Si bien los métodos para poner una obra de teatro sobre las tablas pueden ser muy diversos, Yanira Dávila, alumna de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, esboza los aspectos principales que se deben tomar en cuenta al momento de montar una obra.

1. ¿De qué queremos hablar?

Todo comienza con lo que queremos decir. Sea un texto ya escrito, una creación colectiva, una performance o teatro testimonial, todo parte de lo que queremos contar en escena. A partir de eso elegimos cómo va a ser la creación y qué línea vamos a seguir.

2. El equipo técnico y artístico

Una vez que tenemos claro qué queremos trabajar. Nos rodeamos de gente que lo haga posible. Se busca director, elenco y productor. El director es el guía del actor, el que lo ayuda para que este llegue a un gran resultado y el responsable final del discurso estético del montaje. Los actores, durante todo el proceso, utilizan todas las herramientas que tienen para hacer algo nuevo y más allá de lo esperado. El productor es el que se encarga de la organización, de conseguir el apoyo de empresas o patrocinadores y administrar los recursos de la mejor manera posible.

3. El proceso de ensayos

Durante los ensayos y las exploraciones en el proceso, el actor reúne todo el material necesario para la construcción de su personaje o para poner en escena lo que la obra requiere. Es el director quien se encarga de pulir lo reunido y guiar al actor para que capitalice lo conseguido. Mientras que la producción está en constante diálogo con el director para que todo esté yendo de la mejor manera posible.

4. El vestuario, la escenografía y el teatro

Cuando ya empezamos a trabajar y a delinear cada vez más lo que queremos, el vestuario, la utilería, la escenografía y el lugar donde vamos a montar nuestro espectáculo tienen que conversar de la mejor manera posible. Todo debe seguir una misma estética y siempre de la mano de lo que le estamos comunicando al público. En teatro nada está por simple decoración.

5. El estreno

El día del estreno es un día lleno de nervios y de emoción. Ese día la obra pasa a ser teatro. La confrontación con el público en tiempo real es la que genera teatro. Todo lo anterior es una preparación. En este primer enfrentamiento, se ve qué funcionó y qué se puede seguir mejorando. El director sigue tomando notas y trabaja con el equipo en cosas específicas. Una obra cambia todos los días, no siempre es igual así se respete el texto, ya que es una experiencia en vivo y que está en constante diálogo con los diferentes públicos que asisten a las diferentes funciones.

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