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Investigación

Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo: ¿cuál es el panorama del apoyo a la investigación científica en nuestro país?

A propósito de este día, instituido por la Unesco, nuestros especialistas Alberto Gago, Marta Tostes, Andrés Melgar y Silvia Rosas analizan la importancia de promover la investigación y cultura científica en el país. Asimismo, opinan acerca de la pertinencia de crear un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, y señalan cuáles son las políticas públicas que se deben implementar para impulsar la investigación científica básica y aplicada que el Perú requiere.

  • Texto:
    Oscar García Meza
  • Ilustración:
    Jhafet Pianchachi

En la actualidad, una de las acciones que más se han discutido para promover la investigación y el desarrollo científico en el Perú es la creación de un nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica. El presidente Pedro Castillo lo mencionó en su mensaje del 28 de julio y, en septiembre, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) conformó un grupo de trabajo con la finalidad de elaborar una propuesta de ley para crearlo y organizarlo.

Si realizamos un repaso por los países de la región, vemos que Argentina, Brasil, Colombia y Chile cuentan con un ministerio de este tipo. Precisamente, el caso chileno fue expuesto por su ministro, el Dr. Andrés Couve, en el “Seminario internacional sobre la gobernanza de los sistemas de CTI en América Latina”, realizado en el marco del XIX Congreso Altec 2021. La autoridad chilena mencionó que su ministerio, que empezó a funcionar en el 2019, se viene estableciendo como “un ente articulador de un ecosistema desde la generación del conocimiento hasta la transferencia de este para beneficio de la sociedad”.

"Existe una clara correlación entre el volumen de inversión en investigación científica en un país, su generación de conocimiento, formación de capital humano y desarrollo de tecnología. Todo esto se traduce, finalmente, en el nivel de bienestar de su sociedad y su capacidad de tornar su economía en una basada en el conocimiento”, menciona el Dr. Alberto Gago, docente PUCP y presidente de la Academia Nacional de Ciencias.

En el caso peruano, ¿un ministerio de ciencia y tecnología ayudaría a promover el quehacer científico? ¿Le daría a la ciencia un espacio en la agenda nacional y mayor presupuesto? ¿Cuáles son las políticas públicas de largo aliento que deben implementarse en el país? Nuestros especialistas comentan.

Necesario impulso a la investigación básica y aplicada

Comparado con otros países de la región, el Perú se encuentra rezagado en investigación básica, aquella que busca aumentar el conocimiento de los principios de la naturaleza, así como en la investigación aplicada, cuyo objetivo es brindar soluciones para problemas y necesidades. Según el ranking Scimago Journal & Country Rank, en el período 1996 – 2020 realizamos 36,414 publicaciones en todas las áreas del conocimiento, ubicándonos en el puesto 8, mientras que Chile tiene 191,151; Colombia, 134,440; y el líder es Brasil con 1’145,853. En áreas específicas, tenemos 968 en Química, 1,535 en Matemáticas y 4,283 en Ingeniería.

“Hay una frase que refleja la importancia de que un país desarrolle la investigación científica (básica y aplicada): ‘Los países no investigan porque son ricos, son ricos porque investigan’. Existe una clara correlación entre el volumen de inversión en investigación científica en un país, su generación de conocimiento, formación de capital humano y desarrollo de tecnología. Todo esto se traduce, finalmente, en el nivel de bienestar de su sociedad y su capacidad de tornar su economía en una basada en el conocimiento”, menciona el Dr. Alberto Gago, docente de nuestra Sección Física, presidente de la Academia Nacional de Ciencias y miembro de la Comisión Consultiva de Ciencia, Tecnología e Innovación (CCCTI) creada por la PCM.

La Dra. Silvia Rosas, directora de carrera de Ingeniería Geológica y vocal de la Academia Nacional de Ciencias, señala: “Hay varios estudios que demuestran que la investigación básica también da lugar, de manera directa e indirecta, a aplicaciones en la vida diaria”. La Dra. Marta Tostes, decana de la Facultad de Gestión y Alta Dirección, enfatiza: “Ambos tipos de investigaciones (básica y aplicada) sientan las bases para la innovación”.

