intercorp. Algunas voces acusan una maniobra para monopolizar el mercado farmacéutico, mientras que otros opinan que se trata solo de una fusión. Pero, ¿la compra podría perjudicar de alguna manera a la población? El economista José Gallardo, exministro de Transportes y Comunicaciones y actual director académico de Economía en nuestra casa de estudios, indica que este tema interesa a la población porque se trata de una industria sensible que preocupa al consumidor, ya que “abastece de una serie de productos de altísima necesidad”. Además, indica que es imposible garantizar que esta transacción no pueda tener efectos, aunque estos pueden ser tanto positivos como negativos, pues la evidencia indica tendencias opuestas.
Los pros
Gallardo identifica algunos posibles efectos positivos de esta transacción. El especialista refiere que un impacto positivo son las ganancias en eficiencia porque, al haber más coordinación en la empresa, los precios de los productos suelen “presionarse hacia abajo”. Un segundo efecto consiste en que se propicie una apertura de oportunidades para que una empresa entre a cambiar la posición monopólica que ocupa Intercorp. Esto se debe a que “los mercados son dinámicamente competitivos”, indica Gallardo.
El especialista precisa que hay evidencia empírica que indica que, a largo plazo, este tipo de transacciones desemboca en una entrada de competencia, pero muchas veces eso no sucede de manera automática. “A veces hay que facilitar que eso pase y puedes estar esperando mucho tiempo o puedes ver la conducta recurrente de un operador que prefiere la monopolización”, comenta el economista.
Los contras
Por otro lado, los efectos negativos que menciona Gallardo surgen a raíz de la presencia dominante que tiene la empresa. Al ocurrir una monopolización en la industria, la tendencia indica que la empresa suele aprovechar su poder en el mercado, por lo que los precios pueden aumentar. “Ocurre que las industrias concentradas suelen tener precios más altos”, comenta. Un segundo efecto negativo detrás de la compra de las compañías de la competencia sería que la empresa tenga una actitud persistente en contra de la competencia. Aunque “ahora no hay nadie que pueda garantizar que no sea así”, precisa el economista.
Los problemas de concentración de mercados pueden ser abordados de dos maneras. La primera visión privilegia el control ex-ante o control de estructura, esta indica que el Estado debe tener una mirada anterior a la fusión o adquisición. La segunda manera privilegia el control ex-post o control de conductas, Gallardo indica que, “de acuerdo con esta visión, no importa mucho que haya una situación de monopolización de la industria, sino que el uso de la posición de dominio que ejerce el monopolista no sea excesivo”.
El economista considera que “si nos vamos a optar por el control ex-post, necesitamos mejorar Indecopi o crear una institución similar”. Para Gallardo, cualquiera de las dos visiones es pertinente, lo importante es la forma en la que serán abordadas. El especialista considera que es necesario debatir de una vez por todas si se optará por un regulador de precios, como propone el congresista Javier Velásquez Quesquén, o si se priorizará una ley antimonopolio. “Debemos tener como país una discusión seria, profunda y definitiva sobre el tema”, concluye.
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