¿Cuáles fueron los principales objetivos del Concilio Vaticano II?

El Concilio se realizó en 1962 y fue ecuménico, la idea era poner la Iglesia al día con el mundo moderno y dejar atrás los problemas con otras iglesias, por eso se invitó a pastores protestantes y sacerdotes ortodoxos. Estos grandes documentos hablan del hombre y la mujer de hoy, de cómo la Iglesia puede servir mejor a la gente, la importancia de estudiar las Sagradas Escrituras, ya que esta era una crítica de los protestantes a los católicos. Además se puso mucho énfasis en la importancia de que los laicos tengan una mayor participación y se habló de la necesidad de cambiar la liturgia y que debería ser en el idioma de cada pueblo. También se dieron dieciséis documentos sobre como la Iglesia debía abrirse al mundo, la importancia del diálogo con los protestantes, los laicos y los no cristianos.

¿Cómo influyó el Concilio en las universidades católicas en el mundo?

La idea es que las universidades católicas deben reflejar a la misma Iglesia. Antes las universidades tenían un buen nivel pero eran un poco cerradas, ahora la idea es que deben mantener ese nivel y abrirse al mundo en diálogo con todas las nuevas ciencias, la psicología, las ciencias sociales y demás, y no refugiarse dentro de sí. La PUCP también cambió con el concilio gracias a la gestión del padre Felipe Mac Gregor, S.J., que transformó una pequeña universidad en el centro de Lima a una mucho más grande y con prestigio internacional. Su idea era el tener un buen nivel, ser pluralista, tolerante y abierta, porque en buena medida esta fue la idea del Concilio, obviamente de manera más académica.

¿Qué hace que una universidad pueda ser llamada católica?

La palabra ‘católica’ tiene dos sentidos aunque en el fondo es uno mismo. El primero, es que debe ser, obviamente, de la Iglesia Católica y supone que quienes dirijan la universidad sean católicos y tengan una idea de poner la universidad al servicio especialmente de la Iglesia Católica. Pero el segundo sentido es más amplio, que no es específicamente católico pero sí cristiano. La universidad debe estar al servicio de la gente, del país, de los más pobres y siendo universidad debe hace investigaciones, generar proyectos y la PUCP tiene proyectos en todo el Perú, en ese sentido somos católicos y también cristianos.

¿Cómo se adecuan las universidades al ‘aggiornamento’?

¿Cuál es la postura del Papa Benedicto XVI con respecto a la modernización de las universidades?

El Concilio abrió la Iglesia al mundo durante el papado de Juan XXIII y Pablo VI pero creo que con Juan Pablo II se dio un paso atrás y se volvió más conservador. Me parece que el Papa actual es algo moderado y medio conservador, aunque estuvo presente en el mismo Concilio y fue un modelo de ideas modernas, pero creo que sintió cierto temor frente al cambio. La palabra que siempre usa Benedicto XVI para demostrar su temor es ‘relatividad’ y , teme que la gente diga que todo le parece igual, pero, por otro lado, el Papa Benedicto XVI no ha reprimido a las universidades católicas modernas. En el 2007, él elogió la labor de las universidades católicas como la de Universidad Notre Dame que hace unos años invitó a Barack Obama y los obispos se quejaron por su posición sobre el aborto, aunque decía no estar a favor pero sí creía en el derecho de la mujer en decidir. Entonces se mencionó la importancia de dialogar para ver qué se puede hacer para reducir el número de abortos. Entonces se puede ver una apertura al diálogo a las diferentes formas de pensar.

En la situación de la PUCP con el Arzobispado, ¿cree que se tiene en cuenta lo mencionado en el Concilio?

Creo que el Cardenal no refleja el mismo Concilio y se nota que la Iglesia oficial en Lima no ha hablado sobre este tema. En todo el mundo se está celebrando el aniversario del Concilio con charlas, conferencias y demás, pero si uno no está de acuerdo con él, obviamente que no tocará el tema. En cambio, la PUCP es un reflejo de este Concilio y por eso es el encuentro que se realizará y nos interesa hablar del tema. En el fondo nuestro problema con el Cardenal está en las diferentes maneras de interpretar qué es la Iglesia hoy, o es abierta, ecuménica y tolerante, o es más cerrada.