Tres familias, una alma mater: la historia de los Sasaki, Solís y Vega-Centeno en la PUCP
En sus 107 años, la PUCP ha sido testigo del crecimiento profesional de varios de sus egresados y egresadas. Algunos han vivido nuevas experiencias fuera del país y de la Universidad, pero han regresado a su alma mater para contribuir, con su experiencia y conocimiento, a la formación de las nuevas generaciones. Entre ellos destacan los miembros de las familias Solís, Vega-Centeno y Sasaki, quienes comparten un profundo amor por esta casa de estudios.
Texto:
Diana ChávezFotos:
Renato Pajuelo
La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) trasciende su papel de institución educativa. Para muchos de sus miembros, encarna la esencia misma de su existencia como el lugar donde los sueños cobran vida, los lazos se fortalecen y donde el conocimiento florece.
Este domingo 24 de marzo, celebramos con orgullo los 107 años de su fundación, un hito que marca no solo el paso del tiempo, sino también el crecimiento y la evolución constante que nuestra Universidad ha experimentado a lo largo de su historia.
Además de educar a profesionales altamente calificados, la PUCP también cuenta con trabajadores que han sido formados en sus aulas e incluso con familias que han convertido en una tradición estudiar en esta institución. Para celebrar este vínculo tan estrecho con nuestra Universidad, PuntoEdu conversó con los miembros de las familias Solís, Vega-Centeno y Sasaki. Desde su experiencia, nos cuentan cómo contribuyen a la formación de nuevos profesionales y el significado que tiene la PUCP en sus vidas.
Los Solís: tres generaciones de ingenieros en la PUCP
El Mag. Jorge Alberto Solís Tovar, asesor técnico del Rectorado, ha dedicado más de 60 años de su vida a la PUCP y sigue haciéndolo con orgullo hasta hoy. Comenzaremos por él, quien se graduó como ingeniero civil en esta casa de estudios y, tras unos años fuera de la PUCP, regresó como profesor.
Mientras se dedicaba a la docencia, aprovechó la oportunidad para traer a sus cinco hijos pequeños a conocer el campus, y a disfrutar de sus amplios jardines y espacios. Una de sus hijas, la Mag. Claudia Solís Villavicencio, ahora jefa de la Oficina de Acreditación y Mejora Continua de la Dirección de Asuntos Académicos, recuerda con gran afecto aquellos años que fueron determinantes para que ella se decidiera por estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad.
«Veníamos mientras él trabajaba. No había muros en la Universidad. Desde esa época tengo el corazón PUCP. Sabía que quería estudiar algo de ingeniería y lo lógico era estudiar acá. Ingresé en 1987 y egresé en 1993. Al terminar la Universidad, salí fuera de Perú y cuando regresé empecé a vincularme de nuevo con la PUCP. Este año voy a cumplir 24 años trabajando acá. Para mí, la Universidad es como mi segundo hogar«, relata la Mag. Claudia Solís.
«La PUCP es mi vida. Desde que terminé el colegio hasta la fecha, he estado ligado a la Universidad. Es cierto que algunos años he estado fuera, pero cuando no estaba en esta casa de estudios me convocaban a diversas reuniones. La más importante fue el comité que reformó la carrera de Ingeniería Informática».
Mag. Jorge Alberto Solís Tovar
Asesor técnico del Rectorado
Por su parte, la ingeniera industrial Ariana Pacheco Solís, egresada PUCP e hija de Claudia Solís, recuerda que cuando era pequeña su mamá la traía a la Universidad. «Desde chiquita venía al campus y sabía que quería estudiar en la PUCP. Como estudiante, tuve muchas experiencias lindas y conocí mucha gente que ahora es muy especial para mí. Han sido años de crecer, de aprender y siento que, más allá de los cursos, he aprendido muchísimo sobre cómo ser una mejor persona, tanto personal como profesionalmente«, sostiene.
Los Vega-Centeno: una tradición familiar que se mantiene
La historia de la familia Vega-Centeno guarda cierta similitud con la de los Solís en un aspecto particular: desde temprana edad, sus hijos también solían jugar en el campus mientras sus padres impartían clases.
En este caso, el Dr. Máximo Vega-Centeno, distinguido profesor emérito del Departamento Académico de Economía, y su esposa Violeta Sara-Lafosse, profesora emérita del Departamento Académico de Ciencias Sociales y fundadora de dicha facultad, trabajaban en la PUCP al mismo tiempo que criaban a sus hijos.
«La PUCP formaba parte ya de nuestra vida. Recuerdo que incluso cuando éramos niños nuestros padres nos dejaban correr en el campus mientras ellos dictaban clases en las casetas de Ciencias Sociales. Yo me decidí por estudiar en la PUCP por las condiciones que ofrecía, así como las carreras afines que mi hermano y yo queríamos, que eran Sociología y Arqueología”, nos cuenta el Dr. Pablo Vega-Centeno, profesor de la carrera de Arquitectura.
«La PUCP siempre ha estado presente en momentos muy intensos de mi vida en las búsquedas personales, no solo profesional, sino de compromisos con el país, también una manera de confrontar una identidad católica. Creo que esos escenarios fueron importantes. Acá hay una Facultad de Teología y tengo maestros que fueron muy importantes para mí. Incluso en la Universidad conocí a mi esposa, quien estudió Derecho. Son hitos muy importantes».
Dr. Pablo Vega-Centeno
Profesor del Departamento de Arquitectura
Al igual que su hermano, el Dr. Rafael Vega-Centeno, profesor de Arqueología, optó por seguir su carrera en la PUCP, marcando así el comienzo de una nueva tradición familiar.
