¿Y por qué tanto dinero? Porque se encuentran en zonas difíciles, altas, en cerros, hay toda una infraestructura que colocar (tanques, tuberías, limitadores de presión, etc.) que aumenta los precios notablemente en comparación con una zona plana. Eso complica las cosas, es un montón de dinero y lo tenemos que financiar. En este gobierno se tienen que cubrir las necesidades de la población, y estamos buscando las estrategias que permitirían que la gente tenga agua y desagüe decente en su casa.

Creo que hay un foco equivocado: la gente normalmente considera que tener agua y desagüe es ver que corre la tubería frente a la casa y esto no es correcto. Con sistemas como los que promueve el Banco Mundial se puede atender con rapidez la urgencia de esta población y tendríamos más tiempo para llevar la línea de agua y desagüe.

La gente derrocha, la gente roba agua sin ninguna vergüenza. Hay gente que se conecta a los grifos contra incendios, la mayoría de hoteles u hostales tiene conexiones ilegales. Otros avisan a los vecinos cuando estamos colocando un medidor grande para romperlo y malograrlo; hay empresas medianas o pequeñas que tienen un consumo alto y, adrede, rompen el medidor porque saben que solo les podemos cobrar el promedio.

En el mediano plazo lo que quiero es que haya lazos de cooperación entre las universidades de Lima y Callao, las empresas privadas y las entidades del Gobierno, que estudien nuestros temas y nos ayuden a encontrar soluciones comunes. Además, quiero que en esta alianza aprovechemos los fondos de innovación, desarrollo e investigación que existen en el Perú. Si bien somos una entidad pública, nos interesa trabajar con empresas privadas, propiciar la aparición de microempresas, etc. Creo que esta es una oportunidad de oro para los investigadores.