Frederick Cooper, fundador de nuestra Facultad de Arquitectura y Urbanismo, es distinguido como profesor emérito PUCP
El Mag. Frederick Cooper Llosa, reconocido arquitecto y fundador de nuestra Facultad de Arquitectura y Urbanismo, ha sido distinguido como profesor emérito en homenaje a sus valiosas contribuciones a la Universidad y a su dedicación incondicional a la docencia universitaria.
Texto:
Daniel ContrerasFotos:
Héctor Jara
El Mag. Frederick Cooper Llosa, arquitecto de larga trayectoria y uno de los fundadores de nuestra Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), fue distinguido como profesor emérito este martes 16 por el Departamento Académico de Arquitectura, en reconocimiento a su destacada dedicación a la docencia universitaria y a su relevante contribución a la fundación y crecimiento de los estudios en arquitectura y urbanismo en nuestra casa de estudios.
Este reconocimiento me conmueve emocionalmente muchísimo y lo siento como un homenaje que agradezco mucho. Es un honor y una gratificación”.
La trayectoria de Frederick Cooper Llosa habla por sí sola. Como socio principal y fundador de Cooper Graña Nicolini Arquitectos, ha participado en el diseño y construcción de importantes proyectos en el Perú. Además, dirige desde hace más de 25 años la Revista Arkinka, que es ya un referente para la disciplina. En mérito de su obra ha recibido el Hexágono de Oro en la V Bienal de Arquitectura Perú (1983) y el Hexágono de Plata en la Bienal de Arquitectura del Perú (2000), entre otros muchos reconocimientos en sus más de cinco décadas de práctica profesional.
Frederick Cooper y un largo vínculo con la PUCP
Aunque estudió Arquitectura en la Universidad de Ingeniería (UNI), la relación de Cooper con nuestra Universidad tiene una larga historia. Tras acabar el colegio, muchos amigos suyos entraron a estudiar en la PUCP. Durante los primeros años de su carrera, el arquitecto acudía a menudo al local de Plaza Francia para escuchar clases. Así, pasó por las aulas de Raúl Porras Barrenechea, José Agustín de La Puente Candamo o Víctor Andrés Belaunde; y es que, además de la arquitectura, las letras y la literatura llamaban su atención.
“Desde el primer día que pisé la Plaza Francia, supe que la Universidad Católica era la mejor del Perú”, cuenta Cooper.
Como alumno libre, el arquitecto fue desarrollando una relación muy estrecha -aunque informal- con nuestra Universidad y pudo conocer a varias de sus autoridades. Al terminar la carrera de Arquitectura, Cooper viajó a Bélgica para estudiar en la Universidad Católica de Lovaina. Allí también tuvo amistades cercanas con egresados de la PUCP, entre quienes se encontraba el economista e ingeniero Máximo Vega-Centeno, quien luego propondría el nombre de Cooper para la fundación de nuestra Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Asimismo, el primer proyecto que el arquitecto lideró en su vida profesional fue el del nuevo Seminario de San Antonio Abad del Cusco, por encargo del padre Felipe Mac Gregor, quien más tarde se convertiría en rector de la PUCP. “A raíz de lo satisfecho que quedó, como rector me encargó participar en el diseño de muchos de los edificios de la Universidad, entre los que se encuentran el edificio de la Facultad de Ciencias Sociales, los edificios de la Facultad de Ingeniería de Minas y de Ingeniería Industrial, y la Capilla del Centro de Asesoría Pastoral Universitaria (CAPU)”, recuerda Cooper.
Experiencia fundadora
Finalmente, en 1999, el hoy rector emérito de la PUCP, Dr. Salomón Lerner, le encargó al arquitecto la fundación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, quien, con los arquitectos Reynaldo Ledgard, Pedro Belaúnde y Carlos Williams, conformó la Comisión Encargada del Diseño, Organización y Funcionamiento de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. «Esa tarea fue una experiencia realmente inédita y extraordinaria. A mí me cambió la vida”, afirma Cooper. El arquitecto se desempeñó posteriormente como primer decano de la facultad y fue profesor principal en la misma durante cerca de 20 años.
“Creo que llegué a formar una facultad que a los 15 años de formada ya se había constituido como una de las mejores escuelas de arquitectura de América Latina y había adquirido un gran prestigio internacional”, dice el arquitecto. “Hoy en día, sigue siendo la mejor y más importante facultad del Perú, y sigue congregando a los mejores docentes disponibles”, añade.
“Por todo ello, este reconocimiento me conmueve emocionalmente muchísimo y lo siento como un homenaje que agradezco mucho. Es un honor y una gratificación”, comenta sentidamente Cooper.
Arquitectura e investigación
Como un profesional y docente por muchos años, Cooper es sumamente consciente de la importancia del inquebrantable compromiso urbanístico, social y técnico que debe tener un arquitecto para el desarrollo del país. En ese sentido, señala que el vínculo entre la arquitectura y la investigación académica -«que no debe ser de escritorio»- es “necesario, indispensable y fundamental».
Para Cooper, la investigación desde la arquitectura debe hacerse tomando como referencia a lo que él llama el “componente esencial” de la carrera, que es el proyecto de diseño arquitectónico o urbano. “Creo que una investigación de proyecto es algo que demanda diversidad y un conocimiento intelectual, tecnológico, social y emotivo absolutamente esencial”, concluye el arquitecto.
Ceremonia de reconocimiento conjunto
El martes 16, nuestra Universidad distinguió como profesores eméritos del Departamento Académico de Arquitectura a Frederick Cooper Llosa y Antonio Graña Acuña. En esta participaron el rector, Dr. Carlos Garatea; el rector emérito, Dr. Salomón Lerner; el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Dr. Paulo Dam; el jefe del Departamento de Arquitectura, Dr. Sharif Kahatt; y el exdecano Mag. Reynaldo Ledgard.
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