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Noticia

Puentes: colapso se puede evitar desde el diseño

Desde la antigüedad se ha utilizado el arco en los puentes, porque es perfecto para trabajar a compresión y sin refuerzo.
Los puentes atirantados suelen caracterizarse por regular la carga en las tirantas, sostenidas simétricamente o de forma excéntrica por torres o pilares para unir largas distancias
Consideraciones importantes en el diseño, como topes en las vigas para evitar deslizamientos y mantener la distancia de las vigas para evitar daños, pueden preservar los puentes.

Hace unas semanas colapsó el puente Topará que une Cañete con Chincha. ¿Cuál fue la causa y cómo pudo evitarse? El ingeniero civil Wilson Silva, docente del Departamento de Ingeniería, explica las razones por las que un puente puede o no resistir a diferentes condiciones y riesgos.

  • Texto:
    Solange Avila
  • Fotografía:
    Giovani Alarcón
  • Fotografía:
    Solange Avila

“Se deben tener muchas consideraciones para que un puente se mantenga seguro: diseño, materiales, dimensiones de los elementos”, explica el Ing. Silva. Hay condiciones que básicamente se controlan en el diseño, desde predimensionar los elementos estructurales y verificar la capacidad, no solo para el uso convencional sino también para las condiciones extremas, tales como exceso de carga, sismos, crecidas de caudal, explosiones y otros fenómenos.

También se puede evitar el colapso de un puente desde el mantenimiento, por lo que corresponde, especialmente en todos los puentes de la Panamericana, regular la capacidad de carga, ya que antes no existían los vehículos de ahora y, por lo tanto, podrían colapsar. Por otro lado, esto no podía pasar en el puente Topará, que unía Cañete con Chincha, porque se construyó recientemente. “Aunque aún no se conocen las causas del colapso, dudo que fuera por exceso de peso porque por ahí transitan vehículos pesados. Entonces, pudo haber errores de construcción o de diseño”, deduce el especialista y agrega “normalmente lo que más se cuida es el trabajo del concreto, pero a veces hay descuidos en las mismas conexiones, en cómo conectar las péndolas a esta estructura”.

Los riesgos de simplificar

El ingeniero civil explica que es muy importante ahorrar tiempo de fabricación, pues realizar la totalidad del proceso en el lugar tomaría mucho tiempo tanto en condiciones normales (28 días) como en climas extremos (hasta 90 días). Por ello, es indispensable acelerar procesos con la prefabricación de vigas de puentes en donde hay muchas restricciones y demanda; sin embargo, no se pueden prefabricar vigas muy grandes porque no se podría circular por las calles.

Asimismo, tener plazos largos implica tener personal disponible para hacer el trabajo durante todo ese periodo y eso cuesta. Los ofertantes proponen plazos menores que también abaraten costos, importante para el criterio de selección, pero aun así incurren en errores. Silva incide en la necesidad de desarrollar diseños adecuados al medio al recordar el sismo de Chile en el 2010; en ese caso, el diseño simplificado de puentes correspondía a una propuesta extranjera, en la que no hay peligro de sismos. Como esta propuesta implicaba un costo considerablemente menor, fue mucho más atractiva en las licitaciones pero los resultados fueron catastróficos.

Estética y seguridad

Silva señala también que el diseño tiene que adaptarse a las particularidades y dificultades de cada zona. Es por ello que se conciben diseños con arcos o elementos más excéntricos cuando no se puede colocar apoyos debajo del puente. Así también se debe calcular la altura del tablero, para no obstaculizar el caudal o el flujo en una autopista que pasa debajo. De lo contrario, se tendría que levantar los accesos desde un nivel considerable, lo que genera estructuras muy pesadas que, por su sola existencia, inducen muchas fuerzas con el tiempo y no resistirían sismos. Por esta razón, se opta por puentes de arco, más estéticos y livianos.

El docente explica que, desde la antigüedad, se ha utilizado el arco, porque es perfecto para trabajar a compresión y sin refuerzo. Hay diferentes tipos de puentes de arco: de tablero superior, de tablero inferior y de tablero intermedio con propuestas ornamentales. Por otro lado, existen los puentes atirantados simétricos y excéntricos, como el nuevo proyecto Bella Unión. “Sin embargo, la estética tiene que ir de la mano con la seguridad. En primera instancia, tiene que cumplir la función del servicio para lo que ha sido concebido”, sugiere el especialista.

Para conectar grandes distancias, debe pensarse en los materiales y la dimensión de las estructuras. Por ello, se prefieren las vigas de concreto postensado para obtener tableros más livianos y resistentes. Es así que se colocan vigas transversales, normalmente prefabricadas, para que la estructura no se desarme. “Los puentes pueden ser seguros si se han diseñado para una operación con factores de seguridad adecuados. Es decir, que la condición máxima de servicio no sobrepase, ni siquiera iguale, a la capacidad instalada. Asimismo, deben tener una estética previamente estudiada amarrada al uso, a la cultura y a la afinidad del colectivo”, establece Silva.

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