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"El camino de estos primeros años ha sido bueno, y estamos seguros que los próximos serán mejores"

  • Dra. Cristina Del Mastro
    Vicerrectora Académica

*Discurso en la ceremonia de apertura del año académico 2022, realizada el 24 de marzo de este año.

Hoy, tenemos dos grandes motivos de celebración: el retorno al campus y nuestros primeros 105 años.

Nuestra universidad ha pasado por muchos momentos difíciles y ha salido airosa. Recuerdo que cuando me preparaba para postular a la Facultad de Educación de la PUCP tuve que aprender de memoria el año de su Fundación, así como el nombre de su fundador, el reverendo de los Padre de los SSCC Jorge Dintihlac y el de los cinco laicos que lo acompañaron con fe y entusiasmo en la aventura de crear en 1917 la primera Universidad Privada del Perú, una cruzada que tuvo que superar diversos obstáculos en aquella época, para iniciar legalmente su labor inspirada en principios Católicos y Humanistas, con un fuerte compromiso con la formación de ciudadanos y profesionales al servicio del país. Uno mira las fotos de los primeros días, en unas cuantas aulas de La Recoleta, en plaza Francia y comprueba que iniciamos casi tantos profesores como alumnos. Hoy, somos cerca de 30 mil, y sin duda son muchos más todos aquellos que hemos pasado por sus aulas a lo largo de estos primeros 105 años. Y esta es una gran responsabilidad, porque expresa la enorme confianza que las familias, las empresas, la iglesia, el estado y la sociedad depositan en nosotros. Sin embargo, esa confianza y la aventura de continuar la labor inspirada por nuestros fundadores, es algo que debemos cuidar y renovar cada día, brindando una formación humanista y científica de excelencia en cada una de nuestras clases mediante la solvencia de nuestros profesores y asegurando que nuestros egresados sean profesionales éticos, de primer nivel, que contribuyan con su trabajo, desde donde estén, a la mejora de la sociedad. Confianza que crece y se construye gracias el avance del conocimiento científico mediante las investigaciones, creaciones e innovaciones de nuestros destacados académicos. El camino de estos primeros años ha sido bueno, y estamos seguros que los próximos serán mejores.

Dirigirme a todas y todos ustedes, luego de estos dos años de distanciamiento físico es una gran oportunidad para expresarles mi profundo agradecimiento por el enorme compromiso y trabajo realizado, los que estamos acá y los que lamentablemente nos dejaron. Pasamos por días muy duros en los que el futuro no se veía con claridad y la incertidumbre nos producía temor. Pero siempre estuvimos unidos, dando cada uno lo mejor, con la confianza de adaptarnos y seguir adelante en nuestra tarea de formación, manteniendo nuestra excelencia académica y poniendo en el centro el cuidado de todas y cada una de las personas de nuestra comunidad. Muchas gracias.

En este tiempo de pandemia han sido claves en nuestra comunidad, la colaboración, la comunicación, la solidaridad, la confianza y la creatividad para ir resolviendo los problemas que se presentaban día a día y continuar avanzando, mejorando y recreando nuestra labor.

Los docentes se pusieron de inmediato a trabajar en el nuevo formato de sus cursos, ayudándose unos a otros, revisando los sílabos, ideando nuevas formas de evaluación, ubicando materiales y recursos de los que se podía disponer y en algunos casos a idear simuladores para modelar y realizar experimentos. El reto más importante fue vincularnos con nuestros estudiantes a través de pantallas y mantenernos conectados a pesar de la distancia. Los equipos de apoyo a la gestión académica se pusieron a disposición de los profesores, las autoridades y las unidades académicas, para lograr que desde nuestras casas remontáramos la primera ola. Con nuestras destrezas, entusiasmo, y lidiando con la incertidumbre de la pandemia aprendimos a navegar. Hemos aprendido muchas cosas que nos permitirán mirar el futuro.

En este tiempo de pandemia han sido claves en nuestra comunidad, la colaboración, la comunicación, la solidaridad, la confianza y la creatividad para ir resolviendo los problemas que se presentaban día a día y continuar avanzando, mejorando y recreando nuestra labor".

