Todo comenzó como una iniciativa de un grupo de egresadas de la carrera de Psicología y la especialidad de Comunicación para el Desarrollo de nuestra Universidad. Su interés y preocupación por el tema ha hecho que, a modo de investigación, ellas planteen un debate sobre el escaso acceso a educación que tiene la población sorda en el Perú.

El verano del año 2016, un grupo de seis estudiantes se juntó con el objetivo de formular una iniciativa de responsabilidad social. Tenían claro que querían desarrollar algún tema referido a la comunidad sorda y la lengua de señas en el país, pero todavía no sabían cómo abordarlo. El interés y dedicación hizo que Mercedes Delgado, Lourdes Arredondo, Diana Cotrina, Ángela Gamarra, Lucero Grovas y Maricielo Julián se conviertan en ganadoras del 7mo Concurso de Iniciativas de Responsabilidad Social para Estudiantes con su proyecto llamado “Manos que Conectan”, organizado por la Dirección de Responsabilidad Social de nuestra Universidad.

Mercedes Delgado, coordinadora del proyecto, fue quien tuvo la iniciativa. Luego de llevar un curso donde se aborda el tema de psicología en diversidad y estudiar lengua de señas en la Asociación de Sordos Región Lima (ASSORELI) pudo conocer más de cerca las dificultades por las que atraviesa la comunidad sorda en el país. Mercedes comenzó a buscar personas que le puedan ayudar a abordar el tema.  Llamó a sus amigas de Psicología e hizo una convocatoria. Así fue como las seis estudiantes se juntaron.

“Fuimos a ASSORELI, donde yo estudié lengua de señas, y nos dijeron que en la Universidad había un Grupo de Señas Gramaticales (SG-PUCP)”, precisa Mercedes. Luego de delimitar el tema que querían estudiar, le escribieron a Miguel Rodríguez Mondoñedo, docente del departamento de Humanidades. Rodríguez Mondoñedo les ayudó a ajustar el tema de estudio y aterrizar la idea que había ido moldeándose desde que el grupo se formó: hacer microprogramas referidos al lenguaje de señas que sean transmitidos en la web de la PUCP.

Decididas a cumplir con sus objetivos, comenzaron a investigar. “Nos dimos cuenta de que la población sorda está invisibilidad casi por completo. Existen personas con algún grado de sordera dentro del campus que no formaban, como tal, en los registros” comenta Mercedes. Eso les llevó a pensar en lo que sucedería si llegara un estudiante con sordera completa a la PUCP. A partir de esto se consolidó la idea para los microprogramas. El objetivo era crear un proyecto que pueda servir por si hubiera un estudiante con sordera. “Quisimos acercarnos de alguna forma más pertinente a esta población”, indica Mercedes.

Un descubrimiento para las chicas fue conocer a Rosi quien es estudiante de Ingeniería Informática. “Estábamos buscando actrices para el microprograma y nos sorprendió que una de las chicas que respondió a la convocatoria fue Rosi, quien es parcialmente sorda”, precisa Mercedes. Desde muy chica, Rosi, aprendió a leer los labios para poder comunicarse, así intenta seguir las conversaciones, pero el ritmo en el que las personas hablan suele ser muy rápido, por ello se apoya parcialmente con un audífono. “Manos que conectan” se ha convertido en mucho más que un grupo investigativo, ahora es una agrupación que contribuye y aporta con una minoría hasta ahora invisibilizada.

El grupo de chicas que conforma “Manos que conectan” fue aprendiendo y descubriendo en el camino. Así como  con el proceso de investigación, el desarrollo de los microprogramas fue un reto que supieron afrontar. “Fue difícil porque la mayoría de nosotras es de Psicología, pero partimos por plantear los temas globales para cada uno de los microprogramas y pensar en el vocabulario que los acompañaría”, comentó Mercedes.

Mira el microprograma Manos que conectan en TV PUCP:

En la foto (de izquierda a derecha): Angela Gamarra, Mercedes Delgado, Diana Cotrina, Lourdes Arredondo y Lucero Grovas