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Coronavirus

¿Por qué no dejar que se apaguen las voces de las lenguas indígenas?

Con más de dos meses de emergencia sanitaria, los pueblos indígenas peruanos no han recibido suficiente atención por parte del Estado para evitar la propagación de la COVID-19. Entre las personas más vulnerables se encuentran los ancianos de estas comunidades, quienes acumulan el mayor conocimiento y uso de nuestras lenguas indígenas. Dos docentes PUCP analizan por qué no solo están en riesgo sus vidas sino también parte de nuestro legado cultural.

  • Texto:
    Sthefanny Carrión Cobarrubias
  • Fotografía:
    Archivo personal

Amelia Huanaquiri Tuisima falleció en Iquitos, Perú, a los 89 años el 10 de mayo. Según sus vecinos, tenía síntomas característicos de la COVID-19. Amelia era considerada una sabia que contribuyó a la revitalización de la lengua mediante el proceso de normalización del alfabeto y el estudio de la fonología de su lengua. Con su muerte, también muere una de nuestras lenguas originarias y se pierde el legado cultural de su pueblo

A más de 70 días de iniciada la cuarentena, las comunidades indígenas son parte de la población más vulnerable ante el avance de la COVID-19. Como indica la Mag. Carolina Rodríguez, docente del Departamento de Ciencias Sociales, «no existe una estrategia con acciones pertinentes al contexto social, cultural y lingüístico de los pueblos indígenas».

Ante esta enfermedad, los adultos mayores son población vulnerable, especialmente en zonas rurales. Perderlos a ellos significaría perder también su conexión con el pasado, la tradición oral de su lengua, costumbres y relatos, así como los conocimientos particulares que aplican en su día a día como comunidad.

Lenguas indígenas en peligro

Desde el 2011, el Estado peruano cuenta con la Ley Nº29735, conocida como la Ley de lenguas. Esta busca velar por los derechos de las poblaciones indígenas como hablantes y cuidadores de las lenguas originarias. Desde entonces, el Gobierno ha estado reuniendo esfuerzos para incrementar y proteger los derechos de los hablantes. Sin embargo, como resalta el Mag. Andrés Napurí, docente de la Sección Lingüística y Literatura del Dpto. de Humanidades, las poblaciones indígenas no han recibido apoyo ni protección por parte del Estado.

El docente afirma que se han descuidado los derechos de los hablantes de lenguas originarias pues los esfuerzos se han reducido a estrategias de traducción y comunicación en lenguas indígenas. “Es importante que respeten el derecho a estar informados en sus lenguas, pero las acciones del Estado no se pueden limitar a ello”, concuerda Rodríguez.

En las comunidades indígenas, se valora la acumulación de conocimiento de los ancianos. Su larga vida les ha permitido tener una relación intensa con sus antepasados. Son ese engranaje que conecta el pasado con el futuro”.

Mag. Carolina Rodríguez
Docente del Departamento de Ciencias Sociales

La tradición oral

Como medida para prevenir la COVID-19, las comunidades nativas decidieron acatar la cuarentena cerrando sus comunidades, ríos y carreteras próximas a ellas. “Muchos ancianos decidieron salir de la zona poblada en sus comunidades y aislarse en sus chacras o fueron alejados de las ciudades para que se retiraran a las comunidades. Esta estrategia de sobrevivencia es bien conocida por ellos, ya que sus antepasados hicieron lo mismo frente a otras enfermedades traídas por foráneos a lo largo de su historia”, cuenta la docente.

De este modo, la importancia cultural que tienen los ancianos en las comunidades exceden los relatos que tienen para contar. Como bien afirma Napurí: “Tenemos esta idea de que los adultos mayores o ancianos son una suerte de repositorio cultural, que en ellos conocemos mitos, eventos del pasado, tradiciones culturales, pero no solamente guardan ese tipo de conocimiento. Ellos aportan información valiosa y aplicable en su día a día”.

Además, Carolina Rodríguez destaca que, en las comunidades indígenas, se valora la acumulación de conocimiento de los ancianos. “Su larga vida les ha permitido tener una relación intensa con sus antepasados y la oportunidad de conocer a sus descendientes. Son ese engranaje que conecta el pasado con el futuro”, afirma la docente.

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lenguas originarias son habladas por el 16% de la población peruana. Lo que equivale a 4’500,000 personas, según el censo del INEI del año 2019.

Uno de los ejemplos más visibles que brinda la docente es en el campo de la salud. “Si las lenguas se pierden, hay mucho del conocimiento sobre el entorno, la naturaleza, costumbres y valores sociales que se pierden con ellas. Si los ancianos fallecen durante esta pandemia, significa que un pueblo se queda sin un guía, sin conocimiento sobre la salud y farmacéutica propia de estas sociedades”, complementa Rodríguez.

Más de 4 millones de personas en el Perú hablan alguna lengua originaria (INEI, 2019). Por ello, la protección de las comunidades indígenas no solo debe ser una prioridad para salvar la vida de peruanos, sino también para rescatar parte de nuestra cultura.

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