Para Gorigoitía, si queremos hablar de la situación actual del mercado de los videojuegos en la región, primero habría que hacer una distinción entre su venta y desarrollo. Por un lado, las escasas ventas son el resultado de la inmensa popularidad de la piratería, los elevados precios de títulos originales (que no concuerdan con nuestra realidad de consumo) y la desaparición cada vez más recurrente de los productos físicos (cartuchos, DVD, etc.), frente a la venta en línea o la transmisión de contenido vía soporte cloud (nube).

Por otro lado, la aún incipiente industria de desarrollo de videojuegos en Latinoamérica tiene un alto potencial de crecimiento. En un mercado atomizado, en el que ya no solo se juega en consolas o PC sino también en móviles o en línea, se necesitan profesionales locales debidamente preparados que se dediquen a generar contenidos digitales con mayor velocidad. «Latinoamérica tiene sus propias industrias del entretenimiento en la literatura, en la música, en la televisión, y eso se va a replicar naturalmente en los videojuegos. No podemos pretender que alguien del otro lado del mundo vaya a crear esa joyita que apele a nuestra identidad latina».

Excesiva inocencia

Para el desarrollador chileno, un error común de las empresas de videojuegos de la región es su «excesiva inocencia», ya que aspiran a crear superproducciones -como Pro Evolution Soccer, Medal of Honor o Assassin’s Creed (que se consideran “títulos AAA”)- sin tomar en cuenta que «en su desarrollo, trabajan 400 personas durante un año entero, con varios millones de dólares de financiamiento para un título. Y en Chile, en todas las empresas de videojuegos trabajan 400», precisa.

En consecuencia, los juegos independientes son vistos con desdén como productos de segunda categoría: «En vez de sentirnos maravillados de hacer un juego de una hora de gameplay que sea fantástico, creemos que el resultado no será tan bueno como uno europeo o japonés. Esa respuesta es muy latina». Títulos como Spelunky, Today I Die o Swords & Sorcery demuestran que no se necesitan grandes presupuestos ni un ejército de especialistas para crear un juego que sea disfrutado por millones.

El perfil del desarrollador

Un desarrollador de videojuegos debe sentirse apasionado con la idea que defiende: «Como todo producto de entretenimiento, un videojuego solo puede ser bueno cuando es el resultado de un equipo que está enamorado de una idea y está dispuesto a esforzarse para que esa idea vea la luz», proclama Gorigoitía. Cabe aclarar que aquellos que entren a estudiar esta carrera con la esperanza de volverse millonarios, están muy equivocados: «De aquí a un plazo máximo de cinco años, los sueldos se van a equiparar al mercado internacional. Pero solo es eso».

El reto creativo del desarrollador consiste en dar la vuelta de tuerca a una idea ya conocida y reinventar la experiencia de juego desde un nuevo enfoque. «Angry Birds ya lo jugamos todos cuando éramos niños y se llamaba Tanques; muchos años después lo volvimos a jugar y se llamaba Worms. Teníamos que generar una parábola y destruir un objetivo. La creatividad tiene que ver más en cómo presentar las cosas de una manera nueva que tratar de crear algo 100% nuevo».

Desarrolladores peruanos, ¡uníos!

Actualmente Perú no cuenta con una asociación de desarrolladores de videojuegos, como sí lo tienen otros países en la región, como Brasil, México, Argentina o Chile. Gorigoitía dejó cuatro consejos para que todas las empresas que elaboran videojuegos en el país, consolidadas o emergentes, se reúnan alrededor de una agrupación:

• Confiar entre todos: «El mercado de los videojuegos es muy grande y nosotros somos muy pequeños».
• Trabajar juntos: «Para sacar entre todos una experiencia más potente».
• Aprovechar el apoyo estatal: «Nuestros países tienen una estructura política y gubernamental que se enfoca en el apoyo al emprendimiento».
• Conectarse al mundo: «Al tener una asociación, podrán pertenecer a la International Game Developers Association y contar con el apoyo de gente con experiencia, de todo el mundo».

Concurso Square-Enix América Latina 2012

El grupo Square-Enix, responsable de títulos como Final Fantasy, Dragon Quest o Tomb Raider, ha abierto la convocatoria del concurso Square-Enix Latin America Game Contest 2012, que otorgará un primer premio de US$ 20,000, 2 premios a la excelencia de US$ 10,000 y 5 premios para finalistas de US$ 5,000. «Uno de los más grandes problemas que tienen las empresas de desarrollo de videojuegos en Latinoamérica es la ausencia de un gran estudio que pueda financiarlos. Y el objetivo del concurso es dar el último paso para que Square-Enix diga: «vamos a hacer negocios en Latinoamérica». Es una tremenda oportunidad con la cual no hay nada que perder y, en el peor escenario posible, se va a tener un juego terminado», señala Gorigoitía, quien también es uno de los voceros elegidos por la empresa.

El concurso está abierto a profesionales y aficionados residentes en Latinoamérica que sean capaces de presentar –de manera grupal o individual- un videojuego inédito, ya sea para PC o para teléfonos inteligentes o tabletas. Los ganadores de los premios y otros participantes talentosos tendrán la oportunidad de trabajar como desarrolladores asociados de Square-Enix para el desarrollo de propiedades intelectuales si se llega a un acuerdo mutuo. Las inscripciones estarán abiertas del 1 al 31 de agosto. Si te estás interesado en participar, contáctate con el Grupo Avatar PUCP al correo: isabel.molla@pucp.pe