Día del Teatro: ¿Qué obra tiene un especial significado para ti?
Le hicimos la pregunta a Alberto Isola, Alonso Alegría, Jorge Guerra, Alfonso Santistevan, Lorena Pastor y Eduardo Adrianzén. Y para ti, ¿cuál es la obra que más recuerdas?
Texto:
Susana Navarro
Jorge Guerra. Director de la Escuela de Teatro. Facultad de Artes Escénicas PUCP
La obra que dirigí, “Don Juan regresa de la Guerra”, porque es una obra con alto nivel de síntesis y con un lenguaje teatral que me interesa desarrollar. Creación de un nuevo público. Con este trabajo y debido, en gran parte, al elenco, pude poner en práctica muchas de las teorías sobre el teatro y su poder de hablar con el público a otro nivel: visceral y orgánico. A mí me aburre terriblemente el realismo, no me parece nada interesante. Para mí, el teatro debe transitar por las zonas fronterizas, por las oscuridades del alma y por cierto nivel de locura. Solo así rescatará el arte de recrear la vida.
Alberto Ísola. Director teatral, actor y profesor del Departamento de Comunicaciones.
Todas las obras (incluso las que fracasan de una u otra manera) tienen su importancia. Pero esta vez quisiera resaltar el montaje de “Los Calzones” del dramaturgo alemán Carl Sternheim que estrenó el TUC en 1978. Fue la primera colaboración de lo que más tarde sería el grupo Ensayo. La dirigió Luis Peirano y actuamos Jorge Guerra, Mónica Domínguez, Alicia Morales, Víctor Prada, Gustavo Bueno y yo. La recuerdo porque marcó el inicio y el fortalecimiento de una visión del teatro que compartí con todos mis compañeros de escena y entrañables amigos, que hoy echo mucho de menos. Del teatro aprendí sobre la
importancia del trabajo colectivo, de la búsqueda, del rigor y también de los sueños. Por más que conservo y sigo haciendo míos esos principios, me gustaría verlos más en el teatro peruano de hoy, tan avanzado en algunos aspectos y tan alejado de otros que me parecen esenciales. Feliz Día del Teatro.
Alonso Alegría. Director teatral y profesor del Departamento de Comunicaciones.
La Vida es Sueño. Recién comenzaba en teatro y fui asistente de dirección, y era un montaje de Sergio Arrau, en el teatro universitario en San Marcos en el año 1961, la recuerdo porque comencé a mirar el teatro en verso clásico español que fue toda una novedad para mí, porque pude trabajar con actores de primera fila. Además la obra fue todo un éxito, a tal punto que teníamos que llamar a la policía para que la gente no rompa las puertas del local. Esto significó bastante para mí, me parece que todavía no sabía que me iba a Estados Unidos, creo que no existe solo una obra crucial que haya determinado mi camino, pero sí fue muy importante, le tengo mucho cariño a la Vida es Sueño, sé me de memoria varios pasajes y todavía quisiera hacerla.
Alfonso Santistevan. Director teatral, actor y profesor del Departamento de Comunicaciones.
Tengo un especial recuerdo de “El caballo del libertador” que se realizó en 1986 y la recuerdo por ser la primera obra que escribí y dirigí. Además, se realizó en un momento muy difícil por ser la época de terrorismo y justamente, la obra trata ese tema. Es una obra que se hizo a lo largo de ocho años y tiene un significado especial para mí, como anécdota, durante la obra hubo bombas y atentados que eran reproducidos por efectos de sonido, pero un día durante la obra, hubo un atentado muy cerca del teatro en Magdalena donde actuábamos. Fue curioso porque parecía que era un efecto pero fue una bomba real que detonó a tres cuadras de donde estábamos. Los actores fueron Maritza Gutti y José Enrique Mávila. Hasta ahora recuerdo esta obra con mucho cariño.
Lorena Pastor. Directora teatral, actriz y Coordinadora de la especialidad de Artes Escénicas. Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación.
La que más recuerdo actuando es una que se llamo Galería Teatral en 1994, que fue un montaje que hicimos con un grupo de egresados de la Facultad de Comunicaciones y consistía en este montaje de cinco obras, dirigidas por cinco directores de gran trayectoria, con cinco dramaturgos jóvenes y cinco actores, yo estuve en tres de dichas obras. Fue una linda experiencia porque era en una casa, en la cual la gente visitaba los cuartos como una galería, se cerraba el cuarto y veían una obra de quince minutos, los actores teníamos que correr, era un trabajo muy lindo, de dramaturgia peruana y contemporánea, con directores que admiramos y en un espacio nuevo, con gente joven y tuvimos una buena acogida con el público. La segunda obra fue una que dirigí y fue un trabajo que realice en el centro juvenil Santa Margarita. Este proyecto lo trabajé en el mismo centro donde hay adolescentes privadas de su libertad, entonces hicimos un proyecto de teatro y hubo una obra en particular que se llamó “Voces de esperanza”, que luego la llevamos al Congreso y generó un impacto muy positivo en las adolescentes. En términos sociales, fue un trabajo que marcó la vida de mucha gente y la mía sobre todo, y a raíz de eso empecé a estudiar las artes escénicas en su relación con la sociedad. El teatro como un espacio que transforma la identidad en términos positivos.
Eduardo Adrianzén. Dramaturgo y ex Profesor del Departamento de Comunicaciones.
De dieciocho obras que hasta ahora tengo, creo que siempre la mejor obra es la última que he hecho. Ahora, la mejor es la que estreno en abril que se llama la “La eternidad en sus ojos” y es para Sonia Seminario, una actriz que quiero mucho y que cumple sesenta años en las tablas. En medida que hago una obra, esta se convierte en la que más me gusta, esto significa que es única y pienso que la última siempre será mejor que la anterior, se le pone el mismo empeño, trabajo y es esfuerzo para que quede bien. El teatro es un trabajo que nunca termina, cada obra nueva es como si fuera la primera porque siempre será la más difícil.
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