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Las nuevas paternidades

  • Pierina Traverso
    Profesora del Departamento de Psicología

En algunos sectores más favorecidos vemos que en las nuevas generaciones está emergiendo una “nueva paternidad” más involucrada y participativa, aunque con rezagos y oscilaciones con los roles más tradicionales

Hacia 1995 comencé a asesorar varias tesis de licenciatura en el Departamento de Psicología (por entonces Especialidad de Psicología). Eran pocas las tesis sobre paternidad o el rol de los padres en el desarrollo socio-emocional de los niños y se referían de manera muy general a su papel en la crianza. El rol del padre era importante como mediador de la simbiosis entre la madre y el infante, el introductor de la ley y la cultura o como buen soporte de la madre para que esta pueda cumplir mejor su función maternal.

Hacia mediados del 2000, hubo más tesis vinculadas al tema, pero algo había cambiado notablemente. Estas estaban referidas al rol participativo e involucrado (así lo llamaban) en el desarrollo de los niños. Incluso se tradujeron y adaptaron cuestionarios que venían de Estados Unidos que evaluaban específicamente a padres con las características mencionadas. En ciertos contextos socio-culturales, la asunción de la mujer cada vez mayor como sujeto de deseo, y agencia produjo a su vez el surgimiento de las “nuevas paternidades” y el replanteamiento del rol tradicional del varón en el ámbito doméstico.

Lo que un padre es y hace depende de la sociedad y la época histórica en que vive (como explica el psicoterapeuta Graham Music). En sociedades como la nuestra se pensaba tradicionalmente que los padres no eran los suficientemente sensitivos a las necesidades de los bebes, por ejemplo, y que su rol comenzaba más tardíamente cuando los niños crecían. Incluso, eran las mismas madres que con diversos comentarios o actitudes obstaculizaban a un padre para hacerse cargo, replegándolos más aún en un rol pasivo al que se acercaban ya con temor. El cuidar a un hijo durante el primer año de vida era casi un “asunto de mujeres” (madre, abuelas, tías, niñeras).

Las investigaciones demuestran que los padres son iguales de sensibles a las señales de los infantes (afirma Michael Lamb) dadas las circunstancias adecuadas. Incluso esta evidencia tiene una base biológica, es decir, se ha encontrado que en varones y primates machos la prolactina se eleva cuando cuidan a la descendencia (según estudios de T. E. Ziegler). La prolactina es una hormona que suscita la emergencia de sentimientos protectores.

El Perú es una sociedad multicultural y con grandes desigualdades sociales. En algunos sectores más favorecidos vemos que en las nuevas generaciones está emergiendo una “nueva paternidad” más involucrada y participativa, aunque con rezagos y oscilaciones con los roles más tradicionales. Demás está decir que el Estado también puede jugar un papel decisivo en el establecimiento de estas “nuevas paternidades” otorgando por ejemplo, licencias de paternidad más prolongadas a las que actualmente se dan.

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