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Institucional

Chana: una estación científica PUCP en la Amazonía para no perder nuestras lenguas

La profesora de la U. de Zúrich Caroline Andrews utiliza el "eye tracker" con la colaboración de Lleverson Silvano Campos y Edelvina Cumapa Campos, dos jóvenes hablantes de la lengua iskonawa.
Aliados estratégicos: Dr. Aldo Panfichi (PUCP), Dr. Roberto Zariquiey (PUCP), Russell Gray (Instituto Max Planck) y Balthasar Bickel (Universidad de Zurich).
Zariquiey y Gray durante la inauguración de Chana.
El Vicerrectorado de Investigación gestiona la estación junto con el Departamento de Humanidades.
En la inauguración de la estación Chana, nos acompañaron representantes de la Universidad de Quillabamba, de la Universidad del Altiplano y de la Universidad Federico Villarreal.
Los profesores del Departamento de Humanidades Fidel Tubino y Roberto Zariquiey han estado vinculados estrechamente con la Amazonía.
Estudiantes de la UNIA realizaron una presentación cultural en Chana.

En San José de Yarinacocha, Pucallpa, la PUCP inauguró la estación científica para las ciencias del lenguaje y la interculturalidad Chana, un espacio para la preservación y el fortalecimiento de las lenguas amazónicas. El proyecto ha sido posible gracias a nuestro Vicerrectorado de Investigación, el Departamento de Humanidades PUCP, el Instituto Max Planck y la Universidad de Zúrich.

  • Texto:
    Vania Ramos Mendívil
  • Fotos:
    Renato Pajuelo

Chana es el nombre de un ave de nuestra Amazonía que tiene la capacidad de imitar el canto de otras aves. Los pueblos amazónicos, como el shipibo, asocian a esta especie con la inteligencia y la diversidad lingüística de sus comunidades. Esta diversidad se refleja en las 44 lenguas que se hablan en la región amazónica peruana de las 48 lenguas originarias del Perú que el Mincul tiene registradas.   

Con esta inspiración nació la estación científica para las ciencias del lenguaje y la interculturalidad Chana, que, el pasado jueves 5 de octubre, la PUCP inauguró en la localidad de San José de Yarinacocha, en Pucallpa, Ucayali.

Vista aérea de la estación científica Chana, ubicada en San José de Yarinacocha, en Pucallpa, Ucayali.

En Chana se busca tener una mirada colaborativa entre la academia y las comunidades.

Espacio de encuentro científico e intercultural

La estación, gestionada por nuestro Departamento de Humanidades y el Vicerrectorado de Investigación, no solo es un lugar de estudio científico de lenguas indígenas con fines académicos. También busca ser un lugar de encuentro intercultural donde las personas de los pueblos amazónicos, investigadores y organizaciones locales obtengan herramientas para mantener vivas sus lenguas a través de proyectos educativos y sociales.

El Dr. Roberto Zariquiey, investigador del Departamento de Humanidades que lidera el equipo de Chana, explica que la estación está orientada a conocer, preservar y revitalizar la diversidad lingüística de nuestra Amazonía. “El objetivo de Chana no es solo estudiar lingüística, la idea también es comprometerse con el medio, promover proyectos educativos, de revitalización de lenguas, que ayuden a preservar la riqueza humana y la diversidad lingüística de la Amazonía y del Perú”, explica Zariquiey. 

Nuestro vicerrector de Investigación, Dr. Aldo Panfichi, señala la importancia de que la PUCP cuente con una estación de investigación lingüística en una localidad amazónica con tanta diversidad. “En esta región existen cerca de 29 familias lingüísticas, algunas en distintos niveles de supervivencia. Para la PUCP, estar en esta zona de gran diversidad lingüística es muy importante para desarrollar no solo la investigación académica sino también ayudar a los pueblos amazónicos en su proceso de reconstitución de su identidad. Queremos aportar a ellos y devolverles el conocimiento que se produzca, con el objetivo de que nuevas generaciones puedan aprender de sus lenguas maternas”, refirió el Dr. Panfichi.

En la inauguración de Chana estuvieron presentes dos de los investigadores de lenguas más destacados de Europa: el Dr. Russell Gray, director del Departamento de Evolución Lingüística y Cultural del Instituto Max Planck; y el Dr. Balthasar Bickel, director del National Center of Competence in Research (NCCR) “Evolving Language” de la Universidad de Zúrich.

Aliados internacionales de Chana

Para sacar adelante esta estación científica, nuestra Universidad se alió con dos instituciones internacionales muy importantes en estudios de diversidad lingüística alrededor del mundo: el Instituto Max Planck y la Universidad de Zúrich.

Precisamente, en la inauguración de Chana, estuvieron presentes dos de los investigadores de lenguas más destacados de Europa, con quienes el Dr. Roberto Zariquiey ya venía trabajando proyectos: el Dr. Russell Gray, director del Departamento de Evolución Lingüística y Cultural del Instituto Max Planck; y el Dr. Balthasar Bickel, director del National Center of Competence in Research (NCCR) “Evolving Language” de la Universidad de Zúrich.

