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Vida Estudiantil

Egresada y estudiante de Derecho PUCP ejecutan proyecto para prevenir la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad

Cristina Verano y Astrid Flores, egresada y estudiante, respectivamente, de nuestra Facultad de Derecho e integrantes de la Asociación Paz y Esperanza, ejecutan el Proyecto “Una vida digna y sin violencia para las mujeres y niñas con discapacidad en Lima, Cuzco y San Martín” con el financiamiento del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer.

  • Fotografía:
    Ilustración: ONU Mujeres

“El objetivo principal del proyecto es que, para el año 2022, las mujeres y niñas con discapacidad accedan sin discriminación al sistema de protección para víctimas de violencia intrafamiliar, sexual e institucional en los departamentos de Lima, Cuzco y San Martín”, comenta Cristina Verano, egresada de la Facultad de Derecho PUCP.

El proyecto busca contribuir con la eliminación de ese tipo de violencia de género mediante el cumplimiento de tres ejes. El primero está referido al fortalecimiento de las capacidades de mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad para el ejercicio de sus derechos, y la incidencia política a cargo de mujeres con discapacidad en la prevención y reducción de la violencia.

El segundo eje se refiere al fortalecimiento de aptitudes de funcionarios y funcionarias para adecuar los sistemas de protección frente a la violencia a las necesidades de las mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad sobrevivientes de la violencia. Por último, el tercer eje refuerza las capacidades de las lideresas con discapacidad en la vigilancia de las políticas públicas, y la formulación de propuestas con enfoques de género y discapacidad basados en derechos humanos.

Para alcanzar estos ejes, las actividades que se desarrollan son talleres de capacitación, campañas de sensibilización, mesas regionales y nacionales, asesorías institucionales, la creación y ejecución de una “Escuela de Lideresas”, y pilotos regionales de vigilancia para la aplicación de políticas públicas.

Los talleres

El proyecto contempla la realización de talleres virtuales dirigidos a mujeres y niñas con discapacidad. Por consiguiente, se realizan coordinaciones constantes con diversas municipalidades y sus respectivas Omaped.
En los talleres dirigidos a mujeres con discapacidad, se busca desarrollar y fortalecer las capacidades de las participantes para que puedan identificar los tipos de violencia, los factores de riesgos de la violencia, sus derechos y las rutas de denuncia ante una situación de violencia.

Para la realización de los talleres dirigidos a adolescentes con discapacidad y sus familiares, se tiene el apoyo de Astrid Flores Huamani, estudiante de la Facultad de Derecho de la PUCP. “Estos talleres están orientados a fomentar la participación constante de las participantes mediante técnicas, tales como el uso de preguntas motivadoras y análisis de casos”, señaló Astrid. De esta manera, se permite que las participantes estén activas y atentas a las actividades, y que haya interiorización de los contenidos.

El desafío

A partir del 15 de marzo de este año, debido a la pandemia de la COVID-19, el Estado aprobó, mediante Decreto Supremo N°044-2020-PCM, el estado de emergencia sanitaria nacional. Bajo ese contexto, se presentó un gran desafío en el proyecto: pasar de la presencialidad a la virtualidad en los talleres y otras actividades.

Un aspecto importante para adaptar los talleres a la virtualidad fue la implementación de ajustes razonables atendiendo las necesidades de las mujeres con discapacidad. Tomando en cuenta la falta de recursos económicos o la débil señal de los teléfonos de algunas mujeres con discapacidad, fue necesario hacer los talleres por llamadas telefónicas (y no por plataformas como Zoom o Meet) y, en algunos casos, realizar recargas telefónicas para el desarrollo de las sesiones. El uso del lenguaje también fue distinto pues, para captar la atención de las participantes en la virtualidad, requeríamos un lenguaje más coloquial y sencillo.

Otro aspecto elemental en la adaptación fue la validación de los instrumentos utilizados en los talleres. Este espacio nos permitió conocer previamente qué formatos son mejor recibidos por las mujeres con discapacidad y qué modificaciones debía hacerse a la metodología. “Ha sido un gran desafío realizar el proyecto bajo el contexto actual pero los resultados han sido más que gratificantes, ya que solo en formato virtual se ha logrado empoderar a más de 400 mujeres y adolescentes con discapacidad”, finalizó Cristina Verano.

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