¿Cómo mejorar la relación del limeño con su ciudad a través del transporte?
En la exposición – conversatorio “Arquitectura de los Sistemas Metropolitanos” se presentaron intervenciones a las estaciones de la Línea 2 del Metro de Lima realizadas, durante el 2018, en el Taller 8 de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. De esta manera, los alumnos buscan integrar los sistemas de transporte y el desarrollo urbano.
Texto:
Oscar García
¿Qué te encuentras al salir de una estación de la Línea 1 del Metro de Lima o el Metropolitano? Quizás no tienes una respuesta inmediata o, simplemente, no recuerdas algo que te llame la atención. ¿Qué pasaría si al salir te toparas con espacios públicos o una infraestructura destinada a la cultura y la recreación?
Actualmente se está construyendo la Línea 2 del Metro de Lima -que será subterránea-, cuyo recorrido irá desde Ate hasta el Callao, con paradas en el Centro Histórico, Santa Anita, Nicolás Ayllón, entre otros. “Un sistema así no debe verse solo como un medio para trasladarse, sino como un espacio de encuentro, de cultura y conexión con diferentes puntos de la ciudad”, comenta el arquitecto Manuel Flores. Por ejemplo la Línea 1, señala, fue hecha sin tener presente una idea de ciudad. “Su potencial para ser un motor de integración barrial y ciudadana era enorme, pero ni siquiera fue planteado”, añade.
Si bien los sistemas de transporte son gestionados y pensados desde la ingeniería y la política, la arquitectura y el urbanismo también tienen mucho que decir. Por eso, los alumnos que cursaron el Taller 8 de la FAU, durante el 2018, realizaron proyectos de intervención en las estaciones de la Línea 2 del Metro de Lima. Los trabajos se mostraron en la exposición – conversatorio Arquitectura de los Sistemas Metropolitanos. “Nos preguntamos qué podemos hacer desde el urbanismo y la arquitectura con los nuevos sistemas de transporte y cómo podemos lograr que se integren al desarrollo urbano”, comenta Manuel Flores, docente a cargo del Taller 8 y curador de la exposición.
Intervenciones urbanas
Los proyectos se elaboraron a partir de estudios hechos en siete estaciones. Cada grupo de alumnos investigó una de ellas, valiéndose sobre todo de la observación. Así se planificó qué podría encontrar un pasajero al salir del subterráneo, procurando que sean espacios que tengan que ver con las potencialidades del lugar. En solo cuatro meses, los alumnos desarrollaron intervenciones muy interesantes.
Los resultados se desplegaron a lo largo del aula T102 de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Para la estación Centro de Lima, la alumna Lucero Mamani propone crear una biblioteca y un archivero de nuestra capital, además de unir la Línea 2 del Metro de Lima con aquellos espacios públicos de los alrededores, como el Parque de la Exposición y el Centro Cívico. “Buscamos que el recorrido sea placentero y dinámico para el peatón”, afirma Mamani.
Así mismo, la salida de la estación del Mercado de Santa Anita contará con restaurantes, galerías de degustación e incluso una escuela culinaria, según la propuesta del alumno de octavo ciclo Renato Fernandini. En la estación Puerto del Callao, Nadia Panebra plantea inaugurar un museo dedicado a las riquezas del mar peruano, mientras que la estación San Marcos contará con un Centro de Arte de Maranga, donde se desarrollarán actividades de música y danza, de acuerdo a la idea del alumno Erick Maldonado.
Arquitectos de la ciudad
Las propuestas aquí presentadas rompen diferentes fronteras. “Estamos acostumbrados, por un lado, a la ciudad con sus espacios y, por otro, a la propiedad privada y pública con sus edificios cerrados”, comenta el Arq. Flores. También desmontan la barrera entre el urbanismo –que acostumbra tener visiones macro- y la arquitectura, que trabaja en un lote acotado. “¿Qué pasa con toda la escala intermedia?” se pregunta Manuel Flores.
Por eso, se debe aprovechar la oportunidad que brinda una estación. “Si en el camino aparece una oferta cultural o recreativa, estás generando mejor relación entre la estación y el barrio”, comenta Flores, quien subraya que hay una tendencia mundial a considerar los sistemas de transporte no solo como movilidad, sino más bien como excusas para mejorar la relación del ciudadano con su ciudad.
Para el arquitecto Flores, el objetivo del Taller 8 y de la exposición va más allá de lo académico. “No queremos formarlos solo como los mejores arquitectos, sino como ciudadanos arquitectos”, sostiene. De ahí la importancia de que los estudiantes realicen proyectos como estos, pues contribuyen a que surja una generación de arquitectos urbanistas que piensen en su ciudad. Eso es, precisamente, lo que Lima necesita.
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