"El punto de partida de la filosofía debe de ser la vida diaria, la experiencia"
Doctor en Filosofía y especialista en el pensador norteamericano John Dewey, Pappas visitó la Católica para dictar el ciclo de conferencias Vigencia y Relevancia Actual del Pragmatismo Clásico, organizado por el Centro de Estudios Filosóficos (CEF), en el que se presentó el libro Ensayo de Metafilosofía, editado por el profesor Pablo Quintanilla y publicado por nuestro Fondo Editorial.
-
Gregory Pappas
¿Qué se entiende actualmente por pragmatismo?
Pienso que la noción que se tiene del pragmatismo hoy es bastante estrecha; no es que esté equivocada, sino que está incompleta. En cualquier diccionario de filosofía encontrarás que es una teoría acerca del sentido de las palabras o conceptos con una definición de la verdad particular. Sin embargo, eso no es todo. El pragmatismo es una manera de hacer filosofía, como consecuencia de la cual hay un determinado concepto de la verdad y del conocimiento. Los pragmatistas compartían una manera general de hacer filosofía, basada en que el punto de partida de la filosofía debe ser la vida diaria, la experiencia.
La ética y la moral se entienden muchas veces como ámbitos de lo que debe ser. En ese sentido, ¿en qué consiste una ética pragmatista de Dewey? ¿Cómo se parte de la vida diaria para llegar a ese deber ser?
A mí me parece fundamental que, para entender de dónde salieron las ideas de Dewey acerca de la ética, hay que entender de qué manera procedió, cómo investigó Dewey la ética. El punto de partida para hacer la ética es la experiencia moral. Pero ¿qué es eso? Tenemos que apuntar a situaciones de la vida diaria en las que tenemos una experiencia moral. Ese debe ser el punto de partidade la ética. El filósofo tiene que empezar por ahí para luego teorizar sobre la moral.
¿Cuáles son la vigencia y la relevancia actuales del pragmatismo clásico?
Hay una relevancia y vigencia de estas ideas no solamente en la filosofía como disciplina académica, sino también en general, en los problemas sociales, éticos y políticos actuales. Desde el punto de vista de la filosofía, muchas de las ideas de los pragmatistas, incluido Dewey, en el contexto de la filosofía son ideas vanguardistas que todavía no se han tomado en serio. En los últimos años muchas investigaciones de naturaleza científica están verificando algunas de las teorías de Dewey. Ejemplo de esto es la concepción del razonamiento moral en la psicología.
Antiguamente, se creía que lo racional excluía lo emocional, pero se ha descubierto que en el razonamiento moral las emociones cumplen un papel muy importante. Eso ya había sido planteado por William James y John Dewey.
¿Y en el ámbito social?
En este tengo un ejemplo claro: muchos medios han llamado a Obama un político pragmatista, porque la concepción ideal del político desde el punto de vista de Dewey es que no debe hacer decisiones basadas en ideologías políticas sino en el contexto. He ahí la relación, pues Obama parece no tener una ideología determinada.
¿Puede un político ser exitoso sin ningún tipo de ideología?
Si eres un político, tomar decisiones a veces de derecha y otras veces de izquierda es inconsistente, se puede ver como una falta de integridad política. Pero para Dewey eso era lo que se debía hacer. Un problema social puede necesitar una solución socialista. Por ejemplo, que el gobierno se encargue totalmente del problema de salud, pero respecto de la educación quizás hay que irnos totalmente con la empresa privada. Para el autor, las decisiones políticas se deben tomar de acuerdo al contexto, pero también basadas en el buen juicio.
¿Dónde está el límite?
El político ideal pragmático tiene que tener algunos valores. Como individuo, ¿cuáles son los límites ante una situación? Los límites son marcados por el contexto mismo en los problemas particulares. Un buen ejemplo de eso es la salud: para saber qué vamos a hacer con el problema de la salud hay que estudiar en particular los problemas y las circunstancias del contexto. Este análisis está guiado por ciertos valores –no estoy diciendo que esto es un estudio totalmente empírico que deja los valores al lado–. La idea que tiene Dewey es que los políticos van a tener mente abierta –condición muy difícil – y no van a ser oportunistas, y en este diálogo van a llegar a un juicio colectivo en función del bien común.
Durante su visita en la Católica expuso también sobre el pragmatismo y sus conexiones con la filosofía en Latinoamérica. ¿A qué conexiones se refiere?
Es un campo nuevo de investigación. Cada año encuentro que la filosofía norteamericana, en particular el movimiento pragmatista clásico, y mucha filosofía que se ha hecho en Latinoamérica tienen una conexión histórica donde filósofos latinoamericanos leyeron y fueron influenciados por los pragmatistas. Hay similitudes filosóficas que creo que son interesantes y vale la pena explorar. No solo porque fueron influenciados por el pragmatismo, sino porque muchos de ellos están contribuyendo con ideas propias a la tradición pragmatista.
Entrevista: Verónica Uribe
Foto: Yanina Patricio
Deja un comentario