Ambos se conocieron en la Facultad de Arte de la PUCP y, además de estas aulas, el mar limeño fue su espacio en común. Él corre tabla. A ella le gusta bucear. Sumergirse para luego emerger. ¿Por qué no hablar de esta experiencia desde sus propias perspectivas? Ella nos muestra las sensaciones que la invaden en medio de la inmersión; él, la incertidumbre de transitar por un espacio diferente. Así nació Pequeñas inmersiones submarinas.

“Cuando entras al agua todo se silencia. Sueles ver sombras,movimiento, pero no es común ver figuras definidas”, cuenta Milena, quien, a través de sonidos superpuestos, nos sitúa dentro del agua para luego hablarnos del movimiento y de los habitantes submarinos. Para Andrés, la experiencia es distinta. “Al emerger no sentía que me desplazaba de la misma forma. ¿Qué tanta certeza hay en relación con el espacio, debajo del agua, sobre la tierra o con las estrellas?”, plantea.

Así, a través de fotografías y calados, cuestiona las certezas que tenemos sobre nuestras propias herramientas para desenvolvernos sobre la tierra, el agua o el espacio; y nos señala lo insignificantes que podemos ser al compararnos con la inmensidad de nuestro mundo. La expo está en el Centro Colich (Jirón Colina 110, Barranco) hasta el sábado 29.