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“La mayoría de bacterias están en todas partes haciendo cosas buenas”

El Dr. Bruce Rittmann tiene, en el laboratorio de biotecnología ambiental de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), unos compañeros de trabajo singulares. Se trata de millones de colaboradores diminutos pero resilientes, cuya fortaleza es trabajar en equipos conocidos como comunidades microbianas. Sorprendentemente, estos microorganismos pueden ayudarnos a disminuir la contaminación, generar energía renovable e incluso curar enfermedades.

  • Bruce Rittmann
    Director del Centro Swette de Biotecnología Ambiental de la Universidad Estatal de Arizona (ASU)
  • Texto:
    Sharún Gonzales
  • Fotografía:
    Víctor Idrogo

¿Los microorganismos pueden ofrecer servicios a la sociedad?

Nos asociamos con los microorganismos para mejorar las sostenibilidad de nuestra sociedad. Nosotros ganamos y obtenemos maravillosos servicios de sostenibilidad, y ellos obtienen una vida agradable. Los microorganismos fotosintéticos colectan energía del sol y producen más de ellos mismos. Podemos tomar esa biomasa y usarla como combustible. Algunas partes de ella, como los lípidos, podemos usarlos para combustibles de transporte. Mediante los microorganismos, convertimos la energía solar en formas químicas que nuestra sociedad puede utilizar. Generamos energía renovable para no usar la proveniente de fuentes fósiles, como el petróleo.

¿Pueden servir además para descontaminar el ambiente?

Ellos destruyen los contaminantes porque para ellos son una fuente de energía. Los llamamos contaminantes porque nos causan problemas de salud, pero los microorganismos pueden comer petróleo, así como nosotros comemos frutas; ellos pueden respirar uranio, así como nosotros respiramos oxígeno. Creamos sistemas para que ellos puedan hacer lo que hacen de forma eficiente, rápida y en condiciones controladas para poder obtener sus servicios. Esa es la parte de ingeniería en el trabajo.

Es revolucionario descubrir que podemos convertir desechos en energía mediante un ciclo completo. ¿Cómo descubrieron el potencial de estos aliados diminutos?

Durante los últimos 20 años, se han desarrollado herramientas que no solo permiten estudiar un organismo, sino también trabajar dentro de él y estudiar su ADN. Con esto descubrimos qué es lo que son capaces de hacer, podemos identificarlos, aprender de ellos, saber cuáles son, y, eventualmente, cómo podemos hacerlos trabajar y acelerar el proceso. También hemos aprendido a buscarlos. Los microorganismos ya están allá afuera haciendo cosas, pero si no los buscamos, no los encontraremos. Así que también desarrollamos herramientas que nos ayuden a encontrar diferentes tipos de metabolismos y las diferentes cosas que pueden procesar.

Es irónico encontrar la solución en las bacterias que, generalmente, se perciben como dañinas para los humanos.

Nuestro campo empezó entendiendo a los microorganismos malos que causan el cólera, la fiebre amarilla u otras enfermedades terribles. Pero la mayoría de bacterias están en todas partes haciendo cosas buenas en el suelo, en el agua y en nosotros mismos. Lo hacen pero no las podemos ver porque son muy pequeñas. Podrías alinear 100 de ellas en el diámetro de un cabello. Además, son muy simples y tienen un estilo de vida económico. Nuestro centro de investigación se dedica a entender qué es lo que pueden hacer, cómo pueden hacerlo y a crear sistemas para que lo hagan mejor.

¿Cómo es que los microbios pueden servir para hacer a los humanos más saludables?

En el cuerpo, nos ayudan a digerir nuestra comida y la convierten en moléculas que podemos usar fácilmente. También producen señales neurológicas hacia el cerebro, moléculas que indican si nos sentimos llenos o necesitamos comer. Creemos que también envían señales que controlan el sistema hormonal.

¿Pueden estar relacionadas con el tratamiento del autismo?

Sí, dado que el autismo es un problema neurológico, cambiamos la comunidad microbial en niños con autismo para modificar las señales. Limpiamos el sistema digestivo de una persona y colocamos nuevos organismos sanos. Encontramos que los nuevos organismos persisten y que el comportamiento de los niños cambia.

Los microorganismos serán nuestros grandes aliados para enfrentar el cambio climático.

Hoy, la atmósfera del planeta está conformada por un 21% de oxígeno, que nos permite respirar. El oxígeno es producto de la actividad fotosintética de las bacterias hace millones de años. Antes de eso, no podríamos haber existido. Estas bacterias diminutas cambiaron la atmósfera e hicieron posible la vida humana. Creo que es realmente irónico que ellas mismas sean los agentes que nos permitan reemplazar nuestros combustibles fósiles y producir combustibles renovables para no tener problemas. Es una linda ironía.

¿Para qué nos visitó?
Evento: Charlas “Oportunidades en bioenergía microbiana” y “Tratamiento de agua residual: de tratamiento a recurso”
Organizadores: Sección Ingeniería Civil, Maestría en Ingeniería Civil y Maestría en Energía

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