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"Nadie sabe qué quiere Corea del Norte"

A raíz de las pruebas con armas nucleares y el lanzamiento de misiles hechos por Corea del Norte esta semana, Farid Kahhat explica los antecedentes para acercarnos al tema desde una perspectiva reflexiva.

  • Farid Kahhat

¿En qué escenario histórico mundial se inscriben las pruebas con armas nucleares hechas por Corea del Norte?

El tema nuclear puede ser resumido en cuatro ideas básicas. La primera tiene que ver con el Tratado de No Proliferación Nuclear que fue firmado por primera vez en 1968 por Estados Unidos, la Unión Soviética, Reino Unido, Francia y China. Algunos consideran que es un acuerdo injusto desde su origen, pues consagra, o pretendía consagrar, el monopolio nuclear de los cinco países que ya tenían armas nucleares, los cuales, además, son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

¿Cuál era la polémica en torno al Tratado?

El Tratado no impone ninguna obligación a los cinco miembros permanentes que ya tienen armas nucleares, pero sí impone al resto de la humanidad la obligación de no buscar obtener armas de este tipo ni misiles de largo alcance. Esto ya era injusto para muchos, pues establecía un doble estándar. La actitud fue selectiva dependiendo de si el país era aliado o enemigo, y esta es la segunda idea clave. Entonces, han permitido -para todo efecto práctico- la proliferación nuclear en Estados «aliados», como la India, Israel y Pakistán, y no lo han hecho en el caso de Irán y Corea del Norte.

¿Cuál ha sido la posición de Corea del Norte frente al tratado?

La tercea ideaque vale la pena señalar es que Corea del Norte, a pesar de suscribir -sin presiones de por medio- el Tratado de No Proliferación Nuclear, ha adquirido armas nucleares. Es decir, violó abiertamente el tratado que había suscrito. Además -y esta es la cuarta idea que debemos recordar- una vez que ya tenía armas nucleares y se había retirado de este tratado, se fomentó una negociación de seis partes. Por un lado Corea del Norte y, por otro, países interesados en el arsenal nuclear norcoreano: Corea del Sur, China, Japón, Rusia y, luego, Estados Unidos, la gran potencia global.

¿Cuál fue el resultado?

En estas reuniones se llegó a un acuerdo mediante el cual Corea del Norte se comprometía a eliminar su programa de armas nucleares a cambio de lo cual Estados Unidos y los otros países le ofrecían garantías de seguridad. Esto es: no intentar derrocar al régimen, ni invadir el país o cosas por el estilo; así como ayuda económica e, incluso, tecnología para que desarrolle un programa nuclear con fines pacíficos bajo supervisión internacional. Y Corea del Norte también violó este acuerdo.

En conclusión, si bien es cierto que hay críticas válidas a las grandes potencias occidentales, sobre todo a Estados Unidos, por su doble estándar en el tema nuclear, también es cierto que el régimen norcoreano es particularmente preocupante, pues se trata de una dictadura totalitaria e impredecible. Además, es un país que ha violado abiertamente acuerdos internacionales que suscribió voluntariamente. Entonces, nadie sabe qué quiere Corea del Norte ni qué esperar a partir de ahora.

¿Cómo interpretar entonces estas pruebas con armas nucleares? 

Si hay un régimen impenetrable, ese es el de Corea del Norte. Nadie tiene idea de qué pasa por la mente de sus gobernantes. Sin embargo, si violas un acuerdo donde te dan concesiones económicas a cambio de renunciar a tus armas nucleares, entonces eso puede significar dos cosas: o quieres mejores condiciones en el plano económico o simplemente quieres aferrarte a tu arsenal nuclear. En el primer caso es negociable. Ahora bien, si es el segundo, para Estados Unidos, Rusia y China no queda claro que eso sea materia negociable…

¿Cómo afronta esto Estados Unidos?

Algunos dicen que Estados Unidos aprendió a coexistir con la bomba rusa, la india, la china, la israelí, la pakistaní. Entonces, que por qué no podría aprender a vivir con la bomba norcoreana. No obstante, del otro lado, del estadounidense, se alega que Corea del Norte es una dictadura hostil, pero la Unión Soviética y China también lo eran cuando lanzaron sus bombas. Entonces, la pregunta es ¿por qué no se puede convivir con esta dictadura hostil? En todo caso, todo parece indicar que parte importante de la Unión Europea y Estados Unidos no está dispuesta a dejar que el tema desaparezca de la agenda, aunque tampoco queda claro qué pueden hacer. Ya hay sanciones económicas contra Corea del Norte, sin embargo, existe un problema: al parecer las sanciones han afectado más a la población que al régimen, y hay que recordar que este es un régimen que no depende de la aprobación popular…

Corea del Norte tiene una estrategia disuasiva, pero ¿disuasiva frente a qué?

Estados Unidos creó lo que los economistas llaman incentivos perversos. Señaló a tres países que, a su modo de ver, conformaban un eje del mal: Irán, Irak y Corea del Norte. Los tres eran considerados regímenes autoritarios, hostiles a los intereses norteamericanos y en posesión, o aspiraciones de poseer, armas de destrucción masiva. Corea del Norte, efectivamente, tenía este tipo de armas, por lo que se estableció una negociación para que renuncie a ellas. Irak no tenía nada, pero fue invadida y ocupada. Ahora, imaginemos que somos Irán, ¿cómo preferiríamos estar? ¿Como Corea del Norte o como Irak? En efecto, Estados Unidos ha dado los incentivos necesarios como para que estos países busquen armarse, pues es la única garantía para no ser atacado.

¿Es Corea del Norte una amenaza al actual orden hegemónico?

De hecho, Corea del Norte representa una amenaza para los intereses de las potencias occidentales, pero, en honor a la verdad, es una amenaza también fuera de este marco. Las armas nucleares no solo implican riesgos en términos de una guerra entre Estados, sino por los accidentes que pueden ocasionar, así como por el peligro de que lleguen a caer en manos de agentes no estatales.

Personalmente, creo que el Tratado de No Proliferación Nuclear, pese a esa discriminación inicial, es una buena idea, el punto es aplicarlo de la manera más equitativa posible. Si Estados Unidos quiere que los demás países del mundo se compren el discurso del Tratado de No Proliferación Nuclear, los líderes del sistema tienen que actuar de la manera más razonable posible y desde ya el tratado discrimina a todos aquellos que no tenían armas nucleares en el momento de su firma.

Entrevista: Pablo Torrejón

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