Nuestros y nuestras estudiantes, más diestros en el manejo de la tecnología, se adaptaron a la virtualidad rápidamente. Pero han debido luchar con su encierro, con la cotidianidad de sus hogares y con sus pérdidas. Han logrado organizarse para usar los equipos disponibles, buscar un espacio y asegurarse la conectividad cada día. Los que tuvieron mayores dificultades recibieron ayuda de la PUCP. En fin, aprendieron a aprender en ese nuevo e incierto escenario. Unos regresaron a sus casas en provincia, ni ellos ni los demás se amilanaron, junto con sus familias hicieron todos los esfuerzos por continuar avanzado en su formación. A ellos también les damos las gracias.

Nuestra red internacional y nacional se mantuvo activa intercambiando experiencias y compartiendo materiales, reflexiones e ideas. A la luz de los cambios institucionales y globales, emprendimos la tarea de revisar y elaborar una nueva versión de nuestro modelo educativo recogiendo las voces y las experiencias de los distintos actores de nuestra comunidad, para orientarnos hacia una educación centrada en el estudiante y sus aprendizajes, más flexible, interdisciplinaria, internacional, que permita avanzar en el conocimiento de alto nivel al servicio de los problemas nacionales y globales de la humanidad.

Nuestro encierro educativo ha sido uno de los más largos del mundo y debemos reconocer que ha afectado a nuestras y nuestros jóvenes. Una encuesta del Minedu indica que:

  • “52.3% de los estudiantes se ha sentido desanimado y sin motivación; un 41.4% ha experimentado problemas para dormir; el 32.9%, sentimientos de frustración; y el 27.4% ha padecido problemas de atención y concentración”.

La PUCP también realizó un estudio sobre la salud mental de nuestros estudiantes durante estos dos años y los últimos resultados indican que:

  • 31% de nuestros estudiantes presenta una motivación baja o muy baja para sus estudios, 55.5% ha experimentado problemas para dormir, 53.6 % se sintió frecuentemente tenso, 49 % nervioso y 38.7% irritable.

A esta situación se añade que en los próximos años recibiremos estudiantes que durante 2 años tuvieron educación remota, afectando su aprendizaje y socialización. Todo ello es parte de lo que retornará al campus y nos obliga a fortalecernos como una comunidad académica que acoge y cuida el bienestar de sus estudiantes.

Gracias a la experiencia vivida podemos identificar logros y dificultades que nos comprometen a mirar hacia adelante. Necesitamos valorar y robustecer la educación presencial, que permite optimizar el uso de nuestros espacios para el intercambio de ideas, el díalogo y la socialización cara a cara entre profesores y estudiantes; para la experimentación, la colaboración y el trabajo de campo; para vivir la experiencia integral del campus en las dimensiones académica, cultural, socioemocional, espiritual, deportiva, entre otras.

De modo complementario, reconocemos que la experiencia de la virtualidad nos ha permitido aumentar la movilidad nacional e internacional de estudiantes y destacados docentes e investigadores y extender las fronteras de nuestra oferta formativa más allá del campus, además de contribuir al desarrollo de aprendizaje más autónomos y a lo largo de la vida.

Al respecto, La UNESCO señala que la virtualidad abre oportunidades para alumnos que trabajan y pueden hacer parte de su formación de manera asíncrona. Lo mismo ocurre con profesores que por razones de tiempo o distancia no pueden asistir al campus a dar sus clases.

Ciertamente, esta etapa nos ha permitido incorporar la tecnología en los procesos de enseñanza-aprendizaje, ampliar las oportunidades de formación y ofrecer mayor flexibilidad. Todo ello sin la necesidad de renunciar a la formación presencial, la interacción en la diversidad, el desarrollo integral y el debate abierto de ideas. Pero lo nuevo empieza hoy con el retorno, sus ideas y propuestas para continuar siendo una de las mejores universidades de Latinoamérica.

La PUCP, nuestra universidad, es una institución plural que valora la diversidad de disciplinas, de culturas, de procedencia, de edades, de género y de pensamiento, se nutre de todo ello para crear, investigar, enseñar, aprender y formar personas que comparten la pasión por lo que hacen y la preocupación ciudadana por contribuir a la sociedad. Somos una Comunidad integrada por miles y miles de personas a lo largo de estos 105 años; una Comunidad inspirada en valores católicos y democráticos, que ha crecido, superado obstáculos, se ha complejizado y mejora día a día; continuamos aprendiendo, colaborando y mirando hacia el futuro, conservando nuestro sello y nuestro compromiso con el desarrollo pleno de las personas y la sociedad.

Bienvenidos a casa, bienvenidos todos y todas. Muchas gracias.

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