«La PUCP es uno de mis tres amores. Le tengo una enorme gratitud por las condiciones de trabajo que me ofrecen en términos de tener una oficina y de fondos de investigación. Para mí, la Universidad significa responsabilidad. Y como dato anecdótico, al igual que mi hermano, también conocí a mi esposa aquí», nos cuenta el Dr. Rafael Vega-Centeno.
La tradición familiar continúa ya que los hijos de ambos eligieron a la PUCP para llevar sus estudios universitarios. En el caso del Dr. Pablo, su hija mayor eligió cursar Literatura, mientras que su hijo menor se inclinó por Sociología. Además, la hija mayor del Dr. Rafael actualmente está preparándose en la CEPREPUCP. Así, la historia de los Vega-Centeno en nuestra Universidad tiene aún un largo recorrido.
Su segundo hogar: los Sasaki y la PUCP
En el caso de la familia Sasaki, las hermanas Ángela y Pauchi optaron por ingresar a la PUCP sin imaginar que la Universidad se convertiría en su segundo hogar no solo en su época universitaria en los años 90, sino en la actualidad como profesoras que forman nuevos profesionales.
«Yo ingresé a la Católica en el año 98 y Pauchi (Paula) en el 99. Prácticamente llevamos Letras juntas y hacíamos coincidir nuestros cursos según nuestros propios intereses. Ella se decantó por Periodismo y yo por Derecho. Sin perjuicio de que igual teníamos amigos en común», nos narra la Dra. María Ángela Sasaki Otani, docente de la Facultad de Derecho.
Cuenta que, tras egresar de la PUCP, estuvo casi 10 años fuera del país trabajando en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina en Ecuador y luego se tomó un año sabático para terminar su tesis doctoral en Madrid. Tras volver a Perú, decide reinsertarse al mundo laboral y una de las puertas que se le abrió fue enseñar en nuestra Universidad.
La Mag. Paula Sasaki -nombre oficial de Pauchi, como es conocida en el circuito artístico- también siguió de cierta forma los pasos de su hermana al viajar al extranjero para ahondar sus estudios en música, una pasión que tiene desde muy niña. Es así que luego de casi 10 años también vuelve a Perú a enseñar en las aulas de su alma mater.
«La PUCP es como una extensión de mi familia. Mi hermana estudió acá, mi esposo se graduó acá en Periodismo. Creo que de todas maneras puede haber muchas diferencias de pensamientos, opiniones, de realidades, cosa que es muy importante acá en la Universidad, y eso nos invita a desarrollar una actitud más dialogante, de entender las diferencias«, sostiene Pauchi Sasaki, profesora del Departamento de Comunicaciones.
«Aquí vivimos los mejores años de nuestra vida. Años muy enriquecedores y muy bonitos. La PUCP nos formó como personas en un sentido humanista, en cómo somos y pensamos. Todo eso se lo debemos a la Católica. Sobre todo ese ámbito de libertad, de abrir los ojos, de crecer, de ver otras realidades. Tengo un cariño muy especial por la Universidad».
Dra. María Ángela Sasaki Otani
Profesora del Departamento de Derecho
Para ella y su hermana Ángela, la PUCP es su segunda casa pues dedican muchas de sus horas a la enseñanza. Sobre todo para Paula, quien no solo comparte el mismo lugar de trabajo con su hermana, sino también con su esposo Jack Lo Lau, director de carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicaciones, con quien no recuerda haber coincidido en algún curso de la carrera, pues él también estudió en esta Universidad.
Fue casi 15 años después que ambos coincidieron en un evento en Lima, donde iniciaron su historia. Fruto de su amor hoy tienen a su hijo Íkam, de 4 años.
«Es bien difícil coincidir en horarios con mi esposa y cuñada, pero compartir con Pauchi es una experiencia linda. Además, hasta el ciclo pasado, codictamos el curso Taller de pódcast. Coordinar el curso, hablar de los chicos y chicas, interesarnos por ellos y ellas… fue algo bonito compartir estas preocupaciones por los alumnos«, cuenta Jack Lo.
Al igual que Paula y su cuñada, el director de carrera de Periodismo también vivió unos años fuera de Perú y es en el 2021 que empezó a dictar e impartir sus conocimientos a los futuros profesionales.
Deja un comentario
Cesar Romero
Cuantas vivencias y historias tenemos en nuestra casa de estudios.
Nati del Aguila
He sido alumna de los magníficos profesores Máximo Vega-Centeno y Jorge Solís en el Departamento de Economía en los años 76 y 77. Un aplauso a éstos docentes, no sólo en las aulas eran buenos sino fuera de ellas también. Feliz de ser una Economista de la PUCP. El año pasado fueron nuestras Bodas de Oro de “Cachimbos”, ingresantes a EEGGCCEEyAA en 1973. Nosotros fuimos la última promoción de esos estudios generales, estaba situado en la Calle Miró Quesada en el centro de Lima, frente a la sede del BCRP.
Norma Solis Villanueva
En el caso de los Solis data la historia desde mi Tío Arturo Solis profesor de Caminos en Ingeneria en nuestra Alma Mater, Padre de Jorge Solis, en Ingeneria también enseñaron mi Primo Marcial Solis hermano de Jorge y mi hermano Camilo Solis quien dictó el curso de dibujo, mi Primo Reynaldo Solis el hermano menor de Jorge.
En el programa de Economia estudiamos mi Hermano Marco Solis quien fue jefe de prácticas del curso de Evaluación de proyectos, y yo que soy Norma Solís estudie y me titule como economista, y concluí estudios de Administacion y Contabilidad y fui jefe de prácticas del curso investigación de operaciones en el programa de ciencias administrativas.
Por ello el Padre Mac Gregor nos decía que los Solis éramos los invasores de la PUC.
Mi presidente de jurado cuando me titule como economista fue Máximo Vega Centeno.
Buen artículo, los felicito.