Asteroide 2024 YR4: ¿ya no es una amenaza para la Tierra?
Con una trayectoria que inicialmente despertó alarma, el asteroide 2024 YR4 ha sido objeto de un exhaustivo seguimiento internacional. Nuevas observaciones y cálculos han descartado que represente un riesgo significativo de impacto para la Tierra. Conversamos con Myriam Pajuelo, doctora en Astronomía y Astrofísica, quien explica el proceso científico detrás de este asteroide.
Texto:
Eduardo Dávila Lynch
El descubrimiento del asteroide 2024 YR4 alertó a la comunidad astronómica y a los organismos de defensa planetaria. Detectado en diciembre del año pasado, este objeto, clasificado dentro del grupo de asteroides Apolo, generó múltiples interrogantes que requirieron un seguimiento riguroso. La determinación de su órbita, basada en observaciones precisas, permitió evaluar la posibilidad de un cruce con la Tierra. Como enfatiza la Dra. Myriam Pajuelo, «lo primero que se hace es establecer la órbita a partir de las posiciones que se observen«, lo cual sienta las bases para evaluar el riesgo.
Instrumentos avanzados han permitido ajustar las probabilidades iniciales –reduciéndolas de un 1.5% a un 0.001%, según los cálculos más recientes– y subraya la importancia de la cooperación internacional en el monitoreo de amenazas espaciales.
El asteroide, con un tamaño estimado entre 40 y 90 metros, es un cuerpo cuya detección se ve condicionada por su bajo brillo. Al ser un cuerpo opaco que refleja la luz del Sol, su intensidad varía: cuanto más lejos está, resplandece menos y es más difícil de detectar. Instrumentos avanzados han permitido ajustar las probabilidades iniciales –reduciéndolas de un 1.5% a un 0.001%, según los cálculos más recientes– y subraya la importancia de la cooperación internacional en el monitoreo de amenazas espaciales.
La ciencia detrás del asteroide 2024 YR4
La órbita del asteroide 2024 YR4 se obtiene a partir de observaciones precisas de su posición en el cielo a lo largo del tiempo, con esto se tiene un arco con el cual se pueden calcular los parámetros orbitales (excentricidad, semieje mayor, inclinación, longitud del nodo ascendente, argumento del perihelio y anomalía media) que la definen. Cuantas más posiciones de la trayectoria se tengan, se define mejor la órbita. Con esta ya determinada, se puede establecer si coincidirá con la posición de la Tierra en el futuro (pues se conoce cómo se mueve el planeta).
La precisión en la determinación del arco orbital es esencial para prever cualquier posible intersección con la posición de la Tierra en el futuro".
La Dra. Pajuelo recalca: «La precisión en la determinación del arco orbital es esencial para prever cualquier posible intersección con la posición de la Tierra en el futuro». Mediante una combinación de observatorios terrestres y satélites, los astrónomos detectan movimientos sutiles en la trayectoria del asteroide. El uso del telescopio James Webb supera las limitaciones que impone la opacidad del asteroide y permite determinar detalles que no se aprecian en el rango visible. Además, este telescopio sirve para determinar mejor el tamaño del asteroide, puesto que detecta en el infrarrojo; esto es importante porque, en caso de una colisión, el daño aumenta con el tamaño del impacto. Esta integración de tecnologías permite afinar los modelos predictivos y reducir la incertidumbre en la estimación de la amenaza.
Comparaciones históricas y proyecciones futuras
Inicialmente, se realizaron comparaciones con eventos históricos, como el de Tunguska, donde un objeto de dimensiones similares causó una devastadora explosión en 1908 (conmemorándose el Día del Asteroide cada 30 de junio). La Dra. Pajuelo advierte: «Dependiendo de su tamaño y velocidad, 2024 YR4 podría generar un cráter enorme y causar una destrucción considerable si impactara en una zona poblada». Este análisis comparativo ayuda a dimensionar la amenaza y a preparar respuestas adecuadas ante escenarios catastróficos.
Inicialmente, se realizaron comparaciones con eventos históricos, como el de Tunguska, donde un objeto de dimensiones similares causó una devastadora explosión en 1908.
Las proyecciones iniciales identificaron posibles zonas de impacto que incluían el norte de Sudamérica, el océano Atlántico y partes de África, e incluso, en un escenario remoto, la posibilidad de un choque contra la Luna. Sin embargo, las revisiones más recientes han permitido descartar que 2024 YR4 represente un peligro significativo para la Tierra.
Estrategias de defensa planetaria y la coordinación internacional
Aunque el riesgo de impacto del asteroide 2024 YR4 ha sido descartado, la experiencia acumulada refuerza la necesidad de mantener y perfeccionar las estrategias de defensa planetaria.La misión DART, que en el año 2021 demostró que es posible alterar la trayectoria de un asteroide mediante un impacto controlado, sirve de precedente para evaluar medidas de mitigación. Esta técnica, respaldada por simulaciones y cálculos computarizados, demostró que la alteración de trayectorias es factible con información precisa y oportuna.
La coordinación entre agencias internacionales como la NASA, la ESA y centros de investigación de países como Japón, China e India es fundamental para compartir datos y estrategias. La Dra. Pajuelo enfatiza: «Lo más importante es obtener información precisa y difundirla de manera responsable», subrayando la necesidad de colaboración global para enfrentar amenazas espaciales. Se espera que futuras observaciones permitan afinar aún más los modelos predictivos y preparen a la comunidad científica para responder ante cualquier nueva amenaza.
No se preocupen tanto, busquen información en páginas decentes y fiables, como las de la NASA o la ESA. Los científicos darán siempre las mejores respuestas que tengan en el momento".
En el futuro, aparecerán nuevos asteroides que representen un peligro hasta que se obtengan observaciones precisas que descarten una colisión. De no descartarse, la misión DART ya ha probado la viabilidad de esta técnica y se estudian otras estrategias. Lo esencial es conocer mejor estos cuerpos para implementar la defensa planetaria en caso necesario.
Frente a la incertidumbre que inicialmente generó el asteroide 2024 YR4, la información actualizada y la colaboración internacional han permitido disipar el temor de un impacto. La Dra. Pajuelo nos aconseja: «No se preocupen tanto, busquen información en páginas decentes y fiables, como las de la NASA o la ESA. Los científicos darán siempre las mejores respuestas que tengan en el momento». Esta perspectiva nos invita a confiar en el riguroso trabajo de la comunidad científica y aprovechar cada nuevo dato para comprender mejor nuestro entorno.
Un asteroide nombrado en honor a la Dra. Myriam Pajuelo
En un reconocimiento al esfuerzo y a la dedicación en el campo de la astronomía, la Unión Astronómica Internacional nombró un asteroide en honor a la Dra. Myriam Pajuelo. Este gesto destaca la relevancia de sus aportes en el estudio de cuerpos menores y subraya la importancia de la ciencia peruana en el escenario global.
El asteroide que lleva su nombre simboliza el compromiso con la investigación y la defensa planetaria, recordándonos que cada avance científico contribuye a proteger nuestro planeta.
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Micci Judith
Es muy importante esta información;felicitaciones a la profesora Pajuelo por su logro reconocido bendiciones.
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Micci Judith
Es muy importante esta información;felicitaciones a la profesora Pajuelo por su logro reconocido bendiciones.