Desde los inicios de la humanidad, la palabra ha sido la base para transmitir conocimientos y darnos a entender ante el otro. A través de debates y diálogos, nos hemos servido de ella para alcanzar consensos o, al menos, intentar reducir nuestras diferencias. Esta es la base que sostiene a la Peruvian Debate Society (PDS), organización por la cual nuestros estudiantes Alejandro Céspedes, Valentina de las Casas, María Fernanda Espino e Inés Bullard obtuvieron el premio a Mejor Delegación en una competencia organizada por la Universidad de Rosario en Bogotá, Colombia, a fines del 2019.

“Hemos entrenado tres veces a la semana por casi dos meses, luego de salir de clases, de 9:30 a 12:30 p.m. Teníamos que estudiar todo un tema determinado y también manejar y trabajar habilidades blandas, como la negociación”, relata Alejandro Céspedes, miembro del PDS, y alumno de Ciencia Política y Gobierno de nuestra Universidad.

Él formó un equipo junto con Valentina de las Casas, de la misma especialidad, y María Fernanda Espino, de Estudios Generales Letras, para participar en este concurso que vienen ganando ininterrumpidamente desde hace cuatro años. A ellos se les suma Inés Bullard, estudiante de la Especialidad de Creación y Producción Escénica, quien los preparó para adoptar un rol y postura convincente en el estrado. “Considero que es muy importante incorporar este elemento de performance en la competencia, porque tú no estás representándote a ti mismo, sino a una postura política, que no necesariamente compartes, de un país específico”, explica Inés.

Posturas diplomáticas

El concurso se basa en el modelo de las Naciones Unidas, de ahí que los temas giran en torno a las relaciones internacionales. En esta oportunidad, tuvieron que representar a Turquía y Colombia, por lo que tuvieron que conocer en profundidad la postura de ambos países en temas que pueden ir desde una simulación del Tratado de Versalles hasta la privacidad en Internet.

En este tipo de competencias es de vital importancia leer y anticipar los argumentos del contrincante, y, a la vez, mantener un desempeño alturado ante los jueces. Tal como comenta Valentina: “Desarrollas otras habilidades al momento de debatir, como oratoria, argumentación y negociación. Aprendes a ser más diplomático y a dar tu opinión sin desmerecer a otros, construyendo a partir de otros argumentos”.

“Te saca mucho de tu zona de confort. Uno piensa que sabe todo, pero al final del día tienes que lidiar con muchas posturas que no necesariamente coinciden con tu forma de ver del mundo, y tienes que trabajar y construir”, concluye Alejandro. ¡Felicitaciones al equipo!