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Noticia

Docentes PUCP, primeros peruanos en ser invitados a la Bienal de Arquitectura de Venecia

Los arquitectos y docentes de nuestra universidad, Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse, acaban de convertirse en los primeros peruanos en ser invitados a la Exposición Internacional de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2018.

  • Texto:
    Oscar García
  • Fotografía:
    Alex Fernandez

El tema principal de la edición 2018 de la Bienal de Arquitectura de Venecia se titula “Freespace”. Las curadoras Yvonne Farrell y Shelley McNamara explican el concepto como “la capacidad de la arquitectura para encontrar generosidad adicional e inesperada en cada proyecto”. A fin de ilustrar lo que quieren transmitir han seleccionado a 71 participantes en todo el mundo, entre los cuales se encuentran los arquitectos y docentes de la PUCP, Mg. Sandra Barclay y Mg. Jean Pierre Crousse.

De esta manera, ambos arquitectos se convierten en los primeros peruanos en ser invitados como expositores por las curadoras de la Bienal de Venecia. El contacto empezó en agosto, cuando Farrell y McNamara les pidieron imágenes de sus últimos proyectos. Finalmente, escogieron el aulario que idearon para la Universidad de Piura, que destaca por valerse de las bondades del paisaje piurano. “Prolongamos el regalo de la sombra que nos da el bosque dentro del edificio”, comenta la profesora Barclay.

Esencia arquitectónica

La idea de “Freespace” y la filosofía de Barclay y Crousse coinciden en poner lo material y tecnológico en un segundo plano. “Nuestra arquitectura busca despojarse de todo lo que no es esencial y quedarnos con el espacio, que es lo que da bienestar al usuario”, comenta la arquitecta. En sus proyectos hay tres elementos indisociables: el tiempo, el espacio y la luz.

Esa idea de trabajo ya la tenían durante su estadía en Francia, que, debido a los estudios y los importantes proyectos que tuvieron a su cargo, se prolongó por 16 años. En el 2006, se preguntaron cómo sería trabajar en su propio país, así que emprendieron el retorno.

Hubo dos factores que intervinieron en su decisión. Por un lado sus hijos, quienes mientras más crecieran menos iban a querer regresar al Perú, y la llamada del arquitecto Frederick Cooper, quien les ofreció ser docentes de la, entonces, recién creada Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP.

La pareja mantuvo su estudio Barclay & Crousse en París y abrió una sede en Lima. Uno de los principales proyectos que han tenido a su cargo es el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM). Frente al inconveniente de la inaccesibilidad del lugar, ellos idearon la posibilidad de introducir el tiempo en el recorrido. “Cuando caminas hacia el LUM tienes que bajar las escaleras, entrar en una quebrada y alejarte del ruido cotidiano de la ciudad. Eso te da tiempo para prepararte a ver una muestra que expone lo peor de la humanidad”, comenta el arquitecto Crousse. Para reforzar la idea, utilizaron el concreto, que es del mismo color que el acantilado.

Por su parte, cuando idearon el Museo de Sitio de la Cultura Paracas pensaron en la manera de relacionarse con la memoria, tanto la precolombina como la del antiguo museo, que fue destruido por el terremoto del 2007. Decidieron conservar la simpleza del edificio anterior y añadir dispositivos ambientales que resolvieran ecológicamente el problema del calor.

Representantes peruanos

Barclay y Crousse ya habían estado en la Bienal de Arquitectura de Venecia en el 2016. Pero en aquella ocasión fueron curadores del Pabellón Peruano con el tema “Nuestro Frente Amazónico”. Allí mostraron los alcances de El Plan Selva, un programa del Ministerio de Educación que busca la reconstrucción de cientos de escuelas de difícil acceso a través de una acción que combina la arquitectura con la gestión y la docencia. El jurado de la Bienal de Venecia le otorgó una mención honrosa, que equivale a un segundo lugar, al Pabellón Peruano.

Para esta ocasión, los profesores Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse montarán una pequeña instalación -que enseña los elementos más importantes del edificio-, proyectarán un video sobre el uso del lugar y llevarán un pequeño libro acerca del aulario. De este modo, ejemplificarán cómo se produce la generosidad arquitectónica, que se aprecia en la sombra que proporciona el recinto y en su capacidad para disminuir la temperatura hasta en 5 grados respecto al exterior. Así, la pareja de docentes de la PUCP demuestra que la arquitectura puede y debe mejorar la calidad de vida de las personas.

Visita la página de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2018:

www.labiennale.org/it/architettura/2018

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