Rosa Ana Rojas, jefa de la Oficina de Cooperación Internacional, y Mauricio Zolezzi, de la Oficina de Relaciones Institucionales, nos dan algunos alcances para postular a estas becas.

El idioma
Muchos dejan de postular a becas en países de Europa o Asia por no conocer el idioma del lugar de destino. Sin embargo, no necesariamente todos los programas académicos son en estos idiomas. “Algunas universidades, como las alemanas, tienen maestrías en inglés. Son especiales para captar estudiantes del extranjero. En Holanda y Bélgica, por ejemplo, hay becas que son llevadas totalmente en inglés”, explica Rosa Ana.

Es importante acreditar el idioma en el nivel máximo que se pueda obtener, explica Mauricio. «El postulante debe tener en cuenta los requerimientos de idioma del organismo patrocinador, de la institución académica de destino y del programa académico escogido, ya que estos pueden tener tres niveles distintos de idioma”.

La edad
En principio la edad no parecería ser un inconveniente para alcanzar una beca en el extranjero. El promedio máximo de edad requerido para poder aplicar oscila entre los 35 y 40 años. Hay otras que son más exigentes y ponen un tope máximo de 30 a 32 años. “En Europa puedes encontrar doctores muy jóvenes pues los estudios de posgrado son inmediatos a los de pregrado. Además, si antes hacías un doctorado en cinco años. Ahora, gracias al Acuerdo de Bolonia, puedes convalidar los dos años de maestría para los estudios de doctorado y solo dedicar tres años a la etapa investigación; siempre y cuando puedas convalidar también los dos años de estudios de maestría con el programa elegido o que hayas realizado el estudio en Europa”.

Áreas de especialización
“Generalmente las becas que vienen por agencias de cooperación evalúan que el estudio que va a desarrollar la persona en el extranjero no se pueda hacer en el país de origen por ser demasiado especializado o inexistente”. Esto quiere decir que, aquellos que deseen postular a una beca en el extranjero deben tener como prioridad especializaciones o áreas que nuestro país no ofrezca. “Lo más importante es que esos estudios que se va a realizar fuera del país van repercutir en el desarrollo de la institución para la que se trabaje, del país por lo tanto”.

Esto, además, está de acuerdo con las áreas de prioridad de las cooperadoras: “Un MBA normalmente no se encuentra porque estas maestrías en negocios son de un sector privado muy rentable. Las becas se dan en temas que estén vinculados a desarrollo social, innovación tecnológica”, apunta Mauricio.

Desempeño profesional
Aunque no todas lo tienen como requisito, algunas becas sí exigen experiencia profesional mínima para poder lograr una vacante. Así lo explica Rosa Ana: “En las becas que funcionan a través del Ministerio de Educación se requiere experiencia profesional de dos años o más, ya sea en tu área o en la que vas a estudiar». Mientras en Estados Unidos es más académico, en Europa la experiencia se requiere de acuerdo a las temáticas que se van a estudiar. «Esas áreas requieren de experiencia profesional, sobre todo en desarrollo, ingeniería y ciencias sociales para entender lo que se expone. La persona becada no solo está para recibir instrucción académica, sino parar brindar sus experiencias y conocimientos en torno a este campo. Además de compartir vivencias y experiencias como la laboral, cultural, etc., y que así se permita un intercambio de ideas e información que haga más práctico el programa y enriquezca el aprendizaje».

Cartas de presentación
Existen dos tipos de carta: la de presentación, que la entrega el propio alumno y que cuenta con el aval de la institución, y la de recomendación, que influye mucho más, sobre todo porque son personas destacadas en el área o temática del programa al que postula las que dan el aval.

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