IOP PUCP publica boletín sobre religiones y religiosidad en el Perú de hoy
La publicación del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la PUCP se realizó en diciembre del año pasado, a propósito de la visita del papa Francisco a nuestro país.
Texto:
Susan Pastor
Según los datos recogidos por el IOP en julio de 2017, se puede afirmar que el Perú es un país sumamente religioso, a pesar de la reciente ola de críticas contra el arzobispado y el catolicismo. Un 89.1% de peruanos consultados se considera creyente, de este número un 75.2% profesa la religión católica.
Para José Sánchez, coordinador del Grupo del Seminario Interdisciplinario de Estudios de Religión de la PUCP (SIER), creadores de la propuesta de investigación, el Perú es un país de “creyentes”. “Esto quiere decir que, en nuestro país, la religión persiste como una parte integral de los modos sociales y culturales de la vida institucionalizados», indica. Sin embargo, resalta la importancia de distinguir entre los diferentes niveles de ser “creyente”, pues solo un 14.7% de estos plantea su religiosidad como “seguir las normas y ceremonias religiosas”, mientras que un 83.7% cree que ser creyente es “hacer el bien a otras personas”.
“En el Perú, podríamos interpretar esta mayor vivencia de la condición de ‘creyente’, más allá de las normas y ceremonias religiosas institucionales, como un indicador del creciente declive de las grandes formas eclesiales de las instituciones religiosas en el marco de procesos mundiales de globalización, individualización, modernidad, entre otros”, analiza Sánchez.
Por otro lado, la Ph.D. en Sociología Catalina Romero, también miembro de SIER, destaca la variedad de respuestas a la pregunta sobre el significado básico de la religión. Para el 88% de los católicos consultados, su religión significa “que la vida tenga sentido en este mundo”, y un 78.3% de “creyentes sin religión” piensa lo mismo. Mientras el 9.8% opta por “que la vida tenga sentido después de la muerte”. Es por esta razón que, para Catalina Romero, de todas las religiones, los católicos y “creyentes sin religión” estarían más orientados hacia la búsqueda de una vida más solidaria con los demás.
Tanto Luis Mujica como Rolando Pérez, ambos miembros del SIER, resaltan el creciente porcentaje de jóvenes entre los 18 y 29 años que se encuentra en el grupo de “creyentes sin religión”.
Para Luis Mujica, doctor en Antropología, esto podría significar que la formación escolarizada tendría alguna influencia sobre qué religión seguir o no. “A manera de atrevimiento, podría decir que, en el futuro, a mayor formación escolarizada, cada vez más personas dejarían de creer”, señala. Del mismo modo, Pérez, magíster en Periodismo, afirma que esto “podría implicar una suerte de distanciamiento de aquella construcción de la religión basada en las normas y rituales determinados por la tradición institucional eclesiástica”.
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