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Noticia

Más de 500 personas acompañaron al padre Garatea

El público colmó el Auditorio de Derecho, el Anfiteatro Armando Zolezzi Möller y dos salones de la Facultad de Derecho el martes 12 de junio, durante la ceremonia en la que el padre Gastón Garatea fue nombrado Profesor Honorario del Departamento de Ciencias Sociales.

  • Fotografía:
    Mario Lack

“Hatun Tayta” (gran padre) lo llaman sus amigos. Gastón Garatea Yori, sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones y asesor en responsabilidad social, fue reconocido como Profesor Honorario de la PUCP en una ceremonia a sala llena en el Auditorio de Derecho. Tanto así que hubo que habilitar tres salas adicionales: el Anfiteatro Armando Zolezzi y dos salones de la Facultad de Derecho. El Consejo Universitario de nuestra institución resolvió este nombramiento, semanas antes, “en reconocimiento de sus importantes servicios dedicados a la promoción de la dignidad humana especialmente la de los pobres”.

En la mesa estuvieron Marcial Rubio, rector de la PUCP; René Ortiz, secretario general; Patricia Ruiz Bravo, directora académica de la DARS; y Aldo Panfichi, jefe del Departamento Académico de Ciencias Sociales. Cada uno destacó los importantes méritos del padre Garatea a favor no solo de la Universidad sino de la sociedad peruana.

El Dr. Rubio le entregó la medalla y la resolución que lo distinguen como Profesor Honorario del Departamento Académico de Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios. Con este nombramiento, el padre Garatea se incorpora a la comunidad de docentes de la PUCP.

“Nosotros queremos que esta Universidad tenga un compromiso especial con los pobres, como manda la Iglesia, y que ese compromiso preferente con los pobres se manifiesta en acciones concretas en el Perú variado y diverso que somos, con todas sus cosas grandes y pequeñas. Gastón es una persona que ha hecho esto a lo largo de su vida”, señaló el rector.

A su turno, el padre Garatea manifestó que vive un momento difícil. “Me ha tocado vivir una situación que me hace tomar posturas que parten de realidades en las que he estado en el centro de la conmoción y no me dejan sin pensar y sobre todo sin pedir por los más pequeños en esta tierra”, expresó.

Relató sus inicios en la teología cuando empezaba el Concilio Vaticano II, que renovó a la Iglesia con el liderazgo de Juan XXIII. Señaló que “los más importante eran los pobres, porque son los preferidos del Señor”. “Ellos debían sentir que la Iglesia era su casa y no una institución dominante”, refirió. “La presencia de Cristo está en los pobres”, resumió Garatea.

“Salimos de los seminarios con las cosas claras. Teníamos que ser como Jesús. Su camino tenía que ser el nuestro aunque nos costara la vida. Sabíamos que no nos iban a premiar, sino que, por el contrario, nos traería maledicencia: la gente hablaría mal de nosotros”, dijo.

Asimismo, resaltó los aportes del papa Paulo VI en la encíclica Populorum Progressio y la exhortación Evangelii Nuntiandi, que dice que “al evangelio hay que anunciarlo con la vida”.

Diversas personalidades y amigos del padre Garatea asistieron a la ceremonia. Estuvieron monseñor Luis Bambarén, obispo emérito de Chimbote y expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana; Felipe Portocarrero, rector de la Universidad del Pacífico; Henry Pease, expresidente del Congreso y director de nuestra Escuela de Gobierno, entre otros.

Mira la ceremonia completa:

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