Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Noticia

Química PUCP: la importancia de la acreditación

La Especialidad de Química cuenta, desde el año 2014, con la acreditación educativa del CONAECQ, que avala la calidad de la enseñanza que viene impartiendo desde su fundación.

  • Texto:
    Gabriela Pérez
  • Fotografía:
    Víctor Idrogo

Hace cuatro años, la Especialidad de Química recibió la acreditación por el Consejo Nacional de Enseñanza y del Ejercicio Profesional de las Ciencias Químicas (CONAECQ), agencia acreditadora de México con gran relevancia académica en la región de Latinoamérica. La selección de la agencia internacional fue una decisión tomada por el cuerpo docente de la Sección Química,  con el permanente apoyo de la Dirección de Asuntos Académicos (DAA), el Departamento Académico de Ciencias, de Estudios Generales Ciencias y de la Facultad de Ciencias e Ingeniería.

La acreditación es el reconocimiento público y temporal de la carrera profesional por la agencia acreditadora, mejor si es una agencia internacional.  Esta busca demostrar que el proceso educativo está sometido a la mejora continua que garantiza la buena calidad del servicio educativo”, explicó la Dra. Nadia Gamboa, directora de la Dirección Académica del Profesorado (DAP) y docente principal del Departamento de Ciencias.

Proceso

Para realizar la acreditación, se realiza un proceso en el cual la entidad educativa tiene que sustentar el cumplimiento de un conjunto de normas y estándares de calidad que garanticen un servicio de enseñanza-aprendizaje eficaz, el cual debe verse reflejado en los profesionales egresados del programa. El proceso de acreditación consiste en cuatro etapas: autoevaluación, plan de mejoras, evaluación de pares externos y, finalmente, el dictamen.

La acreditación de la carrera profesional de Química de la PUCP se inició con reuniones de la plana docente para conocer en profundidad dicho proceso, se revisó la malla curricular, la plana docente, sus calificaciones y perfiles, así como la infraestructura y sus planes de mejora. “Esta última etapa demoró un par de años y demandó inversión de nuestra institución para adecuar idóneamente los laboratorios donde se desarrollan los cursos prácticos de la malla curricular a lo largo de la carrera, tanto en los Estudios Generales Ciencias y, sobre todo, en los tres últimos años en la Facultad de Ciencias e Ingeniería”, expresó la Dra. Gamboa.

La entidad acreditadora llevó a cabo un exhaustivo análisis del programa académico, el cual fue revisado a detalle: los objetivos, el perfil de egresado, los aspectos teóricos y prácticos de los cursos ofrecidos,  la duración del programa en semestres o años, el número de horas de clases teóricas y prácticas, los contenidos, la flexibilidad, el dominio del idioma inglés, la formación en investigación científica, la carga horaria semanal de dedicación de los estudiantes a sus estudios, el mecanismo de la titulación y la vinculación del programa con el mercado laboral.

Asimismo, se realizó un cuidadoso análisis de la plana docente. “Se analizaron las actividades en las que se comprometen los docentes, los procesos de evaluación de desempeño, tanto por sus superiores como por los estudiantes a los que atienden. Se revisó si se actualizan en sus campos de especialización y en pedagogía universitaria, con qué frecuencia y en qué instituciones, la distribución etaria, entre otros descriptores”, explicó la Dra. Gamboa.

Por otro lado, se hizo hincapié en la revisión del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el cual se tomaba en cuenta el logro de las competencias generales y específicas según el modelo educativo de la institución, las metodologías de enseñanza, el uso de herramientas de cómputo, la evaluación del aprendizaje y la reprobación, la participación de los estudiantes en proyectos de investigación, la vinculación del programa con el sector productivo,  la responsabilidad social universitaria. También, se consideraron variables como la población de estudiantes, infraestructura y la administración del programa.

“Un estudiante formado en un programa acreditado o reacreditado tiene la certeza de que los estándares de calidad de su formación profesional son de excelencia y es respaldado con una garantía de reconocimiento por la agencia evaluadora.  Además, el egresado que ingresa al mercado laboral con un respaldo de su formación de esta clase es reconocido por los empleadores como un certificado de garantía”, finalizó la Dra. Gamboa.

Etiquetas:
acreditacion
quimica

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.