La PUCP acogió congreso sudamericano sobre los abusos ocurridos en la Iglesia católica
¿Cuáles son los principales desafíos para enfrentar los abusos sexuales ocurridos en la Iglesia? Investigadores que trabajan este tema en Sudamérica se reunieron en la PUCP para responder a esta pregunta desde una mirada multidisciplinar y compartir sus experiencias. En la inauguración de las jornadas, participó Mons. Carlos Castillo, arzobispo de Lima y profesor del Departamento de Teología de nuestra Universidad.
En noviembre del 2019, Mons. Carlos Castillo pidió a la Dra. Véronique Lecaros, ambos profesores del Departamento de Teología de la PUCP, que presida la Comisión de Escucha sobre abusos en la Iglesia que formaría en el Arzobispado Lima, cuya dirección asumió en marzo de ese año. La tarea no era fácil. Para la profesora Lecaros, implicaba pasar de la vida principalmente académica -cuenta con dos doctorados y dos maestrías- a una tarea delicada y centrada en la praxis.
Estamos ante un desafío muy grande que requerirá de una Iglesia que sea un servicio permanente para la reparación de las personas. (…) Ustedes nos van a ayudar a profundizar eso para entender cómo ser un hospital de campaña que pueda reparar tantos dolores y resquebrajamientos humanos, y pueda resurgir una esperanza".
“Para responder a la responsabilidad que me dio, sentí que debía formarme y hacer investigación”, recuerda la teóloga. En este camino de preparación, Véronique encontró a personas que trabajan en distintos países de Sudamérica. Todas notaban diferencias con los casos que se viven en el norte global y, quizá más importante, tenían la necesidad de compartir sus avances, preguntas, logros y visión crítica con pares que pudieran ayudarse mutuamente. “Hay personas de distintas disciplinas, algunas más involucradas en el quehacer y otras en la investigación. No se puede estar solo en la práctica sin tener una idea de a qué nos enfrentamos y tenemos que entender nuestras particularidades en América Latina”, indica Lecaros.
Inaugurada con la participación de Mons. Carlos Castillo, 9 expositores de 4 países brindaron charlas que permitieron un diálogo intenso desde distintas perspectivas en torno a los abusos eclesiales.
En ese marco, el 8 y 9 de noviembre pasado se realizó en la PUCP el ciclo de conferencias “La Iglesia católica del cono sur frente al desafío de los abusos”, organizado por la PUCP -a través del Departamento de Teología, con financiamiento del Fondo de Apoyo a la Investigación del VRI y la colaboración del CAPU- y el Intercambio Cultural Alemán-Latinoamericano (Icala). Inaugurada con la participación de Mons. Carlos Castillo, 9 expositores de 4 países brindaron charlas que permitieron un diálogo intenso desde distintas perspectivas en torno a los abusos eclesiales.
Hay personas de distintas disciplinas, algunas más involucradas en el quehacer y otras en la investigación. No se puede estar solo en la práctica sin tener una idea de a qué nos enfrentamos y tenemos que entender nuestras particularidades en América Latina”.
Jornadas de trabajo Revisa el programa completo tratado en el ciclo de conferencias
Abusos en la Iglesia: escuchar con atención
La Dra. Ana Lourdes Suárez, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, también llegó a este tema sin que sea su primera intención. Al estudiar la vida de congregaciones religiosas femeninas, conoció relatos concretos de abusos a religiosas. “Uno se pone más atento y empiezan a salir casos”, dice. Además de perfilar su investigación académica para centrarse en los abusos, recuerda haber contactado a la profesora Lecaros, a quien conocía por el ámbito académico.
Antes se decía que se sacaba a la manzana podrida y todo se arregla. Ya está claro que ese no puede ser el abordaje porque hay que mirar los procesos, las dinámicas y las estructuras que han favorecido que ocurran casos de abuso, o que los han ocultado, justificado y silenciado. Ese es el gran desafío y el momento en el que, a mi modo de ver, está ahora la Iglesia: queriendo entender a través de esta mirada interdisciplinaria”.
“Pensamos armar un proyecto sobre abusos en América Latina que se focalice en las especificidades que toma en nuestra región. Icala estudió y aprobó nuestro proyecto que ya lleva 2 años de financiamiento”, cuenta la socióloga. Tres características fueron claves: centrarse en las víctimas y casos concretos, que tenga un enfoque multidisciplinario y que englobe a varios países.
El Dr. Carlos Ignacio Man Ging S.J., profesor de la Facultad de Ciencias Filosófico-Teológicas Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), llevaba más años involucrado en el quehacer práctico de la lucha contra los abusos. Para él, fue clave una investigación sobre las posibilidades de prevenir el abuso sexual a partir del desarrollo de la empatía, desarrollada en el 2013 y publicada luego en el Journal of Child Sexual Abuse.
El Dr. Man explica que el estudio midió los niveles de empatía y encontró que esta se podía desarrollar a través de un programa de formación integral -abierto a cualquier persona involucrada en el cuidado de menores-. “La tarea luego es fomentar una cultura de la prevención, que lastimosamente no existe en América Latina. Y coincidimos ayer: sin una autoridad [eclesiástica] que apoye, esto no se mueve. Si no hay un compromiso real de quienes toman decisiones dentro de la Iglesia, esto se queda en el papel; pero con compromiso hay mucho fruto. El trabajo consiste en seguir creando redes”, considera. Las redes nacionales e internacionales -como las que promueve este congreso- no solo mejoran la atención que pueden recibir las víctimas, sino que también son un soporte para quienes tienen la responsabilidad de acogerlas y apoyar en las denuncias penales que conllevan.
