La defensa personal, desde el punto de vista marcial, es la organización de diversas técnicas en un sistema coherente y codificado de métodos efectivos. Es decir, no asumirnos vulnerables, y ganar confianza y control de ciertas situaciones, como explica Paul Jiménez, profesor de artes marciales de la PUCP. “Aprendes técnicas y herramientas para utilizarlas en momentos de crisis o de conflicto cuando uno es agredido. La idea es hacerlo más funcional y concreto para poder salir del problema o tener una idea sobre cómo evadirlo”, explica Jiménez.

Pero aprender técnicas de defensa personal va más allá de su uso práctico. “Todas las artes marciales y sus derivados brindan una serie de beneficios que van desde el aspecto físico (deportivo, salud) hacia el desarrollo personal interno (disciplina y concentración mental, autoconfianza, etc.)”, comenta. En la PUCP, explica Jiménez, la defensa personal se enseña mediante el sistema de combate chino kuntao (close combat), pero también se incluyen otras técnicas para mejorar su funcionalidad, como boxeo, kali filipino, shuai jiao (lucha china) y chinna. Si bien la seguridad ciudadana se ha convertido en un tema de preocupación en la sociedad, Jiménez aconseja no llegar a niveles de paranoia pero sí estar alertas para poder evadir y guardar la distancia ante situaciones de peligro. Entonces, ¿por qué deberíamos aprender técnicas de kuntao? “Es mejor saber y no necesitarlo que necesitarlo y no saber”, finaliza.

Agradecimientos a Norey Reyes, Álvaro Mendívil y Jonas O’I.