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Confucianismo, taoísmo y budismo 儒道佛: tres enseñanzas para un imperio

  • Rafael Flores
    Docente de sinología del Centro de Estudios Orientales

El pensamiento chino es una denominación conjunta que se utiliza para señalar una gran variedad de explicaciones y aproximaciones teóricas y prácticas para la comprensión del mundo y del hombre, elaboradas a lo largo del tiempo dentro del ámbito cultural chino. El ámbito cultural al que nos referimos tiene que ser entendido en términos históricos y geográficos como un ámbito vital y cambiante que ha reunido por cerca de dos mil años en su interior una enorme diversidad proveniente de distintos lugares y que ha tenido como característica principal su adaptabilidad y su gran capacidad de sincretismo, sin por ello haber perdido jamás el carácter propio que lo hace tan identificable.

Desde el punto de vista histórico dicha variedad de influencias se ha manifestado en China desde la antigüedad con la aparición constante de una amplia gama de diversas corrientes de pensamiento y tendencias cuya evolución ha estado marcada por una permanente renovación y ampliación de sus categorías y sistemas con los que han intentando responder siempre a una problemática específica según el momento histórico en el que se encontraban.

En la historia del pensamiento chino hay dos periodos claramente identificables de este proceso.

El primero se inicia con la instalación de la dinastía Zhou del Este en el siglo VII a.C. y dura hasta la instalación del primer imperio chino en el siglo III a.C., este periodo es considerado políticamente un periodo de decadencia y división. Sin embargo, a nivel intelectual es uno de los de mayor riqueza en razón de la aparición de muy diversas corrientes de pensamiento y maestros, cuyas propuestas teóricas y prácticas mostraron un alto grado de sofisticación y profundización, además de un claro afán de sistematización. Sima Qian (145 a.C.-86 a.C.), el gran historiador de la dinastía Han (206 a.C.-220 a.C) bautizó en sus Memorias Históricas史記 (shiji) este periodo como el de «Las cien escuelas y los múltiples maestros» 诸子百家 (zhuzi baijia), nombre que expresa muy bien el vibrante ambiente intelectual de aquel periodo. A este periodo se remontan lo que en China se conoce como las nueves corrientes 九流en las que se incluye, además del taoísmo y el confucianismo, el legalismo, el mohismo, la escuela de los nombre, la escuela de las estrategias, etc.

Un segundo periodo se inicia en la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), heredera intelectual y política del imperio Qin (221 a.C.-206 a.C.), el primer imperio unificado en la historia China, en el que la clase política e intelectual en su desesperada búsqueda de identidad cultural para su vasto imperio consagra al confucianismo como ideología imperial sobre el taoísmo por entonces dominante. Residuos antiguos de épocas mejores, el taoísmo y el confucianismo han sabido integrar en aquel tiempo para su supervivencia antiguas doctrinas y cultos locales. Sin embargo, el triunfo inicial del confucianismo a mediados de aquella dinastía terminará vencido por un renovado y místico taoísmo que provocara la caída del imperio Han. Si bien el budismo llegara a China por aquellos tiempos, tendrá que esperar dos siglos más para adaptarse y algunos más en consagrarse como componente principal de la cultura china y convertirse finalmente en la tercera enseñanza 教 (jiao).

Bajo la sombra del budismo el taoísmo y el confucianismo perfilarán su identidad y releerán sus clásicos, nunca volverán a ser los mismos, mientras el budismo olvidará sin remordimientos el sanscrito y hablará desde aquel momento chino, la nueva lengua del budismo. Los emperadores Tang apellidados Li en honor a Lao Zi fundador del taoísmo, vestidos de boddhisttavas en honor del Buda, consagraran nuevamente al confucianismo y sus clásicos como ideología del imperio. Este segundo periodo que terminara con el fin del imperio chino en 1911 se caracteriza por la existencia de las tres enseñanzas, pero una sola cultura, un solo emperador, un solo destino. A este periodo se remonta el principio de «tres enseñanzas en una» 三教合一 (sanjiaoheyi).

El 8 de noviembre será la conferencia Confucianismo, taoísmo y budismo: tres enseñanzas para un imperio. El ingreso es libre. Mira la infomación en nuestra Agenda PUCP.

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