En esta entrevista, el Dr. Domingo González Álvarez, vicerrector administrativo de la PUCP en el periodo 2019 – 2024, reflexiona sobre los logros y desafíos de su gestión, que implicó la pandemia, la transición a la virtualidad, el retorno a la presencialidad y la proyección hacia el futuro en un contexto diferente a la prepandemia. Además, comparte los avances e iniciativas que la nueva administración podría continuar para seguir impulsando el crecimiento en la Universidad.

¿Cuál considera que fue el logro más importante de su gestión durante estos últimos cinco años?

Sin duda, lo más importante por su intensidad y duración fue atravesar la pandemia y retornar a la presencialidad, un esfuerzo conjunto del rectorado y de todas las áreas académicas y administrativas de la PUCP. Superar esta crisis fue posible gracias al compromiso de todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. Por otro lado, después de la pandemia se tuvo que repensar la universidad para un contexto distinto en términos tecnológicos, económicos y políticos. En ese sentido, hay diversas iniciativas de cambio que dejamos en marcha.

¿Qué medidas tomaron para mantener la operatividad de la Universidad durante la pandemia?

Desde el Vicerrectorado Administrativo, garantizamos inicialmente la conectividad que fue la base de cualquier actividad. La Universidad se trasladó a las redes y, para ello, contratamos más de 5,000 módems para estudiantes, docentes y administrativos que los necesitaban, entregándolos en sus casas en plena cuarentena estricta. También creamos un fondo de contingencia para reclasificaciones temporales en la escala de pensiones para otorgar créditos y becas de estudio a aquellos alumnos con dificultades económicas.

Además, tuvimos que tomar importantes medidas de reducción de costos e inversiones para equilibrar el presupuesto, que sufrió una significativa caída en los ingresos, especialmente en 2020. El compromiso de los trabajadores, administrativos y docentes fue fundamental para garantizar el funcionamiento de la Universidad y lograr el equilibrio económico.

Es importante destacar que se ha promovido la transparencia en las diferentes comisiones y comités que preside el Vicerrectorado Administrativo, incorporando representantes de autoridades académicas y de alumnos. Esto ha sido muy bueno para que las decisiones sean más transparentes y que estén cercanas a las expectativas de la comunidad".

¿Qué cambios se incorporaron después del periodo de pandemia?

Después de la pandemia se implementó un proceso de planificación en todas las áreas que competen al Vicerrectorado Administrativo.  

En primer lugar, en el ámbito económico, se deja una universidad solvente, con importante elementos de protección frente a crisis que ocurrirán en el futuro. Así, la PUCP dispone de un buen patrimonio que en esta gestión se ha conservado y ampliado, se ha creado un endowment que rinde importantes beneficios económicos adicionales, y se tiene una caja robusta que permite una buena operaratividad.  La ralentización de la economía que observamos ahora y que reduce las posibilidades de generar superávits para las inversiones ha requerido incorporar en la agenda la generación de nuevos ingresos y la búsqueda de la eficiencia administrativa.

Por otro lado, en el aspecto tecnológico, se deja en implementación un plan digital para diversas áreas de la Universidad y para la renovación de nuestros sistemas principales, sobre la base de un trabajo exhaustivo de identificación de los procesos estratégicos, misionales y de soporte. De esta manera, la gestión por procesos es un elemento nuevo que se ha incorporado gradualmente en la administración de nuestra institución.

Durante la pandemia, el campus casi vacío permitió hacer mejoras significativas en el relevamiento de las condiciones de la infraestructura, equipamientos, aulas, oficinas, laboratorios y espacios comunes. Como consecuencia, está en marcha la modernización de las aulas de la Universidad y mejoras en otros aspectos de la infraestructura. También, se inició la automatización en el control del consumo del agua y la energía eléctrica, y se dispone de una agenda de manejo integral en estos temas considerando el servicio a la comunidad, la resiliencia del campus, la economía de la PUCP  y la sostenibilidad del campus. Por otro lado, se está desarrollando la actualización del Plan Maestro, que será una de las orientaciones importantes para las decisiones en materia de nuevas edificaciones y del manejo del campus en general.

En el ámbito laboral, se ha mejorado el clima laboral, y se han incorporado nuevas políticas y normas que permiten gestionar esta área de gran complejidad. También, se buscó una mayor flexibilidad del trabajo, ampliando significativamente el uso de laptops, lo que permite una mayor movilidad de los trabajadores, se establecieron opciones de teletrabajo y se enfocó el trabajo desde una perspectiva de procesos. 

