¿Por qué se salió el mar?
Esta semana, en diferentes puntos del país, se registró una actividad poco usual en el mar. Esta incluyó oleajes anómalos e inundaciones. En Lima, llamó la atención la inundación del corredor vial de la Costa Verde en los distritos de Miraflores y Chorrillos. El doctor Carlos Tavares, coordinador de la Sección Geografía y Medio Ambiente del Departamento de Humanidades, miembro del Consejo Directivo del INTE-PUCP e investigador del Centro de Geografía Aplicada, nos explica este fenómeno.
Texto:
Diego Avendaño
El doctor Tavares sostiene que los «oleajes anómalos» o «maretazos» son grandes olas que se forman en alta mar y llegan a la costa. Estos, sostiene, «son frecuentes durante los meses de invierno y obligan al cierre de puertos, causan erosión en las playas, y pueden causar la destrucción de casas, malecones, edificios próximos a la orilla y hasta embarcaciones».
El especialista en zonas costeras explica que el oleaje es formado por el viento que sopla con mucha intensidad y persistencia mar adentro a partir del anticiclón del Pacífico sur. «Toda la costa peruana está sometida a ese intenso oleaje», dice. Ahora bien, si todo esto se produce en alta mar, ¿por qué se inundan las zonas costeras? «Las inundaciones se deben a que los vientos y el oleaje acumulan más agua que lo normal en la costa, lo que provoca una elevación del nivel del mar. En estas condiciones, cuando se rompen, las olas se proyectan más tierra adentro que lo normal», afirma Tavares.
El fenómeno podría ser mayor, pero la Luna también ejerce su influencia. «Este efecto, afortunadamente, no es más intenso porque el ciclo de marea es de cuadratura (luna creciente) y no de sicigia (luna llena). Felizmente, la predicción es que la altura de las olas debe disminuir a partir de hoy», explica.
Se suele pensar que el mar siempre busca «regresar» a la parte de tierra que fue ganada gracias al trabajo del hombre. ¿Es esta una manifestación de que el mar busca volver? «A medida que las olas disminuyen en altura, el mar regresa a su condición más regular. Sin embargo, el impacto que las olas han dejado, como la erosión de playas o destrucción de estructuras, no siempre se recupera a corto plazo. Los sectores costeros que en las últimas décadas están sujetos a la erosión de sus playas, como en el litoral de Salaverry en Trujillo, Chimbote, Máncora, las playas de Lima, y muchos otros sectores, sufren consecuencias cada vez más dramáticas en cada evento de «oleaje anómalo». La recuperación natural de las playas es un proceso muy lento y requiere de grandes cantidades de sedimentos que cada vez se encuentran menos en la costa. «Los sedimentos que alimentan a las playas provienen principalmente de los ríos, pero es posible que este aporte se esté reduciendo debido al uso del agua para el riego», concluye.
Deja un comentario