La tarea es fomentar una cultura de la prevención, que lastimosamente no existe en América Latina. Si no hay un compromiso real de quienes toman decisiones dentro de la Iglesia, esto se queda en el papel; pero con compromiso hay mucho fruto. El trabajo consiste en seguir creando redes".
Entender para prevenir
Para la Dra. Suárez, es claro el giro que está teniendo la Iglesia católica en la forma de procesar abusos sexuales. “Antes se decía que se sacaba a la manzana podrida y todo se arregla. Ya está claro que ese no puede ser el abordaje porque hay que mirar los procesos, las dinámicas y las estructuras que han favorecido que ocurran casos de abuso, o que los han ocultado, justificado y silenciado. Ese es el gran desafío y el momento en el que, a mi modo de ver, está ahora la Iglesia: queriendo entender a través de esta mirada interdisciplinaria”, desarrolla. En ese sentido, son muy importantes los vínculos con los ámbitos civiles y penales de la justicia en cada país, “que tienen sus propias velocidades y resistencias”, acota.
Desde su experiencia y su ser católico, el profesor Man considera que esta comprensión no es un proceso lineal. Para interiorizarlo a nivel institucional -en una estructura tradicionalmente vertical-, se tiene que trabajar en “perder miedos, concientizarse del nuevo rostro de pobreza de la humanidad y de la dignidad pisoteada. La prevención y formación implican una capacidad de interiorizar una situación muy dolorosa. Los jerarcas y obispos entienden y, a la vez, no entienden a veces. Es una dinámica no integrada todavía porque involucra un tema muy emocional”.
En esa línea, los 9 expositores coinciden en que hay avances en las Iglesias del cono sur, pero son mayores los desafíos por delante. En específico, el problema del reconocimiento de los delitos que han sucedido. “El camino implica trabajos como este y otros, de reflexión y concientización, pero también de dar la cara. Un camino sinodal que recoja la palabra de todos implica mucha madurez”, señala Man. Por su parte, la profesora Lecaros indica que “la Iglesia no es un bloque único”. Hay espacios y personas más sensibilizadas que otras y el compromiso que ve en el arzobispo Castillo por enfrentar esta problemática no es sinónimo de una resolución inmediata, sino de un arduo trabajo por delante.
Por último, Suárez resalta que este encuentro condensa muy bien el rol de la PUCP. “Que se financie y realice este evento en una universidad católica y pontificia tiene un valor enorme. Estos espacios son muy importantes porque habilitan y abren camino, permiten un diálogo y un entendimiento compartido. Si no lo entiendes, no puedes prevenir o los protocolos no van a ser tan sólidos”, destaca. “En la medida en que se va viendo que denunciar es una instancia importante porque sana a la víctima y sana a la Iglesia, se moldea una cultura de no callar ante los abusos”, afirma.
Especialistas participantes
Desde la psicología tratamos de entender el daño e impacto de estos abusos cuando ocurren de manera institucional y por alguien que tiene autoridad. Coincidimos en que es un problema sistémico. Si bien las culturas en el mundo y los contextos varían, los procesos humanos son similares cuando hay abusos sexuales en la infancia”.
Todo este trabajo es para comprender un problema muy complejo centrado en las víctimas. La experiencia nos enseña que donde se presta oído de acogida y se investiga, se encuentra mucho más de lo que se sospechaba. Es extremadamente imprudente decir si en una región hay menos casos, por eso la importancia de que las universidades apoyen proyectos de investigación que nos ayuden a conocer la realidad y dar voz a tantas víctimas ocultas por décadas".
A partir de los abusos en Chile, estamos abordando la reparación como necesidad de las víctimas y de la sociedad. Como Iglesia regional, nos falta reunirnos, compartir herramientas y abordar temáticas estructurales, teológicas y canónicas que hay que revisar. Para llegar a un relato reparador, este tiene que ser coconstruido por quienes fueron víctimas, por quienes los perpetraron y por quienes los ocultaron o silenciaron”.
Es importante abordar la evolución del derecho penal sobre estos temas -especialmente del abuso a menores- en las últimas décadas. Esta ha tendido a buscar mayor precisión del lenguaje y más vías para perseguir estos delitos y ser más restrictivos. Todavía son más los desafíos por afrontar que los logros conseguidos”.
Investigo cómo algunos movimientos o comunidades en la Iglesia afrontan graves denuncias de abusos y las estrategias que se desarrollan para lograr comunidades más sanas, con intervención de la Santa Sede u otras autoridades jerárquicas. Estos procesos generan resistencias pero podemos leer elementos que nos ayudan a pensar estrategias de prevención y gestación de ambientes más sanos".
Comisión de Escucha de la Arquidiócesis de Lima
Desde mayo del 2021, el Arzobispado de Lima realiza un proceso continuo de escucha y de acompañamiento para aquellas personas que sufren o han sufrido abuso de poder, sexual y de conciencia dentro de la Iglesia, a través de la Comisión de Escucha que preside la profesora Véronique Lecaros.
Esta comisión no investiga la certeza del abuso, sino que acoge y escucha los testimonios con total confidencialidad, canaliza hacia las instancias que sí realizan investigación y orientan hacia la justicia civil o penal. “Este es un espacio abierto en la Iglesia para quien quiere narrar y ser acogido. Muchos vienen con la idea de apoyar a otros (‘no quiero que esto le pase a otra persona’) y es una sanación a través del altruismo con los demás”, indica Lecaros.
Se les puede contactar a través de un formulario web, un mensaje de WhatsApp al número 944 904 941 o escribiendo al correo comisionescucha@arzobispadodelima.org.
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