Cabe destacar que esta gestión rectoral asumió proyectos en marcha con importante infraestructura nueva y financiamiento externo, los cuales se han adaptado a las nuevas circunstancias académicas, económicas, tecnológicas y políticas. Así, se concluyó la ampliación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, y de Plaza San Miguel; se terminó la construcción e implementación de NOS; se avanzaron en los proyectos de la Universidad en el distrito de Santa María del Mar; entre otros.

Finalmente, cabe destacar las muy buenas relaciones que la Universidad mantiene en la actualidad con las municipalidades donde tiene sedes, lo cual es importante como base para desarrollar acciones para el beneficio mutuo de la institución y su entorno.

¿Cómo se gestionó el retorno a la presencialidad?

El retorno fue coordinado por el Vicerrectorado Académico, y la administración trabajó arduamente para acondicionar toda la infraestructura física y tecnológica y los servicios para atender a la comunidad que retorno al campus. Así, por ejemplo, se hicieron inversiones en cafeterías, canchas de fútbol, aulas y laboratorios, entre otros. Desde el lado laboral, se implementaron las políticas de teletrabajo sobre la base de una política de retorno gradual. Por el lado de la seguridad del campus, se iluminó el perímetro del campus y de Plaza San Miguel, y se implementó un sistema de control de acceso que ha hecho que se tenga un campus más seguro.

¿Cómo se ha avanzado en la gestión de procesos en la PUCP?

Trabajar en la gestión por procesos permitirá avanzar hacia una gestión más moderna en todos los ámbitos de la Universidad, con impactos académicos y administrativos positivos. En particular, se ha establecido un proceso de mejora continua que es crucial en esta época en que la economía de la PUCP no está creciendo como lo hacía antes de la pandemia y hay una fuerte presión para el aumento de los costos.

Queda pendiente continuar con la importante agenda de formación y de capacitación para que las personas puedan trabajar con capacidades adicionales en esta nueva forma de gestionar a través de los procesos.

¿Cómo se ha mejorado la gestión del talento humano? 

En el área de talento humano, se ha trabajado diseñando políticas importantes para orientar áreas como el nombramiento del personal con énfasis en la meritocracia, las remuneraciones adicionales eventuales, entre otras. En ese sentido, la Comisión de Asuntos Laborales amplió su participación e incluyó entre sus miembros a un representante de los decanos y jefes de departamento. Hoy los procesos de decisión en el ámbito laboral son más racionales y equitativos, lo que ha hecho que por el lado del clima laboral la gente se sienta más satisfecha en su lugar de trabajo. 

También se promovió con mayor intensidad el aumento de las oportunidades laborales dentro de la Universidad para que el personal pueda postular a nuevas posiciones mediante concursos meritocráticos.  Cabe mencionar además el rediseño del seguro de salud, que permite mantener los precios sin incrementos sustanciales a lo largo de los últimos años.

¿Qué otros logros destacaría?

Creo que es importante destacar que se ha promovido la transparencia en las diferentes comisiones y comités que preside el Vicerrectorado Administrativo, incorporando representantes de autoridades académicas y de alumnos. Esto ha sido muy bueno para que las decisiones sean más transparentes y que estén cercanas a las expectativas de la comunidad. Esto se complementa con el énfasis dado a que la toma de decisiones se da gracias a la base de datos e informaciones, para así tener un mejor proceso decisorio.

¿Cómo describiría las etapas clave de su gestión y qué aspectos resaltaría para el futuro de la Universidad?

Hemos experimentado tres etapas significativas. La primera, previa a la pandemia, fue breve y marcada por la planificación de diversos proyectos que, en su mayoría, tuvieron que suspenderse debido a las restricciones y desafíos impuestos en ese periodo. La segunda etapa es la pandemia, que se extendió por aproximadamente dos años y medio, e incluyó periodos de cuarentena y un retorno gradual, y supuso un desafío continuo y prolongado. Finalmente, en los últimos años, ha sido necesario reorientar la Universidad a las nuevas circunstancias propias del quehacer universitario, y también a los cambios en el contexto económico, tecnológico y político. Esto se refleja en los procesos de planificación en curso y su implementación en marcha en muchas áreas. La incertidumbre en el futuro requiere pensar permanentemente en el desarrollo de las capacidades de las personas que integran la comunidad, pues son ellas las que podrán guiarnos en circunstancias que inclusive no podemos imaginar ahora.