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Bosques: incendios y cambio climático en el Perú

  • Ana Sabogal Dunin Borkowski
    Directora de la Maestría en Desarrollo Ambiental y miembro del Comité Directivo de trAndeS

Hoy vemos cómo gran cantidad de bosques en el sur de Europa arden con incendios que han alcanzado dimensiones incalculables que abarcan España y Portugal. La cantidad de incendios forestales en Brasil, Bolivia y Perú también ha aumentado. Se trata de una catástrofe mundial: el pulmón del mundo se está destruyendo. Al quemarse, los bosques emiten gases de efecto invernadero que aumentan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y disminuyen su absorción a largo plazo. Estamos ante una nueva situación: a la elevación de las temperaturas mundiales y a las emisiones de CO2 de las ciudades e industria se suma la disminución de la absorción que aportaban los bosques.

A la elevación de las temperaturas mundiales y a las emisiones de CO2 de las ciudades e industria se suma la disminución de la absorción que aportaban los bosques".

Según las previsiones del cambio climático anunciadas por el informe del Panel Gubernamental de Cambio Climático (IPCC), las temperaturas se elevarían. Ello trae consigo una elevación de la evapotranspiración de los ecosistemas, lo que traería menos lluvias en la Amazonía y, a largo plazo, su desertificación. En otras palabras, todo está calculado. Frente a ello, nos preguntamos en qué medida era previsible esta catástrofe y qué medidas se han tomado desde la Cumbre de Río en 1992, en que la catástrofe ya se había detectado. Las siguientes Cumbres de la Tierra -en que se discuten las contribuciones a la disminución de emisiones de gases y se negocian bonos de carbono- indudablemente han contribuido en algo, pero no van al ritmo que se requiere.

¿En qué medida era previsible esta catástrofe y qué medidas se han tomado desde la Cumbre de Río en 1992?".

En el Perú, la causa principal de la deforestación es el cambio de uso del suelo para agricultura y ganadería, las invasiones de terreno que traen consigo la pérdida de bosque que, sumadas a los incendios antrópicos como una forma de desbroce del bosque y control de malezas, se suman a los incendios naturales causados por el aumento de las temperaturas. La deforestación mediante el descremado arrasa con las especies las especies de mayor valor, esta no se reporta en cifras, solo monitoreamos la superficie del bosque y no analizamos la calidad de los bosques.

Debemos prepararnos para lo previsto: el aumento de temperaturas a nivel mundial e, indudablemente, también de la Amazonía".

Actualmente, se pueden prevenir los incendios forestales. En la mayoría de países forestales se cuenta con alertas tempranas que advierten del peligro. Entre los principales indicadores están la humedad del aire provocada por la evaporación de los árboles y la dirección de los vientos. Sin embargo, a pesar de que el Perú cuenta con gran parte del pulmón verde del planeta, no tenemos un sistema de alertas tempranas. Aunque el Plan de Prevención de Incendios del Ministerio de Agricultura y Riego contribuye en algo, se requiere una propuesta más dinámica en la que el Senamhi debe jugar un rol clave. Debemos prepararnos para lo previsto: el aumento de temperaturas a nivel mundial e, indudablemente, también de la Amazonía. Son aún muy pocas las estaciones meteorológicas que cuentan con datos en tiempo real; esta debería ser una prioridad para nuestro país, dado el aumento de la frecuencia de los incendios forestales. Ello requiere de inversión y constancia de parte del Gobierno y de la población.

Si no actuamos, el escenario será cada vez más persistente. Y la Universidad cumple un rol importante en esta tarea".

Existen técnicas que permiten reducir la propagación de los incendios, como la creación de corredores a fin de evitar la propagación del fuego. Una vez consumido el espacio se puede restaurar el bosque utilizando especies adaptadas al fuego, como explica Johann Goldammer, director del Global Fire Monitoring, en Euronews. Al reforestar se puede utilizar especies forestales menos combustibles para evitar la consiguiente propagación del fuego. Podemos restaurar los bosques y, aunque la diversidad será otra y las especies se organizarán de forma diferente, podremos tener una selva amazónica reforestada. Si no actuamos, el escenario será cada vez más persistente. Y la Universidad cumple un rol importante en esta tarea.

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