Para comer un almuerzo saludable no solo es necesario que estos tengan una preparación con adecuadas condiciones de higiene. También se necesita preservarlos adecuadamente para que no se contamine o proliferen las bacterias. En nuestro campus, muchos optan por traer los alimentos de casa. “La ventaja de la comida casera es que se pueden escoger las opciones más saludables y en cantidades adecuadas para cada persona”, sostiene el nutricionista Ernesto Godoy. Pero cómo podemos saber si estamos conservando adecuadamente nuestros alimentos o, cuando compramos en la calle, cómo saber si quienes nos los venden han tenido los cuidados especiales mínimos, más aún en esta temporada calurosa. El especialista expone las siguientes consideraciones:

Un buen recipiente

Es importante contar con un buen recipiente para conservar adecuadamente tus alimentos. Los tappers o bolsas zipper son las más idóneos, además que se puedan reutilizar constantemente, cuidando el medio ambiente. Godoy recomienda optar por tappers de vidrio, ya que a diferencia de los de plástico, no se generan poros que puedan contaminarse con bacterias.

También recomienda priorizar el uso de recipientes de vidrio en lugar de utilizan envases de tecnopor, este último masivamente utilizado para almacenar y calentar las comidas. “Hay estudios que mencionan algunos efectos negativos en la salud por el uso continuo de esos envases de este material y derivados del plástico”, indica el nutricionista.  Además recuerda que el tecnopor demora más de 400 años para su degradación.

La temperatura

La clave de la conservación está en mantener los alimentos refrigerados o lo menos expuesto al medio ambiente. Cuando no es posible mantenerlos congelados mientras estudias, un cooler podría ayudar, ya que su material permite mantener el frío.

Frutas y verduras intactas

Los alimentos más idóneos para esta temporada de calor son aquellos que tienen un porcentaje importante de agua. Las frutas y las verduras cumplen con este requisito, sin embargo, son los que se malogran más rápido.

Frutas como la papaya, piña, melón y sandía son más perecibles que otras. Estas pueden durar un poco más si no están fraccionadas o cortadas. Por ejemplo: peras, manzanas, mandarinas, plátanos y granadillas.

Godoy sugiere no traer ensaladas preparadas para el almuerzo. “Los vegetales se caracterizan por que se ablandan con el ácido del limón. Entonces podría cambiar un poco el sabor”, explica. Convendría preparar las ensaladas en el momento, o traerlas bien refrigeradas desde la mañana o el día anterior. Por otro lado, estos alimentos deben ser consumidos antes del mediodía, porque no durarán hasta la tarde.

Sandwiches resistentes

Otra alternativa de alimentación son los sándwiches de palta, atún, pollo, huevos revueltos, queso o tortilla. Si estos están bien refrigerados pueden durar hasta la tarde o la noche. No es recomendable consumir embutidos porque la Organización Mundial de la Salud determinó que aumentarían en 18% las posibilidades de tener cáncer. “El problema no es la cantidad de nutrientes que pueda o no tener, sino los ingredientes que se le adiciona para que se conserven”, detalla el nutricionista.

Más refrescos naturales, menos jugos

Los jugos de papaya, fresa o surtidos deben ser consumidos antes del almuerzo para aprovechar sus propiedades. “El azúcar en esta temporada se fermenta y hace que el jugo pierda calidad y el sabor”, señala Godoy, por lo que recomienda refrescos de manzana, piña, cebada y emoliente.

¿Con todas las cremas?

El especialista recomienda tener especial cuidado con los aliños o cremas, ya que se dañan conforme aumenta la temperatura, lo que ocurre cuando no están refrigerados o cerrados herméticamente. “Puedes traerlos en envases pequeños muy bien cerrados y podrían durar hasta la hora del almuerzo previamente refrigerados en casa”, sugiere.