El Dr. Gray, quien se desenvuelve profesionalmente en el campo de la lingüística y la psicología, explicó cómo en los estudios de ambas disciplinas ha sido habitual tener una mirada colonialista y extractivista. En Chana, por el contrario, se busca tener una mirada colaborativa entre la academia y las comunidades.

La región Ucayali reune a hablantes de 15 lenguas amazónicas: amahuaca, asháninka, awajún, shipibo, kaxinawa, kakataibo, yine, yaminahua, sharanahua, mastanahua, chaninahua, madija, nahua (yora), kukama-kukamiria, iskonawa.

“Espero que al trabajar la PUCP directamente con universidades locales y con las personas de las comunidades, se genere en Chana un trabajo científico a partir de la colaboración y no con un tinte extractivista. Confío en que a la estación Chana le irá bien porque se va a basar en un modelo que genera vínculos con la gente local y vínculos internacionales. A partir de esto, se podrá crear nuevas comprensiones, tanto de las lenguas originarias locales, las lenguas del Perú y, finalmente, hacer algo relevante para la comunidad científica», reflexionó Gray.  

Por su parte, Balthasar Bickel indica que en el camino a entender la diversidad del lenguaje, desde la Universidad de Zúrich, han trabajado en proyectos de estaciones científicas en otras partes del mundo, como Nepal, el norte de Canadá y Vietnam. Ahora, estar en la Amazonía del Perú abre más posibilidades para comprender el desarrollo lingüístico. “Me emociona mucho la posibilidad de generar investigaciones, de corte experimental o descriptivo, en colaboración con las comunidades y con los hablantes. Asimismo, es positivo que el trabajo en la estación haya surgido de una cooperación entre las tres instituciones (PUCP, Max Planck y Universidad de Zúrich) por los grandes proyectos que vendrán en el futuro producto de este trabajo conjunto», indicó. 

A la inauguración de la estación asistió Nelita Rodríguez, una de las últimas hablantes de la lengua iskonawa. En Chana, nació el proyecto Escuelita Iskonawa para la revitalización de esta lengua.

Líneas de investigación que se desarrollan en Chana

La investigación en Chana gira en torno de cinco líneas bien definidas:

1. Psicolinguística experimental con lenguas tipológicamente diversas (procesamiento de lenguas tipológicamente distantes de las lenguas europeas)

2. Lingüística computacional, bases de datos y tecnologías del lenguaje para y desde la perspectiva de las lenguas indígenas de Sudamérica

3. Revitalización lingüística, descripción y documentación de lenguas en peligro y desarrollo de materiales educativos para comunidades indígenas de Sudamérica

4. Relación cultura-naturaleza, buen vivir en la Amazonía, práctica de la conservación, conocimiento ancestral sobre la naturaleza y su transmisión, y etnobiología

5. Cosmovisión, religiosidad y conciencia, literaturas orales amazónicas y arte como representación mística de la realidad

En la foto, vemos el funcionamiento del equipo “eye tracker”, con el que se estudia cómo procesamos el lenguaje a partir de estímulos visuales.

Uso de la tecnología

En los estudios lingüísticos modernos es vital el uso de la tecnología porque, según explica el Dr. Zariquiey, tienen un impacto muy positivo en la gente que habla las lenguas: “Cuando ves tu lengua en un computador o en un celular dejas de sentir que esta es algo del pasado o que ya no tiene utilidad; por el contrario, sientes que se puede usar en nuevos contextos. Esto es algo que nosotros lo hemos visto muy nítidamente en el trabajo con los iskonawas. Por eso, apostamos fuertemente en que revitalización y tecnologías del lenguaje deben ir juntas”. 

Por supuesto, Chana ha incorporado el uso de la tecnología en varios proyectos de corte interdisciplinario dentro de sus líneas de investigación. “Ya hemos desarrollado prototipos para varias herramientas tecnológicas. Chana tiene un modelo de traductor automático para shipibo y correctores ortográficos. Hemos hecho distintos corpus computacionales y queremos seguir en esa línea. Por eso, vas a ver que en algunos proyectos está involucrada gente de Ingeniería Informática PUCP”, cuenta Zariquiey.

Durante la inauguración de la estación se mostró un equipo llamado eye tracker. Mientras la profesora de la Universidad de Zúrich, Caroline Andrews, hacía pruebas en el equipo con la colaboración de Lleverson Silvano Campos y Edelvina Cumapa Campos -dos jóvenes hablantes de la lengua iskonawa-, el investigador Roberto Zariquiey nos explicó la utilidad de este equipo para entender cómo procesamos el lenguaje a partir de estímulos visuales como letras o fotografías: “El eye tracker sigue el movimiento de los ojos en la pantalla. Entonces, por ejemplo, si tú le pides a alguna persona que lea algo, puedes ver qué lee primero, si regresa, si entendió en una primera lectura o tiene que leerlo varias veces. Asimismo, si pones una palabra e imágenes, entonces puedes ver cuál es el movimiento ocular que hace la persona para identificar qué imagen se relaciona con la palabra”.

