Lo difícil hecho fácil: cómo entender la crisis económica mundial
Alfredo Dammert y Raúl García Carpio acaban de publicar el libro «Los Jones quieren casa nueva. Cómo entender la nueva crisis económica mundial», una didáctica publicación del Fondo Editorial de la PUCP que nos explica esta compleja situación de manera sencilla.
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Alfredo Dammert
En el libro se explica que la crisis económica mundial se inicia con una crisis de las hipotecas en Estados Unidos…
Algunos economistas señalan factores como que las tasas de interés eran muy bajas o que no hubo un buen manejo financiero de la economía, entre muchos otros. Todas estas condiciones permitieron que se produjera la crisis. No obstante, al leer los reportes y análisis, es evidente que la crisis se gestó gracias a las hipotecas. Un primer aspecto es la demanda de hipotecas para viviendas, esto quiere decir que diferentes personas o familias en Estados Unidos tenían el deseo de adquirir una casa o comprar una más grande.
Se trataba de clientes de mayor riesgo para los bancos…
Había clientes que, debido a sus ingresos, calificaban para un nivel de préstamo, pero no para casas de mayor precio. Otros, en cambio, sí estaban en el grupo de riesgo ya que tenían un empleo no estable. Con el boom de la economía, hubo mayores fondos para prestar, entonces los bancos se vieron impulsados hacer que los préstamos sean más accesibles para poder colocar estos fondos, pero asumieron mayores riesgos.
Estas hipotecas de mayor riesgo son las que en su libro denomina como subprime. ¿Cuáles fueron los mecanismos que utilizaron los bancos para facilitarlas?
En primer lugar, aumentaron el número de hipotecas con tasa de interés variable, esto quiere decir que, durante los primeros años del préstamo, se pagaban unas tasas muy bajas pero luego se iban ajustando de acuerdo a un índice bastante complejo y los individuos tenían que pagar mayores cuotas.
¿En qué se basaba este método?
Los bancos hicieron algunas proyecciones basadas en el boom de la economía y calcularon que el sueldo de sus clientes aumentaría y eso les permitiría pagarles, pero no había ninguna seguridad. Los bancos tenían el incentivo de prestar ya que, a mayores préstamos, mayor reconocimiento, así que el otro mecanismo que utilizaron fue reducir las condiciones para que los prestatarios calificaran. Mientras que al principio eran muy exigentes con la presentación de boletas y exigencia contar con determinado tiempo mínimo en un puesto, en ese momento se volvieron muy laxos y sólo les pedían una declaración de trabajo. Todo esto lleva a los préstamos llamados subprime, que es simplemente una calificación para diferenciar los préstamos más sólidos de los préstamos más riesgosos.
Pero el problema no fue solamente créditos riesgosos sino que de ahí se desprendieron los bonos respaldados por estas hipotecas…
Claro, los bancos, con el afán de prestar más y seguir haciendo negocio, vieron que, debido al boom, había grandes volúmenes de dinero a invertir en el mercado. Entonces, decidieron crear paquetes con estas hipotecas y venderlos a instituciones para que crearan bonos y ellos los vuelvan a vender a inversionistas. Así, eventualmente terminarían en las bolsas. Estos bonos podían ser comprados por inversionistas individuales, empresas o, incluso, bancos de otros países a quienes se les pagaba basados en los pagos de los clientes de las hipotecas originales. Es decir, la tasa de interés estaba garantizada solo en la medida que hubiera pago de los prestatarios de los bonos. Estos bonos les permitían a los bancos seguir manejando liquidez para dar nuevas hipotecas y, así, darle varias vueltas al dinero.
¿Y cómo se vincula esta crisis bancaria norteamericana, debido al incumplimiento de pago de las hipotecas, con la economía mundial?
Pasaron algunos años y, cuando los que habían obtenido los préstamos tuvieron dificultades para pagar, se atrasaron o dejaron de pagar. Entonces, los bancos empezaron a acumular una cartera de deuda impaga y arrojaron un estado de pérdidas bastante alto que tuvieron que reconocer. En ese momento, la obligación de los bancos era bajar el número de préstamos y aumentar su capital para hacer frente a todo esto y poder pagarle a sus depositantes. Pero algunos no lo lograron.
¿Qué pasó en ese momento?
Los accionistas pusieron sus acciones en venta o los bancos se declararon en quiebra y el Estado trataba de ayudarlos para que no se hundieran. Como los bancos ya no podían dar tantos préstamos como antes y muchas empresas funcionan sobre la base de préstamos para su capital de trabajo o para nuevas inversiones, no pudieron producir como antes. Hubo desempleo porque la reducción de personal de bancos y de empresas, disminuyó el poder de compra de gran parte de la población, con esto, disminuyó la demanda. De este modo continuó una espiral que consistía en despedir a más gente y reducción del consumo. Esto afectó a todo el sistema productivo.
En este punto es donde son afectados países como el nuestro ya que las materias primas son una importante fuente de ingreso…
México, por ejemplo, tenía un gran mercado en Estados Unidos. Allí se produjo un shock muy fuerte en sus industrias norteamericanas y hubo que cerrar la producción de muchas de estas fábricas y despedir gente.
¿Cómo ha sido afectado el Perú?
Nuestro país no fue muy afectado pero nuestras exportaciones se vieron reducidas, sobre todo el sector textil, que tuvo un impacto negativo. Antes hubo un boom de la economía mundial y el precio de las materias primas subió cuatro o cinco veces. Cuando la economía mundial entra en recesión, bajan las demandas y los precios en el Perú volvieron a caer a la cuarta parte, aunque ahora ya se recuperaron un poco. Esto ha impactado en nuestras exportaciones y en algunas empresas mineras. Además, en menor medida, nos ha afectado el hecho de que haya menos créditos del exterior. Debido a que en el Perú ha habido una política prudente anterior, hemos podido más o menos pasar esta crisis.
En el último capítulo del libro se menciona cómo los peruanos podemos afrontar la crisis económica. ¿Cuáles son las acciones y medidas más concretas?
Existen medidas en el ámbito gubernamental y en el individual. El gobierno tiene fondos para inversión pública que, si bien no son tan grandes, pueden ayudar a dar un impulso a la economía. El problema es destrabar las medidas para que no sean tan restrictivas y controlar las inversiones en las regiones. Además, el gobierno indicó que se incrementarían los préstamos para viviendas y en ese sentido se han visto algunos esfuerzos, aunque luego se acabaron los fondos (tengo entendido de que se está tratando de conseguir más).
¿Qué pueden hacer los ciudadanos?
Depende de cada caso, pero la recomendación general es tener mucho cuidado con los créditos que se toma, puesto que la proyección de los ingresos no es tan optimista como lo era antes. Si se decide tomar el préstamo, lo mejor es que sea en la misma moneda de los ingresos porque, con la ebullición de la economía donde hay bajadas y subidas, puede haber fluctuaciones; finalmente, ahorrar es un consejo que se debe tener siempre pero en estos momentos, más que nunca, hay que restringir los gastos o posponerlos.
Entrevista: María Paz de la Cruz
Foto: Guadalupe Pardo
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