Por la preservación de la democracia
La Pontificia Universidad Católica del Perú expresa su profunda preocupación ante la decisión del Pleno del Congreso de la República de abrir una investigación sumaria a los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) por supuesta causa grave. Debemos evitar que se agudice la crisis que afecta a nuestra ya golpeada estabilidad democrática.
La JNJ es un órgano constitucionalmente autónomo, cuyos miembros se eligen mediante concurso de méritos. Tiene la responsabilidad de nombrar, y destituir jueces y fiscales de todos los niveles, aspecto clave para el funcionamiento del sistema de justicia. Le compete, asimismo, nombrar al jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y al del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), instancias fundamentales del sistema electoral.
Como ha advertido la Facultad de Derecho de la PUCP, la posible remoción de los integrantes de la JNJ sin un debido proceso y sin aplicar criterios de razonabilidad es anticonstitucional y atenta contra la estabilidad política y jurídica.
Exhortamos al Congreso de la República a reconsiderar una medida que, al quebrar la independencia de poderes, implica el grave riesgo de la instalación del autoritarismo en el país.
Sin instituciones autónomas y sin Estado de derecho, no hay democracia posible.
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Jorge Quiroz
La división de poderes es una de las piedras angulares de cualquier sistema democrático. La independencia entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial es un mecanismo de control y equilibrio diseñado para prevenir el surgimiento de autoritarismos. La intervención del Congreso en un órgano autónomo como la JNJ no solo es preocupante sino que rompe con este delicado equilibrio, poniendo en riesgo la estabilidad democrática del país.
Sin instituciones autónomas y sin Estado de derecho, no hay democracia posible.
Vidal
Excelente intervención de nuestra universidad, haciendo pública su disconformidad ante un hecho repudiable desde todo punto de vista democrático. Una amenaza que pretende encerrar y callar a la opinión pública con propósito dictatorial frente a una imposibilidad de llegar al gobierno bajo un sistema democrático legal. Las dictaduras se hacen fuertes en un comienzo, pero luego son vulnerados por la voluntad popular y por la justicia divina que Dios desea para nuestros pueblos. Ya no queremos regresar al pasado, queremos un país estable y con respeto a una democracia absoluta.