Alumnos de Ingeniería Industrial ganaron el Concurso Nacional de Proyectos
María Macharé y Rodrigo Zevallos son alumnos de octavo ciclo de nuestra Universidad y ya saborearon el triunfo en el XXIII Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Industrial (CONEII). Conoce por qué ganaron el Concurso Nacional de Proyectos
Texto:
Lourdes MochizukiFotografía:
Felix Ingaruca
A través de una lectura del mercado, identificaron la demanda de productos orgánicos y el principal problema que enfrentaban los productores: el poco tiempo de vida de estos alimentos. Así, María Macharé y Rodrigo Zevallos, estudiantes de octavo ciclo de la Especialidad de Ingeniería Industrial, eligieron el camu camu como su materia prima por sus innumerables propiedades y, asesorados por el profesor Vladimir Pautrat, definieron un proceso de conservación que apuntara a preservar al máximo sus cualidades.
Vitamina C
«El camu camu es la fruta que tiene mayor concentración de vitamina C, y nos preguntábamos por qué no se le daba el valor que merecía. Nos dimos cuenta de que el problema era su poco tiempo de vida”, cuenta María. Luego de llevar el curso Temas de tecnología industrial, los alumnos mostraron interés por participar en el Concurso Nacional de Proyectos, que este año se realizaba como parte del XXIII Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Industrial (CONEII). “Les comenté que podíamos hacer el secado por ósmosis del camu camu, debido a que era transversal a muchos ejes. Así, por un lado, abarcábamos un proyecto de sostenibilidad en la selva y aprovechamiento de un recurso natural; y, por el otro, la implementación de una tecnología novedosa. Este proyecto cumplía con la totalidad de objetivos que pedía el concurso y más. Además, nadie lo había intentado antes”, señala el profesor Pautrat, especialista en ingeniería alimentaria.
Manos a la obra
Profesor y alumnos hicieron una prueba piloto. “La idea era ver cómo se comportaba el producto en el proceso de deshidratación
por ósmosis. Para ello, lo sometimos a una solución azucarada; en nuestro caso, la concentración fue 55% de azúcar y 45% de agua, y la temperatura con la que se trabajó fue entre 50° y 55°C”, explica el profesor Pautrat. Luego, agrega María, “hervíamos el fruto hasta que se deshidratara y pareciera una pasita. Así, al despedir el agua, absorbía el azúcar hasta saturarse por completo”. Mediante este proceso, el camu camu liberaba agua y absorbía parte del azúcar de la solución. “A través de balances de masa, también determinamos la concentración de vitamina C, la cual resultó ser bastante alta”, indica Pautrat.
El producto final presentaba diversas particularidades: además de conservar, casi en su totalidad, la concentración de vitamina C, tenía un PH ácido que evitaba el crecimiento de bacterias. Fue empacado al vacío en bolsas de polietileno de alta densidad, en una presentación de 600 gramos. El profesor Pautrat reconoció la habilidad y el entusiasmo de sus dos alumnos: “fueron muy profesionales. Ambos manejaron muy bien el tema de procesos, de investigación de operaciones, y también fueron muy rápidos en armar flujos y cálculos”.
Experiencia única
Del 3 al 10 de agosto, María y Rodrigo viajaron a Chimbote, sede del XXIII CONEII, acompañados por una delegación de 60 estudiantes de ingeniería industrial. “El CONEII está dirigido a todos los estudiantes de ingeniería industrial, con el fin de que aprendan más sobre la carrera, los proyectos que se están haciendo y los enfoques que se van adquiriendo. Hay ponencias, charlas, cursos y visitas técnicas a empresas. El Concurso Nacional de Proyectos es una actividad dentro de todas estas”, relata Rodrigo.
El sábado 10 de agosto tuvo lugar la premiación del concurso. “Fue muy emocionante y nos llenó de orgullo exponer en otra universidad, representando a la nuestra. Estamos felices por el premio y agradecidos a nuestros compañeros que siempre nos apoyaron y animaron”, remarca María. Este tipo de experiencias enriquecen la formación de todo estudiante, pues no solo les enseña a desenvolverse en otros ámbitos con aplomo, sino que, además, les abre puertas para establecer contactos.
Al final de la entrevista, Rodrigo compartió otra buena nueva: “Estamos muy contentos porque nos invitaron a apoyar con la organización del Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Industrial (CLEIN), que es el evento más importante que tiene nuestra carrera a nivel de Latinoamérica. Participar y haber ganado este concurso nos dio esta gran oportunidad”.
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