Razones y retos de la crisis de la migración europea
Esta semana la fotografía de un niño sirio muerto en la orilla de una playa turca conmocionó el mundo y retomó el drama de miles de personas provenientes de Oriente Medio y África, quienes arriesgan sus vidas en viajes hacia Europa en búsqueda de una vida mejor. Los migrantes –en su mayoría sirios, pero también africanos- escapan de la guerra, el hambre y el desempleo. Ramiro Escobar, analista internacional y profesor del Departamento de Comunicaciones, nos explica este suceso.
Texto:
Alejandra Yépez
Guerra en Siria: principal razón de migración
Como hemos visto en las noticias, cerca de 330 mil refugiados e inmigrantes llegaron a Europa este año tras cruzar el Mediterráneo. La mayoría de ellos, provenientes de Siria, pero también de otros países de Oriente Medio y de África, en especial de la zona de áfrica subsahariana. Tal como explica Escobar, los inmigrantes africanos huyen principalmente de la pobreza de sus países y en el caso de Siria, las personas huyen de la guerra civil que los afecta.
«La guerra civil siria está empujando a miles de personas a pedir refugio en Europa y en los países vecinos. En Líbano hay cerca de un millón de refugiados sirios, en Jordania hay 600 mil. Pero la mayoría de sirios quiere emigrar a Europa porque dan asilo y más protección. Por estas razones muchas personas han intentado pasar en barcos inflables, a veces muriéndose en el camino o ahogándose en el Mediterráneo con la finalidad de llegar a Alemania principalmente» explicó el especialista.
La tierra prometida
Alemania ha declarado que no va rechazar ningún pedido de asilo sirio. Sin embargo, Escobar recalca que los primeros países a los que llegan los migrantes son Grecia o Italia. «De ahí continúan como pueden, en trenes o incluso caminando hasta Alemania. Grecia no puede recibir muchos refugiados, tiene serios problemas institucionales. Italia también está desbordada», acotó. «Asimismo, la ruta a Alemania implica pasar por Serbia y Hungría. Hungría está teniendo una política bastante cerrada, yo diría vergonzosa respecto de los refugiados. Les han echado granadas, cerrado los trenes. Esto está demostrando falta de inteligencia política de los líderes de la Unión Europea para encarar un problema demasiado grave. Un problema cuyo mayor símbolo fue la muerte de un niño en la costa de Turquía».
Resolver la guerra en Siria y mostrar generosidad, el reto europeo
Escobar opina que debe recogerse la demanda ciudadana y de algunas autoridades -por ejemplo los alcaldes de Madrid y Barcelona en España-, quienes han propuesto declarar sociedades de acogida. «En otras partes de Europa, la propia sociedad civil está acogiendo a los refugiados. Los estados europeos tendrían que actuar acorde con esa actitud de la sociedad civil. Además, debería realizarse una reunión de urgencia no de los ministros de asuntos interiores, sino de los propios jefes de estado», añadió.
Asimismo, Escobar señala que esta es una situación demasiado grave. «Están muriendo niños en las costas, se murieron 71 personas dentro de un camión, es un escándalo de grandes proporciones que no se debe tratar como si fuera un problema intermedio. Está provocando la vergüenza de los propios ciudadanos europeos, así como una crisis internacional reflejada en la prensa. Creo que se requieren medidas de urgencia. No hay que olvidar que los europeos fueron refugiados durante años después de la segunda guerra mundial y que la actual es la mayor oleada de refugiados desde tal acontecimiento. La historia de la humanidad es la historia de las migraciones, no la van a poder detener».
Finalmente, el internacionalista destaca es que si no se neutraliza la guerra en Siria, van a seguir saliendo grandes cantidades de refugiados. «Hay cuatro millones de sirios fuera de su país o muertos. No hay cómo parar esa guerra. Las potencias con Estados Unidos a la cabeza, pero también acompañados de estados como Rusia y China, tendrían que exigir al presidente Bashar al Assad que se siente a negociar, que pare esta matanza. Los refugiados sirios salen por montones porque prefieren arriesgarse a morir en el mar que morir en su país».
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