Terremotos y tsunamis: siguiendo la ruta de Darwin
En 1835, Charles Darwin presenció un terremoto en Chile que lo dejó impactado. 174 años después, en 2009, Lisa L. Ely siguió sus pasos, y junto a un diverso grupo de científicos, viajó al país mapuche para estudiar el efecto de los tsunamis. Con todos estos datos pudo regresar un año después, en 2010, y analizar los efectos del devastador terremoto ocurrido en ese año.
Texto:
Alejandra YépezFotografía:
Alonso Chero
Su equipo incluye físicos, paleontólogas e historiadores, entre otros científicos. “En el 2009 se cumplieron 200 años del nacimiento de Darwin, y 150 años de su libro sobre la evolución de las especies. Por eso, decidimos seguir su ruta, y usar la información que él recopiló en el terremoto de 1835 para compararlo con el estado actual de la zona”, cuenta la doctora Ely.
¿Qué fue lo que Darwin observó en el siglo XIX cuando la Tierra se movió debajo de sus pies? Después de recopilar crónicas de lugareños y analizar sus propias observaciones, se dio cuenta de que la región donde se dio el terremoto de 8,2 grados había cambiado. Desde su perspectiva como geóloga, Ely se centró en buscar depósitos de tsunamis, es decir, capas de arena arrastrada por las olas hasta lugares donde no hay fuentes de arena. “Usamos los documentos históricos escritos como guía para encontrar depósitos de tsunamis en el sur central chileno, los cuales datan de dicha época. Con la ayuda de los arqueólogos del equipo encontramos una o dos capas prehistóricas, las cuales -al parecer- tienen una recurrencia de 100 años”, narra.
El objetivo, relata Ely, consistía en entender más del pasado para estar preparados para eventos futuros. “Al año siguiente, ocurrió el mega terremoto de 8.8 grados en la misma zona donde nosotros realizamos nuestros estudios en el 2009. Este hecho representó una oportunidad única para regresar y analizar qué había pasado con el terreno antes y después del cataclismo, así como evaluar los nuevos depósitos producto de este evento”, detalla Ely. Agrega que este tipo de estudios han sido aplicados en diversos países del Pacífico vulnerables a este tipo de eventos sísmicos. “Se ha evaluado el noroeste de Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, India y Sumatra, donde hubo un terremoto fuerte en 2004. En el Perú sería un poco difícil de aplicar porque las costas ya tienen arena”, agrega la geóloga.
Lisa L. Ely dictó dos conferencias organizadas por el INTE-PUCP gracias a una beca otorgada por la Geological Society of America, entidad que selecciona un profesional por año para que viaje por diferentes países con el fin de difundir sus investigaciones y conocer a otros científicos del rubro. “Acabo de estar en Ecuador; ahora me presentaré en cuatro universidades chilenas. En Febrero y Marzo me voy a México, Costa Rica y Puerto Rico”, finaliza.
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