Cuando ves tu lengua en un computador o en un celular dejas de sentir que esta es algo del pasado o que ya no tiene utilidad; por el contrario, sientes que se puede usar en nuevos contextos".

Dr. Roberto Zariquiey
Investigador del Departamento de Humanidades y líder de la estación científica Chana

Proyectos Chana en marcha

Si bien la estación científica recién ha sido inaugurada, el Dr. Roberto Zariquiey ya llevaba varios años trabajando en esa casa, que fue propiedad de Adelina Maldonado, una artista shipibo que integró la lista de «Las 50 mujeres más poderosas de Perú en 2023», de Forbes, y que ha sido una importante aliada local para el trabajo de Chana.

Uno de los proyectos educativos que se ha trabajado en este espacio es la Escuelita Iskonawa, que tiene como principal objetivo transmitir esta lengua y cultura a las generaciones más jóvenes y así evitar su extinción. La escuelita hace uso de herramientas tecnológicas y dinámicas desarrolladas por el Proyecto Chana. Por otra parte, con la lingüista PUCP y profesora de Chapman University, Dra. Pilar Valenzuela, se está trabajando un Proyecto de Documentación de la Lengua Amahuaca.

«Tenemos algunos proyectos con shipibos e iskonawas, queremos retomar cosas con los cacataibo y tenemos la idea de trabajar también con los yanesha. Hay mucho que hacer y felizmente la gente confía en nosotros porque ve que nuestra forma de trabajar es respetuosa y ética», cuenta Zariquiey.

El financiamiento que se recibe del Instituto Max Planck para desarrollar las líneas de investigación permite involucrar en los proyectos a estudiantes PUCP y de las universidades locales, como la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA).

Además, Roberto Zariquiey explica que el financiamiento que se recibe del Instituto Max Planck para desarrollar las líneas de investigación permite involucrar en los proyectos a estudiantes PUCP y de las universidades locales, como la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA): «Con el proyecto de Max Planck, tenemos contratados a 10 estudiantes de Lingüística e Ingeniería que están siendo practicantes o asistentes de investigación. También dentro de ese grupo tenemos asistentes shipibos que son de las universidades locales. Tenemos una relación muy estrecha con la gente de la UNIA, donde están representados más de 20 pueblos indígenas».

Por su parte, el profesor e investigador del Departamento de Humanidades, Pedro Favaron, ha contribuido a Chana con su profundo conocimiento del pueblo Shipibo-Konibo, y viene proyectando un proyecto sobre el arte verbal y musical del referido pueblo.

La estación científica Chana de la PUCP ya abrió sus puertas y, de la mano de aliados locales e internacionales, ya está lista para ser un espacio de encuentro donde se trabaje de forma colaborativa con estudiantes, investigadores, jóvenes y líderes de las comunidades indígenas que están dispuestos a lograr la supervivencia de nuestras lenguas peruanas.

Alas y buen viento para Chana.  

Equipo Chana

La implementación de la estación Chana estuvo a cargo del equipo liderado por el Dr. Roberto Zariquiey, profesor e investigador del Departamento de Humanidades; la investigadora PUCP Mag. Mariana Poblete; el lingüista Alonso Vásquez-Aguilar, egresado PUCP y candidato a doctor en University of California, Santa Barbara; y Germán Campos, miembro del pueblo iskonawa y colaborador de la estación.

Testimonios

«Hay investigaciones de diferentes campos que pueden aportar a los contenidos educativos. Ahora estamos participando en una investigación que tiene que ver con el pasado de varios pueblos indígenas donde se combinan la historia, antropología, lingüística y genética. Esos resultados, por ejemplo, pueden alimentar los cursos de historia o sociales, ya sea a nivel primario o a nivel secundario. Con las investigaciones que se van haciendo en Chana, se puede contribuir».

Dra. Pilar Valenzuela
Lingüista PUCP, profesora de Chapman University e investigadora de Chana

«Los iskonawas hacemos la revitalización de esta lengua de persona a persona. En la Escuelita Iskonawa, los maestros nos enseñan la lengua pero también es un espacio donde la practicamos porque estamos conviviendo con los abuelos, los tíos, los sabios. Entonces, este espacio de la estación Chana es un lugar muy adecuado de encuentro, donde los iskonawas se unen y empiezan a hablar su lengua en las diferentes actividades que se desarrollan».

Felix Ochavano
Presidente de la Organización para el Desarrollo y el Bien Común del Pueblo Iskonawa (Odebpi)

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