Promover una cultura científica

A raíz de la COVID-19, la ciencia ha logrado mayor notoriedad en nuestro país, y ha sido mencionada en el ámbito político y social. “La pandemia puso de manifiesto la necesidad de la investigación científica. El problema es que deje de ser un tema de relevancia cuando pase la coyuntura”, menciona Rosas.

Para el Dr. Andrés Melgar, jefe de la Oficina de Investigación de nuestro Vicerrectorado de Investigación, el contexto actual ha acercado a la población más a la ciencia pero también a la pseudociencia. “Se ha introducido bastante en la población la anticiencia y la pseudociencia debido a que no tenemos una cultura científica como sociedad, la cual debería estar inmersa en el modelo educativo peruano”, afirma. La decana Tostes enfatiza: “Tenemos un gran desafío en la divulgación científica, en la cual estamos en un estado incipiente”.

La creación de un Ministerio de Ciencia

Ante las problemáticas mencionadas, ¿puede ser la solución implementar un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica? “Elevar la gobernanza de la ciencia al ámbito más alto de decisión en el Estado contribuiría a su posicionamiento en la agenda pública, lo que sería también reivindicativo considerando la poca importancia e interés que se le ha asignado en el país. Sin embargo, más allá de la creación de un ministerio -o cualquier institución análoga-, nuestro desarrollo científico está supeditado a implementar acciones concretas, sostenidas en el largo plazo, que apunten a subsanar los factores que limitan este desarrollo”, enfatiza nuestro docente Alberto Gago.

Tras haber sido la moderadora en el «Seminario internacional sobre la gobernanza de los sistemas de CTI en América Latina», Tostes menciona: “En la gobernanza de la ciencia y tecnología, se debe tener una representación ministerial a fin de garantizar su pertinencia para resolver los grandes retos de la sociedad que se plantean a nivel de los consejos ministeriales. No solo para hacerse escuchar sino también para oír a los demás”. 

Melgar también considera que el ministerio puede ayudar a que la ciencia esté en la agenda pública y se le asigne más recursos pero surge la posibilidad de que se politice. “Considero que primero se debe fortalecer al Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), mejorar las capacidades en investigación, aumentar presupuestos y la rapidez en ejecución, y cuando ya haya una masa crítica crear un ministerio”, señala. El que la ciencia sea parte de la agenda pública, considera, va de la mano con la generación de una cultura científica en la sociedad.

Liderazgos idóneos

De acuerdo con la Constitución peruana, para ser ministro de Estado basta con ser peruano de nacimiento y haber cumplido veinticinco años. En cambio, el presidente del Concytec debe tener, entre otros requisitos, mínimo quince años de trayectoria científica o tecnológica validada con publicaciones especializadas. De ahí el mayor riesgo de que se politice el cargo ministerial.  

“El ministro de ciencias debe tener las credenciales correctas, e idealmente estar todo un período presidencial, pero, sobre todo, deben tenerlas las personas que se quedan y hacen una carrera en el ministerio. Sería terrible que haya interrupciones y al poco tiempo se cambie a todo el personal”, dice Rosas.

Para Melgar, lo ideal es que sea una persona de prestigio en el campo de la ciencia y tecnología pero que también conozca de gestión pública y con manejo político. Lamentablemente, señala que existe muy poca gente que tenga estas pericias. “Si tuviéramos un ecosistema de ciencia maduro, cada ministro daría énfasis en algunos aspectos pero el ecosistema se seguiría moviendo”, puntualiza.

6,661

investigadores están registrados en Renacyt

Políticas públicas necesarias de implementar

Actualmente, nuestro país cuenta con 6,661 investigadores en Renacyt, de los cuales 536 tienen como filiación principal a la PUCP. Del total nacional, 3,034 se dedican a las ciencias naturales, la ingeniería y tecnología. En ese sentido, el Dr. Gago resalta que el principal factor limitante de nuestro desarrollo científico y tecnológico es el bajo número de investigadores que tenemos en el país. 

