Institucional
Por un país para los jóvenes
Ante el incremento de la conflictividad social, los lamentables hechos de violencia y las acciones que debilitan el estado de derecho, la democracia y la situación económica de nuestro país:
- Expresamos nuestras condolencias y nuestra solidaridad con quienes han sufrido los actos de violencia, muy en especial con las familias de las personas fallecidas.
- Demandamos a nuestros gobernantes:
- Al Poder Ejecutivo, reconocer que sus tardías e improvisadas acciones han conducido a la compleja situación social que vive el país. Asimismo, rectificar las decisiones que afectan la meritocracia y que alientan la corrupción y el debilitamiento del Estado. No es posible pensar en un futuro viable sin enmendar el rumbo político.
- Al Ejecutivo y el Congreso, encontrar una pronta salida al entrampamiento político, dentro del marco constitucional y redoblar los esfuerzos de diálogo entre ellos y con los actores sociales. Garantizar las condiciones mínimas de gobernabilidad es obligación de quienes tienen en sus manos la conducción del país.
- Deploramos la violencia, el vandalismo y cualquier atentado contra los derechos fundamentales de las personas.
- Exhortamos a los políticos a deponer intereses particulares y a actuar pensando en el futuro que debemos asegurar a las próximas generaciones. La actual crisis requiere desprendimiento, medidas pertinentes, capacidad y una mirada de largo plazo.
Manteniéndose en el marco constitucional, es necesario que tiendan puentes y avancen hacia acciones que pongan a las peruanas y los peruanos en el centro de sus decisiones.
Como nación nos toca avanzar juntos. Los jóvenes tienen derecho a vivir en un país democrático, solidario e inclusivo. Es momento de pensar en ellos.
Lima, 7 de abril del 2022
Pontificia Universidad Católica del Perú
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