El conflicto desde adentro
Con la participación de profesores y egresados de nuestra universidad, la semana pasada se estrenó La última noticia, película que narra el drama vivido por un periodista radial y un profesor de izquierda durante el inicio del conflicto armado interno.
Texto:
Jonathan DiezFotografía:
Archivo personal
Se dice que el Perú es un país sin memoria. Se dice que los peruanos preferimos ver el futuro y no pensar en el pasado, olvidarlo. “No puede ser que en el Perú se piense de esa manera. Por eso, muchos jóvenes desconocen lo que pasó en la guerra interna. Esta película nació con ese objetivo: construir un relato con motivación histórica y social para no olvidar los terribles 20 años que vivió el país. Dejamos de lado el pasado y luego nos horrorizamos cuando la historia se repite”, opina con claridad Alejandro Legaspi, director de La última noticia.
El protagonista de esta cinta es Alonso (Pietro Sibille), un periodista radial que es todo un símbolo, pues no refleja la típica historia del reportero limeño que observa desde lejos la realidad, sino que, como comunicador de la zona en conflicto, lucha contra Sendero Luminoso. Los terroristas lo conocen, saben de su familia y su trabajo, y sufre de manera brutal las presiones en el contexto de una sociedad que empieza a desmoronarse.
“El periodista de pueblo es uno de los que más sufre el conflicto armado, tanto las presiones de los terroristas como de las Fuerzas Armadas. En este contexto, el personaje vive una lucha interna, está descontento y narra en una emisora donde no se emiten noticias, por lo que debe convencer al dueño de la radio de la importancia de la información en el inicio de esta guerra”, explica el cineasta.
“¡La gente quiere saber qué nos pasa!”, dice el periodista en la ficción. Así, la relación con Pedro (Julián Legaspi), un profesor de izquierda, será otro eslabón del drama peruano: la amistad en la destrucción. ¿Puede lo humano emerger en situaciones límites? “Estos personajes se quieren, son amigos y, a la vez, están solos, aislados, sin gobierno y sin ayuda de nadie”, resume el director.
Vidas al límite
“Esta es una historia de personajes que viven al borde”, comenta, por otro lado, Jorge Chiarella, docente de nuestro Departamento de Comunicaciones, quien encarna al Sr. Mendieta, dueño de la radio en la que trabaja Alonso. El docente recuerda que Sendero exigía dinero a los profesionales de la zona; muchos se iban, pero los que se quedaban en sus pueblos lo hacían por aferrarse a sus tierras, su familia y su historia, dispuestos a proteger sus vidas.
“Creo que ese es el valor que más impacta en la película. El peligro en el que vive Alonso y su lucha por denunciar la violencia de ambos bandos es dramática. La posición de los medios de comunicación en la época era riesgosa. Nadie podía hablar del tema porque te podían acusar de ‘terruco’. A los periodistas los amedrentaban y, luego, los mataban”, comenta.
Lo mismo piensa Stephanie Orúe, egresada de Teatro de la PUCP (TUC), quien señala que los personajes son hombres y mujeres de a pie, con muchas ganas de vivir y con la esperanza de luchar por un Perú mejor, pero que deben enfrentar a un mundo que se desmorona. “La película narra el terrorismo desde la herida misma. Alonso y Pedro son personas nobles, como cualquiera. Esta película debe ser vista, sobre todo, por los más jóvenes, pues es una manera de ser sensible con la sociedad y humanizarnos con la historia del Perú”, opina la actriz.
Así, esta ficción narra los inicios de la guerra, cuando Sendero Luminoso irrumpe en una alejada ciudad andina. La lucha de Alonso en el noticiero La última noticia retrata una época de violencia brutal, una guía histórica que le da al Grupo Chaski –productora de este filme– un nuevo aire en el importante lugar que tiene en el cine peruano, luego de éxitos como Gregorio y Juliana.
Deja un comentario