¿Cómo empezó la carrera de actuación?

Mi madre era actriz de teatro muy reconocida. De alguna manera yo estuve siempre vinculado a este mundo. Conocía a los actores, los teatros, acompañaba a mi mamá, iba a los estrenos. Pero yo cultivaba otras aficiones como dibujar, así que siempre soñé que iba a ser arquitecto. Un día pasaba con mis amigos por el TUC y yo los animé a postular a la Escuela de Teatro de la PUCP. Yo no podía porque no era alumno de la Universidad. Es en ese momento cuando decidí cambiar todo, me estaba preparando en una academia para postular a la Universidad de Ingeniería pero decidí postular más bien a la PUCP en Letras. Ya Ricardo Blume me había dicho: «Si tú no puedes ser alumno porque no perteneces a la PUCP, vente en la noche que estamos ensayando con un montón de personajes y te probaré» y fui. Y me quedé vinculado al teatro, no solo como parte del elenco de “La Cabaña”; sino después como uno de los directores del TUC. Luego de eso lo he combinado durante varios años con la publicidad, he sido director de arte, director creativo, director de comerciales. Esa ha sido mi vinculación con los medios y el arte histriónico o teatral.

¿Cómo llegó a influir esta experiencia en su carrera como actor?

Mi carrera ha estado vinculada fundamentalmente al teatro. Más bien en publicidad he aprovechado algunas de las habilidades que he encontrado en el camino de ser actor de teatro y de televisión. Me llamaban para hacer varios comerciales y me propusieron que me incorpore al trabajo publicitario. Lucho Llosa me llamó para que participe en una de las tres primeras historias que hizo. De ahí vino la vinculación a «La Ciudad y los Perros» y me llamaron. Conocí a Pancho Lombardi, hicimos una muy buena relación y hemos trabajado en muchas películas juntos. Una amistad y vinculación artística indestructible.

¿Cuál de todos sus personajes le gustó más?

Es que he hecho muchos en diferentes edades. En el teatro, creo que una de las obras que más recuerdo es «Cita a ciegas», que hice con Pancho, porque trabajé al lado de Carlos Gassols y Wendy Vásquez. Y la última que he hecho me ha encantado, «El Sistema Solar», que vamos a llevar al cine en enero. Bacha Caravedo ha adquirido los derechos de la obra para hacer una obra cinematográfica y va a dirigirla. No voy a tener vacaciones porque voy a filmar la película, pero lo haré con gusto porque es una de las obras más hermosas que he hecho en mi vida. También recuerdo mucho «La gaviota», dirigida por Alberto Ísola, una de las primera obras que me tocó hacer.

¿Cómo se da su vinculación con los personajes?

Me fijo arquetipos, en tipos, en cómo se comporta un personaje y lo que trato es de hacerlo veraz, verosímil. No es que yo me meta en el personaje y pierda conciencia de lo que estoy haciendo. No, todo lo contrario, cuando actúo siempre estoy consciente de lo que estoy haciendo. En ese sentido, más brechtiano que stanilavskiano. Y me parece interesante, porque, de esa manera, das tu punto de vista sobre el personaje que estás haciendo porque eres consciente de que estás construyendo algo. Que sea veraz depende de una serie de factores: del director, el actor y una serie de talentos y habilidades que se juntan para producir la obra cinematográfica o teatral.

Además de «El Sistema Solar» y de su personaje en televisión, ¿en qué otro proyecto está involucrado?

Por ahora solo en esos. En el teatro lo voy a pensar porque es muy estresante vincular el trabajo en televisión con el teatro. Te ponen una situación muy peculiar, en realidad, te produce muchas tensiones. La mayoría de los que han aceptado hacer ambas cosas a la vez sufren y, a veces, se lamentan. Cada vez el trabajo de televisión es más demandante, además te avisan de un día para otro lo que vas a hacer al día siguiente.

En su experiencia, ¿qué consejo le daría a un actor para que sea versátil?

Eso depende de cada uno, es muy difícil. Que tenga disciplina, que se deje de vanidades tontas y aproveche para consolidarse respetando mucho a los demás, todo puede fracasar sin tus compañeros. Tienes que escoger muy bien tus opciones, no hacer las cosas por hacer. Un joven actor ya debe tener una formación, una cultura. Leer mucho te ayuda a tener un espíritu crítico, no es que tomas lo primero que se te viene. Aprovecha las oportunidades pero cuenta hasta diez antes de decidir con qué te comprometes.

No te pierdas del Homenaje a Gustavo Bueno en el Festival de Cine de Lima PUCP.

El Perfil

Nombre: Gustavo Bueno