El 1 agosto del año pasado entró en vigencia esta ley que obligaba a los trabajadores independientes menores de 40 años a aportar a un sistema privado de pensiones, a cargo de las AFP, o al sistema nacional de pensiones, a cargo de la ONP. Pero un mes después, el gobierno tuvo que suspender esta medida debido al gran descontento que se generó, pues implicaba descuentos de hasta 13% de los ingresos de los independientes. Luego de algunas modificaciones, la norma volvió a entrar en vigencia el 1 de agosto de este año, con resultados similares. Para el profesor Oscar Ortiz, el principal problema es que el gobierno hizo poco o nada para difundir los beneficios y la importancia de tener un fondo previsional. “Ha habido un gran vacío de información. Su entrada en vigencia se prorrogó por un año durante el cual no se difundió las ventajas de estar afiliado a un sistema de pensiones. Casi nada”, afirma.

Según Díaz, otro factor que generó el fracaso de esta norma es que la afiliación haya sido obligatoria. Incluso la ley señalaba que los nuevos aportantes tenían como única opción afiliarse a la AFP Habitat. “El problema va por el hecho de que al no haber una cultura previsional en nuestro país, el gobierno trata de obligarte a que lo hagas, de forzar a que el ciudadano adquiera esa cultura y empiece a aportar obligatoriamente. Cuando, por el contrario, debería empezarse por formar una cultura, por educar e informar a las personas sobre el sistema privado y sistema público de pensiones. Tampoco era necesario obligar a los nuevos aportantes a aportar a una determinada AFP. Debió haber una libertad para que puedan elegir por cual AFP optar”, opina.

El decano de la Facultad de Ciencias Contables señala que todo esto no debería desanimar a los trabajadores independientes, pues igual tienen la opción de aportar voluntariamente a un sistema de pensiones. El problema, asegura, es que muchos de ellos no tienen la costumbre de ahorrar para el futuro. “El trabajador independiente está pensando en el futuro inmediato, en el día a día. No está pensando qué le va a suceder de acá a 20 o 25 años. Ese un grave error. El gobierno debería crear mecanismos para difundir, para ampliar la cultura del ahorro previsional. Se debe promover desde el colegio, formar a las personas, a los chicos, que es importante este tipo de ahorro”, refiere.

A su vez, señala que las AFP también deberían tomar acciones y ofrecer un plan de aportaciones más atractivo para los trabajadores independientes, y sin necesidad de que les sea impuesto por obligación.

“Las AFP van a tener que reformular sus esquemas y tratar de ver en qué forma se pueden volver más atractivas para el trabajador independiente. Para que cualquier sistema funcione tiene que ser transparente, tiene que haber la suficiente información de los beneficios, de los costos, de los riesgos en general, de cualquier cosa que esté relacionada con el dinero del aportante”, concluye.