¡Nuestro Centro de Asesoría Pastoral Universitaria (CAPU) ha cumplido 45 años! Este espacio clave para nuestros estudiantes fue fundado en 1976 bajo la propuesta del entonces rector, el padre Felipe Mac Gregor. Surgió como lugar de encuentro y acompañamiento inspirado en el Evangelio; desde entonces, el CAPU promueve la fe como un medio para que los más jóvenes refuercen su desarrollo humano integral, y puedan aportar a construir una sociedad más justa y humana.

Este jueves 20 de octubre, el Gran Canciller de la PUCP, cardenal Pedro Barreto S.J., presidió una misa de aniversario, en la que también participaron el arzobispo de Lima y profesor PUCP, Mons. Carlos Castillo, y el padre Edmundo Alarcón, quien dirige el centro.

Quiero decir muy claramente que el CAPU y toda la Universidad son el hoy de Dios, quien está presente en cada uno de nosotros y especialmente en ustedes, los jóvenes. Nos toca vivir ese hoy”.

“Quiero decir muy claramente que el CAPU y toda la Universidad son el hoy de Dios”, señaló el cardenal Barreto durante la misa. “Dios está presente en cada uno de nosotros y especialmente en ustedes, los jóvenes. Nos toca vivir ese hoy”, añadió.

Por su parte, el arzobispo Castillo resaltó la necesidad de seguir reforzando una fe inclusiva. “Creo que estos 45 años del CAPU nos hacen tomar conciencia de la posición que debemos tener en nuestra vida personal, familiar y eclesial, para vivir con alegría y esperanza nuestra identidad cristiana y católica universal, sin dejar de lado a nadie”, afirmó.

Asimismo, el cardenal Barreto y el padre Alarcón tuvieron un conversatorio para intercambiar y reflexionar de cerca junto con los miembros jóvenes de la comunidad pastoral.

Estos 45 años del CAPU nos hacen tomar conciencia de la posición que debemos tener en nuestra vida personal, familiar y eclesial, para vivir con alegría y esperanza nuestra identidad cristiana y católica universal".

CAPU PUCP: 45 años reafirmando la fe de los más jóvenes

El padre Alarcón explica que desde un inicio el CAPU nació con el objetivo de animar la fe, por lo que siempre ha buscado acercarse a los jóvenes a través de distintos espacios y comunidades.

“Por ejemplo, a través del área Arte y Espiritualidad, ellos utilizan su talento para vivir la fe a través de la danza, la música, el coro y el teatro”, comenta. “También tenemos un espacio de misioneros al servicio de los más vulnerables. Tenemos programas de radio, como Todas las Voces, donde los jóvenes dan sus apreciaciones sobre los problemas del país. Como ciudadanos y creyentes, estamos llamados a trabajar por un mundo más humano y fraterno”, enfatiza.

Como ciudadanos y creyentes, estamos llamados a trabajar por un mundo más humano y fraterno".

Espacio de integración: testimonios de juventud

Pese a los desafíos de la pandemia, el CAPU ha seguido sumando a estudiantes jóvenes a sus filas para formar una comunidad fuerte y unida.

“En el ámbito más personal e íntimo, el CAPU me ha ayudado a encontrar una familia bastante unida, con amigos que mantengo pese al pasar de los años”, dice Piero Venturo, estudiante de Derecho.

En el ámbito personal e íntimo, el CAPU me ha ayudado a encontrar una familia bastante unida, con amigos que mantengo pese al pasar de los años".

Karla Pajuelo, estudiante de Relaciones Internacionales, concuerda con su compañero. “Yo soy cachimba virtual así que al empezar la Universidad no conocía a nadie. En ese sentido, el CAPU me ayudó un montón pues nuestra misión era integrarnos entre todos”, comenta Karla. “He podido reafirmar mi fe viéndola no como una obligación, sino como algo que te nace y puedes compartir obrando para la sociedad. Además he aprendido muchas cosas de organización y de trabajo en equipo, algo fundamental para la vida profesional”, complementa.

He podido reafirmar mi fe viéndola no como una obligación, sino como algo que te nace y puedes compartir obrando para la sociedad".

“El CAPU me ha ayudado a crecer como persona y mejorar mis habilidades blandas”, señala por su parte Víctor Ojeda, estudiante de Gestión y Alta Dirección. “Cuando entré era un chico con mucho entusiasmo, ganas e ideas, pero no sabía cómo expresarlas y compartirlas con los demás. Con las actividades que realizamos aquí, poco a poco me fui soltando y descubriendo a mí mismo”, afirma.

He crecido como persona. Con las actividades que realizamos aquí, poco a poco me fui soltando y descubriendo a mí mismo".