Más de un millón de personas en el Perú presentaban algún tipo de trastorno a causa del consumo de alcohol al 2020, según el Instituto Nacional de Estadística (INEI). Esta fue una de las motivaciones para que se gestara el Perú – International Technology Transfer Center (ITTC), un proyecto colaborativo entre la PUCP y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), que tiene como finalidad brindar capacitación y soporte a todas las entidades que buscan tratar la adicción a sustancias. 

Esta iniciativa forma parte del Consorcio Internacional de Universidades para la Reducción de la Demanda de Drogas. Este programa global cuenta con más de 309 miembros en 40 países. Todos ellos buscan proporcionar capacitación basada en evidencia para quienes trabajan en el campo de la prevención y el tratamiento de las adicciones.

La Dra. Cecilia Chau, profesora principal del Departamento de Psicología, explicó que, como capítulo peruano de este proyecto, buscan desarrollar políticas nacionales y expandir la adopción de mejoras prácticas para servicios de prevención y tratamiento del uso de sustancias.

“Esto no es un programa de prevención, sino más bien de fortalecimiento de capacidades. Queremos que los profesionales tengan más herramientas a las que acceder, dándoles un mejor servicio y que se especialicen en los centros de atención comunitaria. Este es un centro para dar conocimiento y crecer”, indicó.

Hemos hecho una alianza con el Minsa -a través de la Maestría en Adicciones y Conductas Adictivas-, para trabajar con los centros de atención comunitaria de salud mental".

Perú ITTC: información y herramientas para tratar adicciones

El Perú ITTC también pretende brindar conocimiento científico para todos los especialistas en estos temas. De esta manera, los profesionales podrán orientar su trabajo con bases sólidas e información veraz, sustentada en datos estadísticos. La Mag. Marina Piazza, egresada PUCP y coordinadora de Salud Mental en la UPCH, es la directora de este proyecto. Ella explicó la dinámica del trabajo que vienen realizando. 

“Un elemento es la capacitación, otro es la generación de información crítica y el tercero es el fortalecimiento de redes de profesionales e instituciones”, detalló. Piazza contó que, como parte del fortalecimiento de capacidades, se hizo un estudio sobre las demandas de los profesionales en esta materia. Tras los resultados, decidieron, entre otras acciones, reforzar la Maestría en Adicciones y Conductas Adictivas de la PUCP.

El Perú ITTC también pretende poner en agenda la salud mental, un tema relevante que todavía no atrae la atención que merece. “A través del proyecto, lo que hemos hecho es ampliar la capacidad de capacitación de esta maestría de la PUCP para que pueda alcanzar a profesionales de regiones del Perú que laboran en centros comunitarios de atención de salud mental. Estos centros son especializados”, dijo Piazza.

A través del proyecto, lo que hemos hecho es ampliar la capacidad de capacitación de la maestría de la PUCP para que pueda alcanzar a profesionales de regiones del Perú que laboran en centros comunitarios de atención de salud mental".

“Es muy importante que el tema de salud mental se ponga sobre el tapete. Estos años de pandemia se ha evidenciado esta urgencia», acotó la Dra. Chau, «pero es fundamental que no se deje de hablar de la salud mental, que está venida a menos”. 

Alianza con el Minsa

Los profesionales elegidos para estas capacitaciones fueron seleccionados por el Ministerio de Salud (Minsa). Esta asociación estratégica con el Minsa apunta a ser una red nacional de fortalecimiento de capacidades.

“Hemos hecho una alianza con el Minsa -a través de la Maestría en Adicciones y Conductas Adictivas-, para trabajar con los centros de atención comunitaria de salud mental. Esta es la nueva propuesta del Minsa para remover divisiones y que estos espacios sean totalmente descentralizados. Por el momento, existen por el momento 408; sé que están creciendo a 448”, reveló Chau.

Además, Piazza también contó que están trabajando en otro estudio para evaluar cómo los servicios de adicciones adecúan su funcionamiento “a los lineamientos de calidad para el tratamiento de drogas internacionales”.