La PUCP es un espacio de formación profesional y académica en el que todas y todos debemos tener la libertad para desarrollarnos de manera integral. El respeto mutuo es clave para la convivencia de nuestra comunidad. En esa línea, además de las acciones afirmativas, nuestra Universidad también sanciona la discriminación e insultos entre miembros de nuestra comunidad, siempre con el fin de corregir estas conductas.

“Expresarte libremente en la Universidad y en la vida es un derecho humano. Es parte de tu desarrollo y tu construcción de identidad», explica la Lic. Lucía Freyre, psicóloga de la Oficina de Bienestar Psicológico de la Dirección de Asuntos Estudiantiles.

La PUCP busca garantizar una convivencia pacífica y el respeto a la diversidad sexual es uno de los caminos para lograr un campus en el que todas las personas puedan sentirse seguras".

«Desde elegir la ropa que llevas, tu manera de hablar y caminar, o el tener una pareja son parte de quien eres. Vivir sintiendo que esa posibilidad de expresión te es negada castigada va a afectar tu desarrollo psicológico, emocional y social. Esto genera limitaciones dentro de la academia y espacios de estudios, pues surge el miedo a ser víctima de violencia”, desarrolla la especialista. Aun cuando entre miembros de nuestra comunidad tengamos distintas formas de pensar, la psicóloga indica que debe primar el respeto, la tolerancia y el cuidado mutuo: «Educarse y contar con mayor información, indica, son tareas claves».

Por su parte, la Mag. Marcela Huaita, jefa de la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad, resalta que la PUCP busca «formar ciudadanas y ciudadanos respetuosos de la diversidad presente en nuestra sociedad». En esa línea, al centro de nuestro modelo educativo «está el respeto de todas las personas integrantes de nuestra comunidad», por lo que está prohibida la discriminación por orientación sexual y la identidad de género, indica.

«Es importante reconocer que, desde la diversidad, podemos generar importantes aportes en nuestra comunidad: se contribuye a abordar la realidad desde aristas distintas y nos compromete a construir una convivencia pacífica y empática, otorgando un valor positivo a la misma. Sin duda, la PUCP busca garantizar una convivencia pacífica y el respeto a la diversidad sexual es uno de los caminos para lograr un campus en el que todas las personas puedan sentirse seguras», considera la Mag. Huaita.

No debemos perder de vista la necesidad de garantizar la vigencia de los derechos fundamentales de quienes se encuentran en pleno proceso de formación a fin de contribuir con su desarrollo integral".

Recientemente, el Tribunal Disciplinario de la PUCP confirmó una resolución de primera instancia que sancionó con cuatro semanas de suspensión a dos alumnos por realizar "insultos y actos de menosprecio, y actos discriminatorios por orientación sexual" contra otro estudiante, prohibió que se comuniquen con el estudiante agraviado -como medida de protección- y dispuso que participen en un taller sobre diversidad de género y tolerancia.

La discriminación se cambia con educación

Recientemente, el Tribunal Disciplinario de la PUCP -el órgano de segunda instancia en el sistema disciplinario de nuestra comunidad- confirmó una resolución de primera instancia que dispuso sancionar con cuatro semanas de suspensión académica a dos alumnos por realizar «insultos y actos de menosprecio, y actos discriminatorios por orientación sexual» contra otro estudiante, prohibió que se comuniquen con el estudiante agraviado -como medida de protección- y dispuso que participen en un taller sobre diversidad de género y tolerancia. Ambos habían realizado cyberbullying en un chat de WhatsApp.

Para la Mag. Ana Teresa Revilla, presidenta del Tribunal Disciplinario, es clave resaltar que este organismo no solo establece una sanción, sino que busca cambiar conductas a través de la educación.

Expresarte libremente en la Universidad y en la vida es un derecho humano. Es parte de tu desarrollo y tu construcción de identidad".

“No debemos perder de vista la necesidad de garantizar la vigencia de los derechos fundamentales de quienes se encuentran en pleno proceso de formación a fin de contribuir con su desarrollo integral. Es por ello que se prevé la adopción de medidas socioeducativas que permitan a los estudiantes recibir capacitación en estas materias. Así, se contribuye con el reforzamiento de la cultura de una vida libre de violencia en la comunidad universitaria”, explica.

Por eso, el Tribunal Disciplinario también exhortó a los alumnos a aprovechar el tiempo de suspensión para reflexionar sobre la infracción cometida y las consecuencias de su comportamiento en su formación profesional.

Faltas y sanciones aplicables a la comunidad universitaria

Diversidad, virtualidad y trabajo en comunidad

La discriminación y el bullying son un problema que nos aqueja como sociedad. Entre enero y octubre de este año, el Sistema SíseVe del Ministerio de Educación (Minedu) registró 26,802 casos de violencia de diverso tipo entre escolares de todo el Perú. Es inevitable que parte de ese problema llegue a las universidades, por eso es importante combatirlo con prevención, sanción y educación.

Tanto para Freyre como para Revilla, es fundamental detectar este tipo de problemas, y crear espacios de reflexión para lograr vivir en comunidad sintiéndonos cómodos y libres. La psicóloga Freyre resalta además el concepto estrés de las minorías. «En personas que son parte de la diversidad sexual se da el temor al rechazo de su identidad de género ante el estigma que existe. No solo por salud, podemos hablar también de cuestiones académicas y laborales. Muchos se preguntan si el ser abiertamente homosexual va a afectar sus oportunidades. Este estrés incrementa el malestar psicológico”, precisa.

Además, acota que, en más de 2 años de intensa virtualidad, ha sentido que en redes es más difícil frenar situaciones de violencia ya que las personas, sentadas ante pantallas, sienten que están distanciadas. Atacar a alguien puede ser más sencillo al no verle directamente. Eso no lo hace menos dañino para la persona que recibe el ataque ni menos importante al analizar la falta cometida. Por ello, es necesario tomar conciencia y hacer uso del Internet con responsabilidad.

Estudiantes, profesores y administrativos debemos estar antentos y ofrecer ayuda para comunicar cualquier tipo de violencia al sistema disciplinario de nuestra Universidad. Juntos y juntas podemos apoyarnos y trabajar para hacer de la PUCP un espacio seguro para cada miembro de nuestra comunidad.