“Esta brecha puede ser corregida a través de dos acciones: la implementación de un programa de atracción de investigadores y el fortalecimiento en la formación de estos; es decir, fortalecer nuestros posgrados y todo lo que ello implica. Ambas son políticas que deben ser sostenidas en el largo plazo y que no solo trascienden al ministerio sino a los gobiernos”, menciona nuestro docente de Física.

Para Melgar, es clave brindar oportunidades de estudio: “Es necesario generar un programa estructurado de becas de maestría, doctorado y posdoctorado -dentro y fuera del Perú- con metas claramente establecidas”. Desde su experiencia en la PUCP, la Dra. Rosas señala: “Para atraer investigadores formados y con trayectoria, hay que ofrecerles una universidad estable, con infraestructura, relaciones internacionales, bancos de datos y una remuneración adecuada, como considero sucede en la PUCP. No veo por qué el Estado no puede hacer lo mismo con sus universidades”.

Aumento de fondos para la investigación

Al igual que el caso peruano, en Chile también tienen el desafío de aumentar su masa crítica de investigadores y contar con mayor financiamiento, que actualmente es del 0.4% de su PBI. Para ello, su Ministerio de Ciencia realizó un análisis de países que estaban en su misma posición, y encontraron que crecieron de manera progresiva y superaron el 1% del PBI en un lapso de 20 años. “El crecimiento va a ser gradual, por lo tanto se necesitan políticas de Estado que trasciendan los gobiernos de turno”, dijo Couve en el seminario de Altec. 

El incremento del presupuesto en ciencia, tecnología e innovación es otra medida efectiva (acción concreta) requerida para impulsar el desarrollo de la CTI en el país y debería ser promovida independiente de la creación o no del ministerio”, sostiene Gago. La Dra. Tostes menciona que también es fundamental que las universidades, institutos de investigación públicos y empresas del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación estén integrados. «Es importante mantener articulados a estos actores para que se logren metas conjuntas estratégicas con una mirada hacia el desarrollo sostenible”, manifiesta.  

Actualmente, el financiamiento destinado a ciencia, tecnología e innovación en nuestro país es de menos del 0.2% del PBI. En el informe Acciones para el potenciamiento de la ciencia, la tecnología y la innovación en el Perú, realizado por la Comisión Consultiva de Ciencia, Tecnología e Innovación (CCCTI), se propone alcanzar el 1%, en un plazo de 15 años, mediante la creación de un fondo soberano que podría basarse en reasignar, temporalmente, recursos del canon minero. “Este fondo generaría recursos de manera permanente y complementaria a las asignaciones presupuestarias que recibe el Concytec y los otros fondos existentes”, menciona el informe.

De este modo, notamos que solo con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica no se resolverían, automáticamente, las problemáticas en torno al impulso del desarrollo científico en el país. Se necesitan políticas públicas de largo plazo -y que trasciendan los gobiernos de turno-, aumentar nuestra masa crítica de investigadores, una mayor inversión del PBI y promover una cultura científica en la sociedad desde la educación primaria.

Apoyo a la investigación en la PUCP

Desde la creación de nuestro Vicerrectorado de Investigación, hace más de diez años, la PUCP ha ido consolidando su apuesta de ser una universidad no solamente de formación académica sino también de investigación y creación. “Ofrecemos distintos instrumentos que hacen atractivo a los docentes desarrollarse en el mundo de la investigación, innovación e investigación-creación”, menciona Melgar. Entre ellos están el Concurso Anual de Proyectos de Investigación – CAP, que este año añadió uno especial dedicado a la Innovación. Además, Melgar comenta que hay un Fondo de Apoyo a la Investigación que permite financiar proyectos cortos de investigación, publicaciones en editoriales reconocidas, así como la organización y participación en eventos científicos.

A los investigadores que consiguen desarrollar productos de alto impacto se les otorga un reconocimiento, consistente en una bonificación anual, y hay un programa de asignaciones especiales por alto desempeño. “También existe apoyo a los estudiantes, tanto de pregado como posgrado, a través del Fondo Extraodinario de Apoyo a la Investigación para Estudiantes”, enfatiza Melgar.

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