Kate Burn, graduada de la Universidad de Artes de Londres, indica que gracias al design thinking se puede explorar casi cualquier problema que constituye un reto: en efecto, el trabajo se realiza con un grupo interdisciplinario que une distintos enfoques frente a un mismo problema. Además, el uso de la metodología hace posible que se cree una estructura, incluso antes de conocer el problema o la posible solución. La especialista señala que este método funciona como una linterna que permite avanzar y dar pasos seguros en el camino de encontrar una solución a un problema. “Se trata de poner nuestra confianza en el proceso, en lugar de sentir que tienes la respuesta que vas a necesitar”.

Burn sostiene que el design thinking es el núcleo para cualquier emprendimiento en el que genuinamente se quiere cambiar la relación que se tiene con los usuarios. Asimismo, considera que este modelo es ideal para conocer y entender las necesidades de la gente a la que se le ofrece cualquier tipo de servicio. Entender a los usuarios más allá de lo que dicen puede lograrse, a partir de variados métodos de recolección de la información como: entrevistas y actividades dinámicas que pueden ayudar para conocer más profundamente al público.

Se habla mucho sobre la empatía, pero más que definir qué se entiende por dicho concepto o entender si es necesario ponerle énfasis a esta palabra, o no, el objetivo -sostiene la especialista- es ver el mundo a través de los ojos del otro, para que de esa forma sea posible entregarle al otro lo que realmente necesita. “La base es entender el punto de vista de alguien” comenta la Burn.

Para Kate Burn, quien estudió diseño gráfico, la mejor manera de aprender sobre el design thinking es practicar. «Creo que sentarse y estudiar no es suficiente, tienes que conocer el proceso», precisa la experta. Y agregar: «lo ideal es combinar dos técnicas: la de sentarse y reflexionar y a la par realizar proyectos reales».