El problema de la proliferación de los integristas y jihadistas es más profundo, pues tiene su origen en la exclusión de una gran mayoría de jóvenes franceses

Desde Francia, la doctora Terán nos cuenta sobre la situación que se vive en este país respecto a las facciones extremas que protagonizaron el atentado contra la revista Charlie Hebdo.

Lo que está sucediendo en Francia no es una sorpresa. La guerra que tanto amenazaban los integristas arrancó. Los hermanos Kouachi eran franceses e integristas. El problema de la proliferación de los integristas y jihadistas es más profundo, pues tiene su origen en la exclusión de una gran mayoría de jóvenes franceses que no encuentran trabajo y miran un futuro incierto y precario en su país. Se convierten, de esa manera, en presa fácil para los reclutadores de la Guerra Santa. Les pintan un mundo maravilloso donde el integrismo musulman, convertiría su vida en algo que valga la pena. Morir mártir, se vuelve así el más grande propósito en sus vidas luego de vivir sin rumbo, pateando latas, a menudo rechazados por su apellido de origen árabe, o por su lugar de residencia en los suburbios parisinos, cuando postulan a un trabajo.

Ya no estamos en el ámbito de la ciencia, como fue el caso de la pureza de raza pregonada por los nazis que se sustentó en la teoría de Gustave Le Bon. Hoy en día es la religión musulmana, fanática y extremista, que guía ese nuevo tipo de ejecuciones sumarias y atentados terroristas. Vemos circular en internet, videos de propaganda, de cabezas cortadas, de cuerpos arrastrados, de los que se desprende una violencia salvaje. ¿Cuál es entonces el papel de los medios de comunicación en este conflicto? En el caso de Charlie Hebdo, se ha mencionado la libertad de expresión. Si bien es cierto, ¿cuáles son entonces sus límites? ¿Acaso la religión, en este caso la religión musulmana, es un tema intocable. El propio Papa Francisco se pronunció en contra de las caricaturas de Charlie Hebdo, «No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede». Por cierto, Charlie Hebdo, se atacaba a todas las religiones, recuerdo muy bien la caricatura de la Virgen María, violada por los Reyes Magos. El problema es el fanatismo y oscurantismo al que han llegado algunos seguidores de la religión musulmana en países, muchas veces abandonados, en guerra, hambre, miseria. Es el resultado de la guerra desencadena por los Estados Unidos después del 11 de setiembre. Muchos franceses adoctrinados, explican que se enrolaron en el jihad (la Guerra Santa musulmana) para ayudar a esas poblaciones, ser útiles. ¿Qué hará Francia y Europa con todos esos nuevos reclutas? Se está hablando de quitar la nacionalidad a los franceses que se van a Siria. Pero el problema, además de social, está relacionado al apego a la patria, a Francia.