1. Para evitar riesgos con las luces navideñas, la prevención de incidentes comienza comprando de forma responsable. “La mejor forma de hacerlo es buscando productos de la mejor calidad que me ofrezcan la protección del caso”, nos dice.

2. Al comprar, se debe buscar no solo que los productos elegidos sean de la mejor calidad, sino también que el proveedor sea de confianza, así se trate de una cadena de supermercados, o una feria de comerciantes autorizada (en el caso de los pirotécnicos).

3. Es recomendable comprar luces LED en vez de luces con focos incandescentes, ya que las LED se calientan menos y, en consecuencia, son menos riesgosas. Recuerda que el calor (sumado al oxígeno y a un material que pueda hacer combustión) es uno de los causantes del fuego.

4. Al comprar luces navideñas, también es importante verificar que el enchufe encaje perfectamente en los tomacorrientes, ya que de lo contrario, se generan puntos calientes que podrían iniciar un incendio.

5. Luego de la compra, es importante elegir cuidadosamente dónde instalar las luces y dónde guardar los fuegos artificiales. “Es como cuando uno prende una vela. Puedo comprar el soporte para la vela, puedo separarlo, puedo alejarlo de todos los posibles materiales combustibles y no pasa absolutamente nada. Pero si pongo no una vela, sino 20 velas, y están muy pegadas a situaciones inflamables puede ocurrir un incendio”, advierte del Rosario.

6. Si vas a emplear fuegos artificiales, elige un espacio alejado de materiales inflamables y guarda una distancia prudente. En el caso de las luces navideñas, no las dejes desatendidas mientras están conectadas y desconéctalas cuando no las estés usando.

Es importante considerar que la mayoría de productos comercializados en Navidad son frágiles. “Están hechos pensando para que solamente funcionen una vez en el año y probablemente el próximo año los tengas que botar”, explica del Rosario. Por ello, para evitar incidentes, busca siempre comprar los de mejor calidad y sigue todas las recomendaciones de seguridad.

Finalmente, recuerda que los fuegos artificiales deben ser manejados con responsabilidad. Evita emplear aquellos que provocan grandes estruendos, ya que causan molestias a niños pequeños, personas enfermas y, especialmente, a los animales.

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